miércoles, 31 de agosto de 2011

DISQUISICIONES

                 Yo no le tengo miedo a los vientos de agosto,
que arrastran sensaciones de dolor que conozco.

Tampoco me preocupan rumores de amenazas
porque son pasajeros, solo hieren y pasan.

Ya volví de una oscura sensación de penuria
no me calló el encierro, ni el odio, ni la injuria.

Me dijeron que el tiempo calma las ansiedades,
cuando no te conmueven, mentiras, ni verdades.

Nunca son las distancias quienes buscan olvidos
es mas fuerte el recuerdo de todo lo querido.

No creas que el silencio mata las emociones
aun callado mantengo intactas abstracciones.

Se vuelve casi siempre a todo lo vivido
casi siempre se vuelve, si nada se ha perdido.

Mas allá de mis luchas tal vez equivocadas
di más lo que tuve y a nadie debo nada.

Pero a pesar de todo lo que no he conocido
estoy agradecido por todo lo vivido.

Quizá por ello mismo, no creo que el destino
me exija rendir cuentas, por lo que no he podido.

Miguel A. Brevetta Rodriguez

martes, 30 de agosto de 2011

SEXO ORAL: AHORA TE TOCA A VOS!

¿Estás disfrutando como te merecés? Si tu respuesta es no, leé ya esta nota; no sabés lo que te perdés


 
¿Estás disfrutando como te  merecés? Si tu respuesta es no, leé ya esta nota; no sabés lo que te perdés -

Admitámoslo: ninguna chica heterosexual entiende del todo el encanto de lo que hay entre sus piernas. Y aunque muchos artistas comparen esa zona de la anatomía femenina con flores y estrellas, la mayoría de nosotras no comprendemos su atractivo. Pero hay algo que es cierto más allá de nuestras impresiones: cuando a un hombre le gustás, cada centímetro de tu cuerpo le parece digno de ser tocado y besado.

Donde sea, los besos expresan deseo, pero cuando sus labios y su lengua se posan "ahí", la señal de devoción es absoluta. Ver a un hombre arrodillado, de cuclillas o recostado a tu merced es una situación con la que no todas las mujeres se sienten cómodas. Para que empieces a disfrutar de ese momento, es hora de que dejes atrás ciertas ideas falsas, prejuicios vintage y pudor.

Tu perfume íntimo

La mayoría de las chicas nos aterramos con la sola idea de no oler a rosas. Este miedo es el principal impedimento para dejarlo bajar. La noticia es que si tu higiene es la normal y tu salud está OK, este ítem no merece tanta reflexión. Olés a mujer, y agradecelo, porque ese olor es más poderoso que la fragancia más exótica. Basta con recordar el importante rol que juegan las feromonas, las hormonas que despiden los animales para invitarse mutuamente al apareamiento, para entender por qué ese aroma excita tanto a tu compañero. En el mundo animal, ése es el recurso de seducción por excelencia. Olvidate de ser una señorita y guiate por el instinto.

Tu sabor personal

Tu gusto está directamente relacionado con el punto anterior, lo cual puede ayudarte a entender por qué para él sos deliciosa. Una vez más: el sexo nos retrotrae a un nivel de comunicación instintiva, básica, animal y ¡maravillosa! No juzgues tu sabor con parámetros gourmet. No existe el "rico" o "asqueroso" en los términos con que entendés las demás cosas que te llevás a la boca. Y hablando de eso, ¿acaso vos pensás que íntimamente él sabe mal? Usualmente, cuando el deseo se apropia de nosotras, ni pensamos en eso.

Revelale el misterio

Tal vez esa textura de rugosidad húmeda con la que estás dotada no te parezca nada muy tentador, pero ahí radica, en gran parte, el misterio femenino. Nuestro cuerpo no es tan obvio como el de ellos. En nuestra anatomía, nada se despliega ante los ojos de un hombre sin exigirle cierto esfuerzo e investigación. Para los hombres, esa zona es un enigma. Dejalo que baje e investigue . Es probable que te termine enseñando cosas sobre tu propio cuerpo que ni vos sabías y que revelen juntos el intrincado acertijo del deseo femenino.

El placer es contagioso

Se podría deducir que en esa extraña posición y durante esa "dura" tarea, él se aburre, pero ¿estás tan segura? No hay manera de que para él no sea terriblemente excitante oírte gemir y suspirar. Eso, claro, siempre y cuando te lo permitas. Pensá que el mayor placer de dar sexo oral es ver el placer del otro . No sólo porque está buenísimo que nuestro compañero disfrute, sino porque está buenísimo saber que somos nosotras las que lo provocamos. Eso les sucede a ellos cuando se ponen manos (¡o lengua!) a la obra, porque saben que el placer es contagioso.

