lunes, 29 de junio de 2020

L A JUSTICIA SANTIAGUEÑA AL BORDE DEL COLAPSO (nota II)




Los tribunales santiagueños vacíos sin respuesta valida
Los abogados santiagueños alzaron sus voces de descontento con la actitud asumida por el Superior Tribunal de Justicia, que alienta la virtualidad, cuando sabe perfectamente que no hay riesgo de contagio en la provincia  y que los abogados pueden concurrir personalmente a tomar contacto con los expedientes, obedeciendo todo tipo de precaución.

Gabriel Coronel Chalfón, dice que “Se hubiera esperado un gesto hacia el profesional desde la Caja Forense o el Colegio de Abogados”
El profesional que se desempeña en el fuero civil, laboral, etc. no pudo ejercer, recién ahora hace muy poco tiempo están implementando los sistemas virtuales, pero de manera muy lenta y engorrosa, con muchos problemas para el profesional. Desde la carga de los escritos en el sistema, hasta el momento de acompañar la documental original.
Los juzgados deberían unificar criterios y aplicar una única forma en el modo, ya que esto facilitaría la labor profesional y evitaríamos pérdida de tiempo, tanto para los profesionales como para los juzgados mismos.

TIEMPO QUE PASA NO SE RECUPERA
Muchos profesionales el único ingreso que tuvieron en la cuarentena fue su asesoría en alguna repartición del Estado provincial que fue un aliciente más que importante para paliar la situación económica. Quizás se hubiera esperado un gesto hacia el profesional desde la Caja Forense o el Colegio de Abogados para ayudar con algún crédito o bono a los profesionales que padecieron el impacto económico por la pandemia.
 El tiempo que pasa no se recupera. Pero esperemos que estos medios tecnológicos que se están aplicando vayan corrigiendo errores y se podría encaminar a que se agilice todo el sistema y sea menos engorroso para los profesionales que ven limitado su ejercicio profesional. Pero se debe destacar que la mayoría de los colegas tienen conciencia y valoran el accionar que primero se debe preservar la salud, cuidarnos todos y luego adecuarnos a ésta pandemia que afecta a todo el mundo. Primero la salud, luego lo demás se puede recuperar de a poco. La vida si se va no se recupera.
Para Eduardo Javier Leiva, “La labor del abogado está siendo afectada con la forma virtual”, aseguró La labor del abogado se vio afectada como las demás profesiones y está siendo afectada con la “Justicia virtual”. En nuestra provincia no contamos con la infraestructura necesaria para desarrollar este tipo de audiencias, sin que haya interrupciones; se están desnaturalizando los debates, por ejemplo en un juicio no se puede objetar un testimonio, y ello es un pilar para la estrategia de la defensa que se está viendo limitada. Estuve trabajando durante la cuarentena y no tuve aprietos económicos, pero sí sé que algunos colegas no corrieron con la misma suerte y tuvieron que atravesar algunas situaciones más complejas. Lamentablemente los que recién comienzan vieron más comprometida su realidad.
Se podría decir que sí, que es “un año perdido”, ya que los juicios programados para el 2020, prácticamente no pudieron concretarse, o se están desarrollando con muchas demoras, y ello implica un retraso en la resolución de causas, lo que perjudica a los abogados.
No se puede recuperar el tiempo que no se pudo trabajar, se necesita tiempo para cada una de las causas, para poder darle el tratamiento que se merecen. Personalmente considero que ese tiempo perdido no se recuperará.

A su turno Diego Leonardo Lindow, dijo que “Afrontar pérdidas por seis meses, es casi imposible” El profesional independiente, es decir aquel que no tiene paralelamente una asesoría o que vive exclusivamente de la profesión, fue quien más se vio golpeado por los efectos de esta pandemia. Recordemos que los abogados vivimos de los honorarios profesionales que nos pagan nuestros clientes y en causas civiles, laborales, la contraparte. Ya arrancamos con un año 2019 difícil en lo económico y a ello le sumamos la feria de enero que no se trabaja salvo casos de feria que son excepcionales.
El mes de febrero fue un mes prácticamente muerto donde ya comenzó a correr como reguero por el mundo este maldito Covid-19. Y como colofón, en marzo se decretó la cuarentena que terminó de sepultar a todos los que litigamos día a día por nuestro sustento. Sin dudas una gran parte de los profesionales tienen sus Estudios Jurídicos en su casa, pero hay una enorme cantidad de abogados que alquila un inmueble de oficinas para montar el estudio.
Entonces, se debe tener en cuenta que desde enero hasta junio no solo no hubo ingresos, sino que los egresos desangraban a más de uno. Los gastos fijos que debemos afrontar nacen con alquiler, teléfono, electricidad, internet, suscripciones jurídicas, sueldo de secretarias, cargas sociales, alquiler de cochera para auto y sumado a ello los gastos propios de nuestra vida diaria.
Es decir, que todos los meses debemos mantener nuestros hogares y el mismo Estudio que no está funcionando (ahora sí).Con esto, se limitó la circulación de personas, lo que hizo también que no concurran nuevos clientes a los estudios, y no se puede cobrar la consulta profesional que siempre ayuda con los gastos.

