Salvajismo político a la Santiagueña, muy propio de estas tierras
feudales.
El
intendente norteño tomó la posta de los aprietes del gobernador Zamora al
electorado que no vote a Massa, al amenazar con la pérdida de trabajo, el
cierre del municipio. Incluso puso como condición una victoria del oficialismo
para construir viviendas y otorgar cualquier tipo de ayuda. A la par reconoció
las graves carencias que sufren los pobladores
El
intendente de Campo Gallo, Amado Tomás Chamorro, tomó la posta de la “campaña
del miedo” que lanzó Gerardo Zamora antes de la PASO y buscó amedrentar a sus
empleados municipales y a esa comunidad norteña para que voten a Sergio Massa y
no a Javier Milei. “Si no ganamos, la cosa se va a poner mal”, los intimidó.
El
episodio quedó registrado el 19 de octubre, horas antes de comenzar la veda
electoral, en el polideportivo municipal de Campo Gallo, donde mandó a
concentrar a sus empleados y contratados. Allí arengó contra Milei –incluso
ordenó convencer a hijos y amigos- y ordenó votar por Massa. Este miércoles
repitió sus argumentos en una radio local.
En
varios tramos Chamorro cometió sincericidios, al sostener textualmente: “El
peronismo tiene una mirada federal hacia el interior. Vamos a cuidar lo poco
que tenemos, lo poco que hacemos, pero hacemos, estamos progresando,
mejorando”.
También
rozó la extorsión al ilusionar a su público con viviendas a construir, pero
cuya concreción estaría sujeta a que gane Massa sí o sí: “Ahora tenemos más de
100 viviendas para hacer… si es que ganamos, yo a la gente no le puedo mentir.
Si ganamos hacemos. Y si no tenemos recursos no lo voy a poder hacer y Zamora
tampoco; ya les ha anticipado que al 10 de diciembre van a quedar más de 20 mil
personas en la calle. Directamente la obra pública se para porque este loco
quiere sacar el ministerio de Obras Públicas, porque no respeta ni conoce el
interior y no sabe los problemas que tenemos aquí con los caminos”.
Es
llamativo que Chamorro -que desde hace décadas vive ahí y fue intendente varias
veces por el hegemónico peronismo-, reconozca una enorme deuda con su
comunidad. “Campo Gallo y al departamento Alberdi lo conozco de memoria porque
hace 40 años estoy aquí. Recién vengo de hablar con familias de Sachayoj y que
tienen problemas en las casas, en los techos, no hay viviendas, conozco la
situación.
Y
agregó: “Pero yo les digo que hasta el 10 de diciembre y mientras gobierne el
peronismo hay una garantía de seguir y después de eso se parará todo. Si llega
a ganar este libertario u otro partido no habrá garantía de continuar en la
provincia de Santiago del Estero ni los docentes, ni los policías, ni las
ayudas, ni las instituciones ni los municipios vamos a tener cómo gobernar sin
ayuda de la Nación y del gobernador. Vamos a hacer muchas viviendas si ganamos
y si estamos, si no estamos y perdemos no vamos a hacer nada de nada”
.A
continuación, reconoció una gran cantidad de falencias en la gestión que
desatan reclamos de los pobladores del departamento Alberdi, al admitir que cuando
visita el interior la gente se queja de “que no hay caminos, no hay agua, que
no hay esto, no hay lo otro. Nosotros hacemos el esfuerzo posible, los
empleados municipales están trabajando día y noche para solucionar los
problemas de agua que tenemos, esto hay que valorarlo. Vamos a ver cómo hacemos
crecer Campo Gallo y la provincia, pero eso será mientras tengamos un
presidente que nos ayude. Que lo ayude a Zamora y él a nosotros”.
Chamorro
gobierna por quinta vez esa ciudad, aunque en 2022 ganó por una mínima
diferencia. Desde el retorno de la democracia pasó por el juarismo, el
iturrismo y como muchos peronistas se recicló en el Frente Cívico de la mano de
José Emilio Neder. Fue denunciado varias veces por la tala ilegal de bosques y
la distribución de tierras fiscales, entre otros presuntos delitos, pero nunca
llegó a juicio gracias a su versatilidad con el poder.
En su
discurso se jactó de haber tenido un crecimiento patrimonial en la actividad
privada, por lo cual no precisa del sueldo de intendente, según dijo. Pero
evidentemente aún le atrae el poder, puesto que volvió a Campo Gallo pese a que
tiene residencia desde hace mucho tiempo en Alsina e Independencia, en Capital.
Chamorro buscó empatizar con su audiencia al asegurar que con la actual situación
económica “no nos alcanza a nadie”. Aunque ese no sería su caso, por su
condición de próspero empresario con casa en el microcentro de Santiago.
Más
adelante volvió a insistir: “Si no llegamos a ganar la elección no vamos a
tener recursos para gobernar, como lo dijo el gobernador Zamora. Vamos a
avisarles a esos jóvenes que votan a Milei (…), que si aquí no ganamos
desaparecen las comisiones municipales y los municipios porque esta es la
realidad. Aquí tenemos que hacer fuerzas todos juntos, no tenemos que fijarnos
en las diferencias locales, no importa, Les estamos pidiendo el voto para el
presidente, para Zamora y sus diputados nacionales”.
“Aquí
tenemos un ejército de mujeres y hombres que salen y caminan, que andan, yo sé
que vivimos momentos difíciles pero estoy convencido que si gana el peronismo
vamos a mejorar seguro, no tengan la menor duda que vamos a solucionar muchos
de los problemas que tenemos en Campo Gallo en estos tres años de gestión que
me quedan. Pero si llega a asumir otro presidente nos va a cortar la
coparticipación, va a achicar el Estado y nos está diciendo que no va a haber
plata para las provincias y así no podremos gobernar, ni el gobernador ni
nosotros. Habrán visto el mensaje de Zamora y aquí es muy sencillo, no hay
mucho que explicar, nos estamos jugando el futuro todos los empleados, los
contratados, los enfermeros, los docentes”.
El
jefe comunal reconoció que la provincia depende en un 90% de los recursos
coparticipables nacionales: “De los 30 o 40 millones que recibe el municipio
vamos a quedar con 3 millones de recaudación y no tendré con qué pagarles y
habrá que empezar a despedir”.
En
otro párrafo, también buscó atemperar el malestar de sus empleados por los
apremios económicos que sufren al reconocer a medias que “Massa, como este
gobierno, más allá de todas las críticas la gestión de Alberto Fernández ha
tenido una mirada federal”.
“Como
dice el gobernador, ‘nosotros les avisamos, después no vengan a llorar’”,
amedrentó, y por eso conminó a “votar el Frente Cívico, a Zamora y Massa”. El
intendente destacó que es el único municipio peronista que quedó en el norte
provincial y que para generar “respeto” debían obtener una amplia diferencia
con entre 80 y el 85% de los votos.
Por
eso los llamó a continuar trabajando: “espero que en estos dos días que quedan
sigamos caminando y trabajando hasta último minuto: se están entregando votos y
bolsines en los barrios”, pese a que la veda comenzaba a la mañana siguiente.
Se trata de un reconocimiento explícito del proselitismo clientelar y
retrógrado que busca comprar voluntades con dádivas, pero que aun así se ve
amenazado por un creciente voto contra esas estructuras feuda