Disfrutá el poder

Desde Bill Clinton hasta la película porno más clásica, ellos disfrutan de sentirse "atendidos" por señoritas. Nada parecido les pasa a las chicas. La culpa, el pudor y hasta la pena por el compañero son sentimientos más comunes en nosotras. Olvidate de esto y empezá a entender el sexo como una celebración de lo que sos . Y si el mambo del poder sigue incomodándote, pensalo de otra manera: permitite recibir este mimo.

Extraña sensación

Tu incomodidad a la hora de recibirlo ahí abajo es física, es decir, él te molesta o te raspa con lo que hace: puede que no sea problema tuyo y que él esté haciéndolo mal. ¿Qué es hacerlo mal? Sólo vos podés saberlo. No a todas las chicas les resulta lo mismo. No existe una fórmula sobre lo que funciona, y es por eso que vos tenés que ponerle onda . Si todavía no disfrutás del sexo oral, tal vez no te conozcas tanto como para guiarlo. Exploren juntos, entonces, tal vez él te deje con la boca abierta...

SEXO CON CULPA

¿Por qué ciertos deseos, fantasías o conductas sexuales encienden la alarma de "lo que no está bien"? ¿Qué estás dispuesto a hacer con lo que tanto pide tu cuerpo y tu mente?  



¿Por qué ciertos deseos, fantasías o conductas sexuales encienden la alarma de "lo que no está bien"? ¿Qué estás dispuesto a hacer con lo que tanto pide tu cuerpo y tu mente? Por Juan Yesnik




Por Juan Yesnik
Especial para RevistaOHLALA.com


     Ante todo, dejémoslo en claro: la culpa es una sensación, un sentimiento negativo que surge cuando creemos haber transgredido alguna norma. En este sentido, ¿qué cosas suelen o podrían hacernos sentir culposos en material sexual?

Más allá del sinfín de posibilidades, universales y personales (sobre las que ya intentaremos avanzar), debemos reconocernos como hijos de una cultura donde la moralidad sexual inhibe y, en la mayoría de los casos, limita y atenta contra el bienestar físico y emocional.

Por lo pronto, desde lo más básico y primario, somos parte de una sociedad consensuada en torno a la heterosexualidad y la monogamia. Todo lo que escapa a "lo estándar" transgrede "lo que hemos aprendido". A partir de esta premisa, podemos comenzar a sumar todos los otros aspectos del escenario de la vida sexual, muy pocas veces reconocida como algo natural y saludable, donde la culpa es la "alarma" frente al "pecado" o a "lo que no corresponde".

El sentimiento de culpa asoma como la tarea del celador o del custodio personal del deseo. La culpa, en definitiva, funciona como un mecanismo interno de control frente a ciertas conductas o pensamientos. De hecho, podemos llegar a sentirnos culposos por el sólo hecho de tener ciertas fantasías sexuales o sueños eróticos. Un primer escenario interesante para empezar a escuchar y a hacernos responsables de nuestras pulsiones o "voces interiores".

Es importante identificar y aceptar lo que nuestras mentes rumian o piden a gritos. Los bebés lloran porque tienen hambre y callan cuando consiguen la leche y el abrazo que tanto necesitan; "el cuerpo" (de pies a cabeza y desde la piel hasta el centro de las entrañas) también llora cuando se le inhibe de la posibilidad de sentir, explorar y alimentarse de ciertos nutrientes emocionales. Cuando recibe y vive lo que desea, "el cuerpo" se reconforta y se estabiliza.

Buen momento éste para regalarse, al menos, la posibilidad de tomar contacto con eso que tanto deseamos, con lo que solemos reprimir o con lo que podemos llegar a censurar por culpa. Incluso, para quienes hayan sorteado "la primera línea", preguntarnos si vale la pena, o no, sentir la supuesta condena de la moralidad sexual.

¿Culpa por tener sexo en una primera cita?, ¿por gozar con alguien "prohibido" o que no está bien visto?, ¿por practicar más de una técnica o posibilidad de goce?, ¿por fingir un orgasmo?, ¿por pensar en otros cuando estamos con ellos?, ¿por alguna infidelidad?, ¿por tener curiosidad por experiencias homosexuales?...

En definitiva, son nuestras creencias las que condicionan hasta la más "condenable" de las prácticas o deseos. Cada quien sabe qué y hasta dónde y, sino, salir en busca de nuevas posibilidades de entender el sexo y sus "limitaciones".