LOS ABOGADOS JOVENES
Sin duda los más afectados son los noveles abogados que no pudieron hacer unas reservas económicas que le permitan capear el temporal. Quienes tenemos más años en la profesión quizás hacemos previsiones para estas contingencias. Pero hay que tener en cuenta que fue un corte de ingresos repentino que impidió prever hacer un ‘colchón’ para afrontar esta pandemia. Pero igualmente no sé quién puede hacer un colchón de dinero como para afrontar pérdidas por seis meses, es casi imposible. Dentro de las ramas legales, creo que los que pudimos asomar un poco la cabeza fuimos los abogados que nos desenvolvemos en la rama del Derecho Penal, ya que lamentablemente la violación de la norma no la detiene ni la pandemia.
Como medida, propongo la realización de audiencias en turnos vespertinos, ya que, al no atender tantos clientes, podemos darnos el tiempo para hacer audiencias por las tardes y de esta manera recuperamos y descomprimimos la mora judicial.

Francisco Palau y Lucas Vieyra, comentaron “Conocemos casos de otros colegas que estuvieron en aprietos económicos”
En cuanto al servicio de administración de Justicia la afectación fue grave porque casi 60 días Tribunales estuvo cerrado y con ello quedó al descubierto lo negativo de no tener un proceso “despapelizado” o digitalizado. Si bien se implementaron soluciones paliativas, éstas no fueron suficientes y el parate afectó de manera severa al sistema judicial y a los ciudadanos en general. A todos nos afectó la cuarentena desde lo económico a unos más y a otros menos. Los colegas que contaban con ahorros pudieron pasar la crisis sin mayores problemas. Pero conocemos casos de otros colegas que estuvieron en aprietos económicos. Sin duda esta crisis nos transformó necesariamente en buenos administradores de recursos escasos.
“La gente no posee los medios económicos para afrontar el pago de honorarios de un profesional” Comento la abogada Sandra Zeman. Nos afectó desde el inicio de la cuarentena y nos afecta actualmente ya que las causas se encuentran prácticamente paralizadas, nuestra labor se ha visto seriamente afectada.
Por supuesto que nos puso en aprietos económicos, sin discriminar entre los noveles abogados y los que ya tenemos una dilatada trayectoria. En mi caso al ser especialista en Derecho Penal, con el nuevo sistema acusatorio, los casos son tomados por los defensores oficiales, ya que la gente no posee los medios económicos para afrontar el pago de honorarios de un profesional experto

ESTÁN DANDO TURNOS PARA EL MES DE DICIEMBRE
Si continúa el sistema, de atención por turnos y la Mesa de Entradas virtual, es un año prácticamente perdido para un profesional del Derecho, ya que todo trámite se demora y se dilatan los plazos para la resolución de las causas o para fijar fecha de audiencias de manera virtual. El tiempo transcurrido no se recupera, al contrario, lo que se inició en febrero de este año con suerte concluirá el próximo año. Estamos subsistiendo, al menos en mi caso, gracias a los ahorros que uno tiene de las causas cuando se podía litigar.
Miguel Torres, manifestó que “La virtualidad que se implementó es una buena idea, pero no está funcionando” La pandemia afectó en todo sentido a los abogados; primero que estábamos imposibilitados de trabajar salvo cuestiones muy excepcionales que eran ínfimas establecidas por la feria extraordinaria. Luego el hecho de no poder asistir a nuestros estudios y tener que armar mini estudios en nuestras casas, estar vedado el contacto con los clientes salvo vía telefónica en un comienzo, luego poder asistir a los estudios en horarios reducidos los cuales muchas veces eran inoficiosos.
Hoy la virtualidad que se implementó es una buena idea pero no está funcionando. Lamentablemente estamos litigando a ciegas muchas veces y existen muchas quejas de los abogados en general de cómo está funcionamiento el sistema. Nos modificó la forma de trabajo a la cual nos tenemos que aggiornar. Sí, afectó muchos los ingresos de los abogados; éste es un año duro, ya se paralizó mucho tiempo la Justicia y luego se habilitó y se levantó la feria pero seguimos trabajando de manera limitada.
Los abogados penalistas fueron los que más trabajaron o al menos tenían más posibilidades en esta feria extraordinaria y los otros fueros la pasaron y pasan muy mal lamentablemente.
El tiempo perdido no se va a recuperar en ningún fuero lamentablemente y es una grave afectación no sólo a los abogados sino también a los justiciables que deben entender que estás cuestiones exceden la labor de sus abogados por las demoras producidas.
Hoy tenemos un sistema de turnos para ir a ver los expedientes los cuales dependiendo el fuero son dados para tres semanas en algunos casos haciendo imposible trabajar de esa forma. Nadie desconoce el cuidado que debemos tener por el Covid-19 y ser lo más responsables posibles, pero se debe flexibilizar y ampliar la asistencia de los abogados a tribunales ya que no contamos con un sistema digitalizado como en el fuero federal que podemos acceder a ver los expedientes vía virtual. En el ámbito penal existen algunas cuestiones que se deberán dar soluciones de carácter urgente sobre todo la implementación de los juicios presenciales con los recaudos necesarios a los fines de evitar la vulneración de derechos y garantías de las partes.
El servicio de Justicia debe ser considerado entre los rubros esenciales que existen hoy en la actualidad por la importancia que conlleva socialmente e institucionalmente siendo uno de los tres Poderes que tiene nuestro país.