Esta nota no ofrece soluciones sino que invita a hacernos cargo de lo que estamos dispuestos a vivir y a cómo vamos a hacerlo. El sexo es una elección (racional y emocional) responsable.

Entonces: ¿qué es lo que tanto deseamos?, ¿qué es lo que nos despierta tanta curiosidad?, ¿qué será mejor para nosotros: evitarlo u ocuparnos? ; ¿Y si lo charlamos (pareja, amigo, profesional.)?, ¿qué estás dispuesto a perder o ganar?, ¿habrá que pensarlo demasiado o ponerlo en acto sin dar tantas vueltas?, ¿cuál es el límite?, ¿cuál es la culpa?, ¿es culpa?

lunes, 29 de agosto de 2011

LA INFIDELIDAD EN TIEMPOS DE INTERNET


                                El boom de un sitio que invita a vidas paralelas y otros pecados


"La vida es corta. Ten una aventura." Ese es el eslogan de Ashley Madison, un sitio web de origen canadiense diseñado para hombres y mujeres casados que anden con ganas de ser infieles a sus parejas. A diferencia de otros sitios que se posicionan como lugares donde solas y solos pueden encontrar un amor, Ashley Madison se anuncia abiertamente como todo lo contrario: en vez de lugar de encuentro de almas solitarias, advierte de entrada que es para personas atadas por el matrimonio; en vez de la ilusión de un amor duradero, promete aventuras fugaces y sin consecuencias. "La marca más reconocida en infidelidad", pregona otro de sus eslóganes. Por supuesto, miles de voces indignadas se hicieron sentir en cada uno de los países donde la compañía estrenó operaciones, pero esos reparos no lograron evitar que la cantidad de usuarios del sitio se multiplicara en forma vertiginosa, trepando de los 60.000 del primer año a 550.000 en el segundo, y a más de cuatro millones, siete años después.

Ashley Madison fue creada por Darren Morgenstern, un empresario que en 2000 notó que a pesar de que los sitios de encuentros en Internet dejaban ganancias millonarias, no había ninguno diseñado especialmente para adúlteros. Inauguró la página en 2002, con una inversión inicial de 10.000 dólares. Para echar a rodar el negocio, le bastó poner unos pocos anuncios en la sección de clasificados del Toronto Star. En 2007, Ashley Madison había crecido tanto que Morgenstern decidió venderlo a Avid Life Media. Al frente del grupo se encontraba Noel Biderman, un abogado que desde entonces logró multiplicar por diez los usuarios del sitio.

Biderman, un padre de familia que dice estar felizmente casado, dejó atrás los anuncios en diarios y revistas, y en su lugar lanzó una osada campaña en televisión. Uno de los spots publicitarios muestra a una pareja semidesnuda, besándose apasionadamente. En la pantalla, un cartel dice: "Ellos están casados". La pasión crece, y aparece el segundo cartel: "Pero con otras personas". En otro comercial, un hombre intenta dormir mientras, a su lado, una mujer obesa y francamente fea ronca a todo pulmón. El locutor explica: "Cualquiera puede huir de una noche con la mujer equivocada... pero huir es más difícil si es tu esposa". Un tercer comercial muestra a una chica que intenta despertar el deseo de su marido, que mira la tele con cara de idiota. "Sally no sabía qué hacer," dice un jingle alegre y contagioso. Cada vez más corta de ropas, Sally se contonea frente al marido, sin resultado. En la última escena, Sally, de lo más sonriente, sale del "Hotel 69" con un apuesto señor. Por si queda alguna duda, el jingle concluye: "Ser infiel es emocionante. ¡Ten una aventura!"

La polémica originada por semejante campaña ha contribuido al crecimiento del sitio aún más que los comerciales. Recientemente, ESPN se negó a transmitir un anuncio de Ashley Madison alegando que el canal no está a favor del adulterio. "Me sorprendió la decisión de ESPN", dijo Biderman. "Si transmite anuncios de Viagra y de cerveza, ¿por qué no puede hacerlo de Ashley Madison?" La discusión llevó miles de nuevos usuarios al sitio. Lo mismo sucedió cuando, ante la queja del dueño de un edificio, la compañía tuvo que retirar un inmenso cartel que había colocado en Times Square. En vez de contrariado, Biderman estaba feliz: 150.000 neoyorquinos se suscribieron a la página esa semana.

"¿Cómo puede vivir en paz promoviendo el adulterio? -le preguntó un periodista de CNN-. ¿Acaso no le importa deshacer matrimonios, perjudicar la vida de los hijos, destrozar familias?" Con calma, Biderman respondió: "Ningún comercial de treinta segundos lleva a cometer adulterio. La gente no es infiel porque nosotros se lo hagamos más fácil, sino porque está insatisfecha con su matrimonio". En otro programa, Biderman afirmó que Ashley Madison salva más matrimonios de los que destroza: "Ayudamos a la gente a encontrar pasión en otro lugar, sin necesidad de divorciarse", explicó.

En la Argentina, la página abrió -con otro nombre- hace unos meses. El eslogan local es "el verdadero secreto para un matrimonio duradero". Aunque no estoy casada, y sospecho que los buenos matrimonios no se basan precisamente en la infidelidad, decidí anotarme en el sitio. Tenía curiosidad por ver cómo funcionaba, la membresía para las mujeres es gratuita y, además, pensé que lo que aprendiera podría servirme para la nueva novela que estoy escribiendo.

En cuanto creé mi "perfil", empezaron a llegarme decenas de mensajes de señores que querían chatear conmigo, conocerme o invitarme a cenar. Uno de ellos se presentaba con una foto en la que se lo veía timoneando una lancha por el Delta. "Maduro, en plenitud de su vida, desea relacionarse con dama distinguida, culta, femenina, dispuesta a encuentros discretos con cierto compromiso de pareja." Otro, un arquitecto de 41 años, me ofrecía "una amistad sincera; un espacio que sólo nos pertenezca a vos y a mí".

Un empresario de 48, que decía estar en una relación, pero sin sexo, me dijo: "Quiero volver a disfrutar. Me encanta mimar a las damas. Me agradan las charlas con cierto nivel. Soy romántico y apasionado, y creo ser un buen tipo".

Por cada siete u ocho mensajes similares a los anteriores, de pronto aparecía uno en el que lo único que se veía era, ¡oh, sorpresa!, fotografías censura triple X, con primerísimos planos explícitos, burdos y ofensivos. Sin embargo, la mayoría de los hombres con los que crucé e-mails me parecieron personas sensibles y con una visión de la vida bastante más romántica y compleja de la que el sitio intenta vender. Aunque algunos me dijeron que amaban a sus esposas y otros más bien parecían detestarlas, me dio la impresión de que lo que todos compartían era la sensación de que les faltaba algo fundamental..., algo sin lo cual sus vidas parecían perder sentido.

"Quisiera volver a encontrar la pasión, el entusiasmo, el humor, las ganas de mimar", me escribió uno que decía llamarse Oscar. Arturo lo expresó de esta manera: "No me gusta la promiscuidad ni saltar de una cita a otra. Sólo quiero encontrar alguien con quien pasar ratos inolvidables; si vienen de la mano de mimos y ternura, mucho mejor". Un economista que vivió muchos años en Europa, me dijo: "Busco una dama para disfrutar juntos lindos momentos: baile, cenas, tal vez algunas escapadas los finde..., en fin, disfrutar un poco, que para eso estamos aquí".

Esa última frase me dejó pensando. Apuntaba no sólo a una carencia, sino a una filosofía de vida: para eso estamos aquí, para disfrutar. Es decir, esos señores se habían anotado en el sitio porque, a pesar de haber formado familias y tener éxito profesional, sentían que sus momentos de disfrute eran tan escasos que sus vidas empezaban a perder sentido. Me pareció que esa ausencia de placer tenía que ver con algo más profundo que la insatisfacción sexual. Como me explicó Miguel: "Puede haber muchas razones para anotarse aquí, pero creo que la primera de todas es estar acompañado y sin embargo sentirse solo; la segunda, son unas ganas enormes de volver a creer y a soñar."

Las usuarias del sitio con las que pude conversar esgrimieron motivos similares: "Quiero a mi esposo -dijo Susana-. Pero algo se ha perdido entre nosotros. No se trata sólo de que no hacemos el amor desde hace meses. Es más que eso: perdimos la camaradería, el humor, la ternura." Vi repetirse las mismas palabras una y otra vez: ilusión, disfrute, complicidad, ternura. Yo les contaba que buscaba entender lo que llevaba a tantas personas a suscribirse al sitio, y las respuestas que recibía eran diversas en lo anecdótico, pero similares en lo sustancial: se sentían solos, vacíos; anhelaban llenar esa ausencia.

"No estoy en esto por deporte, ni me interesa jactarme en reunión de amigos", me dijo Miguel. "Estoy acá porque una relación en este mundo paralelo puede compensar la carencia de afectos, despertar la pasión, crear un clima en el que ambos se piensen y se contengan." Miguel me conmovió, nos escribimos bastante: hablaba de sus hijos con un afecto profundo; extrañaba al mayor, que ya no vivía con él. Le pregunté con quién conversaba sobre lo que hacía en el sitio. "Nadie, ni siquiera mi mejor amigo sabe de mi vida paralela", me confesó.