domingo, 28 de junio de 2020

LA JUSTICIA SANTIAGUEÑA AL BORDE DEL COLAPSO (nota I)

El ingreso a la vieja fachada de tribunales

El dicho popular, se reafirma cuando se comprueba que no hay ciego más infame que aquel que no quiere ver. Eso está ocurriendo en la cúpula del poder judicial en esta provincia. Hacen oídos sordos a los mensajes que a diario les envían los abogados del medio, no aceptan sugerencias, ni ideas de ningún tipo para dar inmediata solución a la encrucijada que mantiene inactiva a la casa que debe administrar justicia.
Se sabe, que el elenco escogido para representar tamaño poder, no es de los mejores, es más está compuesto por letrados que no pueden exhibir notables pergaminos que garanticen la requerida idoneidad, que se requiere para estar sentado en esos sillones. Sin embargo ahí se mantienen desconociendo lo que a diario ocurre a la entrada de los tribunales.
No se entiende cómo es posible que estén abiertos los bares, mercados, comercios, gimnasios, etc. Y el palacio de tribunales cerrado, produciendo los numerosos inconvenientes que los abogados denuncian desde todos los medios a su alcance. ¿Qué pretenden? ¿Abarrotar aún más los pasillos cargados de expedientes que duermen inexplicablemente apoyados en contra de una pared que ni siquiera la limpian? ¿O que se instaure el negocio de las nulidades sobre todas las sentencia que se dicten en el curso de esta cuarentena?
Tan básicos son, que no entienden que la virtualidad, no puede aplicarse en el ejercicio de la profesión, que requiere la presencia del abogado con la inmediatez del sumario. ¿No quieren trabajar? ¿O acaso pretenden que de aquí en más todo sea resuelto por la vía electrónica dándoles de baja a  los letrados no familiarizados con la informática?
Un diario local se hizo eco de lo que aquí estamos comentando, por lo que resulta practico extraer algunos de los comentarios que aportaron letrados del medio:

QUE DICEN LOS ABOGADOS
Al principio del año observábamos cómo la pandemia del coronavirus comenzaba a asolar al mundo, pero aún la veíamos lejana. Su arribo a nuestro país se dio de forma repentina, en la segunda mitad de febrero y la primera de marzo, cuando se encendieron las alarmas y el Gobierno nacional decretó la cuarentena social preventiva y obligatoria ante los primeros casos. El confinamiento trajo aparejada la paralización de casi todas las actividades laborales, salvo las consideradas esenciales.
La Justicia fue uno de los sectores que vio limitada su actividad. Ello restringió aún más la actividad de los abogados, que no tenían permisos para circular ni atender clientes en sus estudios jurídicos por la DNU nacional.
Todos coincidieron en que se vieron afectados económicamente, en gran medida, con dificultades para sostener sus estudios y los gastos que ellos implican, ya que no pudieron desempeñar su labor durante este primer semestre, principalmente los más jóvenes. Sobre la mirada para lo que resta del 2020 las opiniones son dispares y varios de ellos cuestionarios algunas demoras en la atención y dificultades con la infraestructura e innovaciones digitales que se emplearon.
Los que ejercemos esta profesión de manera liberal nos hemos visto en serios aprietos: en un primer momento al decretarse el aislamiento preventivo social y obligatorio suspendimos nuestra actividad laboral, esto implica que muchas familias que viven de los ingresos cotidianos de esta profesión vieron en riesgo su sustento económico o bajaron notoriamente su nivel de vida.
Luego, en una segunda etapa se autorizó nuestro trabajo, pero de forma acotada- solo los días martes y viernes de 17 a 19 se podía atender a nuestros representados- esta metodología tampoco posibilita un trabajo regular, sumado a que los tribunales -como ya lo mencioné- atravesaba una feria judicial extraordinaria con plazos procesales suspendidos, pero a partir de ese momento fuimos retomando de a poco la actividad.
Es innegable el perjuicio económico que sufrimos todos los profesionales durante los primeros meses de la cuarentena obligatoria, y si bien no podemos hablar de un año perdido, la situación es una: el tiempo que pasó no se recupera.
Por lo tanto, a pesar de los momentos económicos duros que pasamos, confió en que a partir de que se normalice nuestra situación laboral, la económica ira de la mano.