Las líneas paralelas son aquellas que, por más que se prolonguen, nunca se encuentran, nunca se tocan. Me entristeció la soledad de Miguel: nadie sabe de esta vida suya, tan verdadera, tan cerca y tan lejos de la otra, al mismo tiempo. ¿Quién conoce a Miguel, realmente? ¿Quién conoce a los millones de usuarios del sitio?

Empecé a imaginar a todas esas personas casadas, viviendo juntos como extraños, llevando vidas paralelas de las que no le hablan a absolutamente nadie. Cuando cualquiera de ellos muera, ni sus amigos ni sus parejas, ni sus hijos sabrán quién era la persona que se ha ido y a la que lloran: qué la hacía sufrir, qué fondo de soledad ocultaba, qué la llevó a forjarse una identidad distinta con la esperanza de encontrar, en ese otro lado del espejo, una vida más plena, más auténtica, más feliz.

Justo antes de borrar mi perfil, me entero de que en Estados Unidos las versiones de Ashley Madison para iPhone y Blackberry figuran entre las aplicaciones de software más populares de los últimos meses. Imagino a millones de personas entrando en el sitio desde el subte, desde oficinas, desde rincones oscuros de sus casas. Entro en mi cuenta por última vez. Hay varios mensajes nuevos. ¡Tanta gente sola, aunque esté acompañada! Un señor me dice que quiere dar y recibir cariño; encontrar la magia de nuevo; sentirse deseado y plenamente vivo. Pienso que aunque él no lo sepa, lo que quiere es amar y ser amado. Borro mi cuenta. ¿No quiero yo también lo mismo? ¿No queremos todos, cada cual a su modo, lo mismo, siempre?
© La Nacion

POR QUÉ ELLA ARRASÓ.

 Por Luis Majul.

Estas son 15 razones que explican por qué la Presidenta Cristina Fernández obtuvo la mayor victoria en una elección nacional desde 1983 hasta ahora.

• Porque incorporó a más de 3.500.000 de menores de 18 años a la Asignación Universal por Hijo (AUH), lo que definió el voto de la mayoría de las familias que lo reciben.

• Porque recuperó y aumentó el porcentaje de votos de clase media y media alta que había perdido en 2007 en la Ciudad de Buenos Aires, La Plata, Bahía Blanca, Rosario, Santa Fe y Mendoza Capital.

• Porque desde 2003 hasta ahora la política económica configuró un país parecido a la provincia de Santa Cruz. Hoy, en la Argentina, más del 40 por ciento de la población depende, de manera directa o indirecta, del Estado. Es decir: a través del empleo público, los planes sociales o el acceso a la jubilación sin el cumplimiento de los requisitos mínimos que se les exigía hasta 2008.

• Porque después de la crisis de 2008 y la derrota legislativa de 2009, la ocupación empezó a crecer de manera sostenida. Además, del total del nuevo empleo que se creó, el 70 por ciento es trabajo público.

• Porque de los más de 1.200.000 nuevos votantes, más del 50 por ciento lo hizo por Ella.

• Porque al crecimiento sostenido e ininterrumpido durante treinta y cuatro trimestres seguidos hay que agregar un boom del consumo inédito y superior al de la convertibilidad con el dólar uno a uno y el deme dos de Carlos Menem y Domingo Cavallo.

• Porque el hiperconsumo se basa en productos que producen satisfacción inmediata: televisores, autos, motos, computadoras, celulares y zapatillas e indumentaria deportiva. Se trata de bienes que provocan la sensación cierta de ascenso social.

• Porque los salarios de los empleados en blanco fueron aumentando, a través de las paritarias, a un ritmo parecido al crecimiento de la inflación.

• Porque para todos esos sectores, más o menos ideologizados, Ella tuvo un discurso y una acción apropiados. La AUH, la ley a favor del matrimonio igualitario y los aspectos en apariencia progresistas de la Ley de Medios son solo tres de los ejemplos más claros.

• Porque después de la muerte de Él, Ella subió, de un día para el otro, un 20 por ciento su intención de voto. Para ser precisos: desde el 12 por ciento en octubre de 2010 al 32 por ciento en noviembre del mismo año.

• Porque desde ese momento pronunció un promedio de más de dos discursos por día, en el que siempre mezcló, en dosis perfectas, su dolor personal con los datos positivos de la economía.

• Porque esos anuncios 'fuera de campaña' abarcaron todos los sectores de la economía. Desde la escuela número mil con el nombre de Néstor Kirchner hasta el lanzamiento de la Televisión Pública Satelital. Desde la presentación de un nuevo modelo de auto hasta la entrega de laptop para los alumnos de la escuela primaria.

• Porque desde el mismo instante en que Ella le dio su último adiós, todo el gobierno, el Frente para la Victoria y La Cámpora empezaron a trabajar día y noche para ganar las elecciones de octubre, mientras los dirigentes de la oposición permanecían neutralizados, confundidos y sin reacción.

• Porque, a partir de ese momento, ningún líder de la oposición -excepto Jorge Altamira y Hermes Binner- hizo una campaña capaz de neutralizar la máquina de dar buenas noticias del gobierno nacional.

• Porque todavía, después de la campaña para las primarias, ningún candidato de la oposición dijo claramente qué pensaba hacer, por ejemplo, con la AUH y los demás planes sociales, Aerolíneas Argentinas, el Fútbol para Todos, las tarifas de luz, gas y agua, el crecimiento de la inflación, el aumento de la pobreza y la inseguridad.

A los hechos de corrupción, el enriquecimiento de muchos funcionarios y los escándalos de último momento como los de Sergio Schocklender o los departamentos del juez Raúl Eugenio Zaffaroni no se los puede computar. Los votantes suelen castigan este tipo de conductas solo cuando perciben que el bienestar económico empieza a derrumbarse.
Fuente: El Cronista Comercial

EL SEXO EN LA MAQUINARIA CULTURAL

En 2009 la prestigiosa investigadora británica Sheila Jeffreys publicó un demoledor ensayo contra el comercio global del sexo. “La industria de la vagina” acaba de ser traducido al castellano y publicado en nuestro país. La pornografía (una industria que genera 100 mil millones de dólares al año), la prostitución (legalizada en varios países del Primer Mundo) y la trata de personas, al banquillo.

Por Alejandro Bellotti  
Renta. En 2007 y sólo en los EE.UU., la industria sexual (que incluye tanto a proxenetas como a grandes empresarios) generó ganancias por 13.330 millones de dólares.

Las hay rosadas, diminutas, tiernas, enormes, ásperas, carnosas, húmedas, escuálidas, naturales, reacondicionadas. (Para quien nunca pesquisó un ejemplar, bien vale la inversión en el fabuloso La petite mort, recientemente editado en el país por Taschen.) De todas maneras, cualquiera sea su forma, tamaño o color, la vagina es la materia prima que aceita un negocio fenomenal que tiene a la prostitución y a la pornografía como sostenes del espinazo. Por ejemplo: sabemos que en China la prostitución representa el 8 por ciento de la economía, unos 700 mil millones de dólares al año; advertimos el caso de Holanda, país que legalizó la prostitución prostibularia en 2001, donde el índice alcanza el 5 por ciento del PBI. Sabemos también que esta fenomenal fábrica movilizadora de fondos incluye a los consabidos clubes de striptease, los cuales producen ganancias cercanas a los 75 mil millones de dólares a nivel global (un gran burdel, como el Daily Planet de Melbourne, consigue albergar hasta 150 mujeres en un edificio de cuatro plantas). Si bien la pornografía, debido a la vertiginosa transformación tecnológica, se vuelve presa difícil para el cazador analítico, diversos estudios coinciden en que son 100 mil millones de dólares al año los que genera en todo el mundo (en 2007 las ganancias, solamente en los Estados Unidos, se estimaron en 13.330 millones de dólares). La industria del sexo, una red que activa pingües dividendos para proxenetas y tratantes de personas, desde ya, pero también para empresarios, hoteleros y aerocomerciales, beneficiados por la expansión del turismo sexual.

Afirma Michel Foucault en La voluntad de saber (1976), primer tomo de Historia de la sexualidad: “Al crear ese elemento imaginario que es el ‘sexo’, el dispositivo de sexualidad suscitó uno de sus principios internos de funcionamiento más esenciales: el deseo del sexo, deseo de tenerlo, deseo de acceder a ello, de descubrirlo, de liberarlo, de articularlo en discursos, de formularlo en verdad. Constituyó ‘el sexo’ mismo como deseable”. La explotación de ese deseo parió una línea de montaje que no sólo recluta toneladas de dinero, sino que también causa daños físicos y psicológicos a sus operarias. Hace ya algunos años la teórica lesbiana Monique Wittig había demostrado de qué manera la reducción de las mujeres a “la categoría de sexo” contribuyó a su opresión. En El cuerpo lesbiano (1973) señala que las mujeres se han convertido en “el sexo mismo (…) Sólo las mujeres tienen un sexo: los varones son la norma y no lo tienen”.

En sintonía, muchas investigadoras feministas batallan en el campo para perforar la epidermis del orden hetero-normal que la pornografía y la prostitución reafirman como práctica. Sheila Jeffreys es una de ellas. Nacida en Londres en 1948, a comienzos de los años 90 emigró a Melbourne, Australia, curiosamente el primer país del mundo libre en legalizar la prostitución de prostíbulo y compañía. Allí germinaron su militancia lésbica y el grueso de sus estudios de género, los cuales son bibliografía obligatoria al momento del debate.

Es catedrática en la Escuela de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Melbourne y ha publicado, entre otros, Anticlimax (plantea allí que la liberación femenina no será posible mientras se considere sexy su subordinación), Beauty and Misogyny y La herejía lesbiana (el cual trata sobre la fragmentación de la comunidad lésbica como consecuencia de los ataques contra la política lesbiana). Es fundadora de la ONG Australian Branch of the Coalition Against Trafficking in Women (Sede Australiana de la Alianza contra el Tráfico de Mujeres), desde donde dispara sus dardos de polemista radicalizada. Sus planteos operan en discursos contra la trata, los tratantes, la prostitución y la pornografía, desde luego, pero también proclamas contra las activistas heterosexuales, a quienes considera enemigas naturales del feminismo auténtico y revolucionario. Cuando en febrero de 2009 publicó The industrial vagina. The political economy of the global sex trade (La industria de la vagina. La economía política de la comercialización global del sexo) se produjo un revuelo más o menos considerable, y predecible, en los núcleos centrales de producción cultural.

Lógicamente, la mecánica editorial hace que a casi dos años y medio de esos intensos debates, la publicación en castellano de Paidós suscite un eco fantasmal, una suerte de manifiesto con delay.

El luminoso ensayo se estructura en nueve capítulos y es atravesado por tres ejes: la pornografía, la prostitución (legalizada o no, matrimonial, militar, y más) y la trata de personas para fines de explotación sexual. Abre el volumen un repaso historiográfico que explica de qué modo, hasta bien entrados los años setenta, había un consenso más o menos establecido de los beneficios suscitados de la ilegalización de la prostitución, y cómo a partir de la década del ochenta, con la victoria del neoliberalismo, se promovió la idea contraria: legalizar la prostitución e incorporarla al mercado transnacional. La autora no pierde oportunidad entonces para enfilar sus tanques contra el capitalismo en su versión neoliberal, el cual reconstruye “la prostitución como una fuerza de trabajo legítima”, y contra quienes desde distintas organizaciones abrazan la descriminalización de la prostitución. En uno de los capítulos más jugosos driblea por cuestiones del lenguaje y devela cómo se incorporan al carrusel de la cotidianidad palabras como “trabajo sexual”, “clientes”, “proveedores de servicios” (retórica pregonada por terapeutas sexuales). “El uso de la lengua comercial en relación con la prostitución eclipsa el carácter dañino de esta práctica y facilita el desarrollo mercantil de la industria global”, asegura Jeffreys, para derrapar, en otro capítulo titulado “El matrimonio y la prostitución”, en las implicancias nocivas del compromiso heterosexual. Leemos: “Los elementos tradicionales del matrimonio no han desaparecido por completo en las sociedades occidentales, incluso en el caso de mujeres educadas que tienen empleos y son profesionales con buenos ingresos. El derecho de los hombres al uso sexual del cuerpo femenino no ha desaparecido, sino que permanece como un sobreentendido en las bases de las relaciones heterosexuales en general”. Otro de los fenómenos analizados es el de las llamadas comfort women, esclavas sexuales de los japoneses en los países ocupados durante la Segunda Guerra Mundial. Su tesis patina sobre la idea de que la industria global del sex trade está alimentada, en buena medida, por el militarismo expansionista. Soldados inyectados en conflictos bélicos –Corea del Sur, Tailandia, lo mismo da– abandonan, en sus días francos, los campamentos para satisfacer sus deseos. Una práctica por demás difundida aún hoy entre las tropas hiperprofesionalizadas.

Acompañamos el análisis y encontramos que en los años 80, cuando se produjo la revolución sexual lesbiana –valorada por algunos investigadores–, “el poder masculino quedó reafirmado mediante el reclutamiento de las mujeres para el coito y la orquestación de su respuesta sexual ante la connotación erótica de su propia subordinación”. Estas revoluciones, considera la investigadora, no hicieron más que nutrir la legitimación de la industria del porno y de los manuales sexuales, incluida las reuniones del tipo tupperware en las cuales se venden consoladores, sí, pero también los lubricantes para conseguir un mejor deslizamiento. La mujer-objeto en su máxima expresión: “A lo largo de este siglo toda una avalancha de manuales de educación sexual ha tratado de adaptar a mujeres díscolas e ineptas a su función de eficaces agujeros para el pene mediante diversos remedios, desde lubricantes hasta terapias y cirugía médica”.

Sobre el final del libro, y en oposición a lo que sostienen organizaciones como Scarlet Aliance o NSWP (pro-legalización), Jeffreys ejecuta su último gran acto, militante sí, bregando por una transformación cultural que eclipse, de una vez y para siempre, el orden dominante. “La vagina se convierte en el centro de un negocio organizado a escala industrial, aunque siga ligada a una serie de problemas inevitablemente asociados con este uso particular del interior del cuerpo femenino: el dolor, el sangrado, la abrasión, el embarazo, las enfermedades de transmisión sexual y los daños psicológicos que resultan del uso del cuerpo de la mujer como instrumento para el placer del hombre”.

viernes, 26 de agosto de 2011

LOS DEBERES DE LA OPOSICIÓN

 

por Jorge R. Enríquez (*)

              Transcurridos doce días desde las extrañas elecciones que debían ser primarias y sólo fueron una curiosa encuesta nacional, la oposición sigue asombrada por la abultada diferencia que obtuvo el oficialismo.

 Esa perplejidad es entendible, ya que es la misma que sufre la mitad de la sociedad, aquella que esperaba que de esas elecciones surgiera un candidato opositor que pudiera concentrar en octubre las voluntades de gran parte del arco no oficialista.
 Pero los políticos, a diferencia de las personas comunes, no deben  limitarse a comentar la realidad: su tarea es intentar modificarla.
 Lo primero que se advierte es un prematuro espíritu derrotista en las principales figuras de la oposición. Casi todos dan por sentado que la señora de Kirchner ya fue reelecta. No siempre lo dicen explícitamente, aunque lo sugieren al señalar que ahora se concentrarán en obtener la mayor cantidad de bancas legislativas.
 Es cierto que, con las cifras que arrojaron las "primarias", es altamente probable que la actual presidenta obtenga su reelección; o, más bien, su "re-reelección" si es verdad que, como el oficialismo siempre ha dicho, ella y su extinto marido conformaban un todo inescindible. Por lo menos, la propaganda kirchnerista y los frecuentes discursos de la señora de Kirchner siempre se remontan al 25 de mayo de 2003 como la fecha de inicio de un ciclo que estiman como una gesta histórica.
 Sin embargo, recién el 23 de octubre se realizará la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Sin negar el enorme impacto político que tuvieron los comicios del 14 de agosto, es necesario recordar que en ellos no se eligió nada; sólo se habilitó a presentarse en las elecciones generales a los candidatos que superaron cierto piso electoral.
Tal fue el caso de Jorge Altamira que, merced a una ingeniosa campaña en redes sociales, impulsada por algunos periodistas, y la existencia de un margen de voto frívolo, logró obtener muchos más sufragios que los que corresponden a las preferencias que su partido despierta en la sociedad.
 Faltan dos meses para tales elecciones. En la dinámica política de la Argentina y más aún en el presente con el marco de un mundo convulsionado, en dos meses pueden suceder muchos episodios que incidan sobre el escenario electoral.
 ¿Qué debería hacer la oposición?
 En primer lugar, abandonar ese espíritu derrotista. Quien no espera vencer, ya está vencido. El 14 de agosto se sacó una foto. El 23 de octubre esa postal puede ser distinta. Mejor dicho, será necesariamente distinta, aún cuando no suceda nada especial en el medio.
 En segundo lugar, la oposición debería acordar que sólo una de las fórmulas presidenciales siguiera efectivamente en carrera. Esto puede hacerse de dos modos: a) por la renuncia de las demás; b) porque, pese a que formalmente nadie se "baje", se haga correr la voz de que es necesario apoyar al candidato X.
 La opción a) es difícil de concretar, porque los candidatos a legisladores y otros cargos electivos de los partidos cuyos candidatos presidenciales se "bajen", quedarían sin la cobertura de una fórmula presidencial, que en la lista sábana horizontal suele traccionar a las demás candidaturas. No obstante, si la propia gente al margen de los partidos, decide encauzar su voto en solo uno de los candidatos, el efecto será que los candidatos a legisladores de los demás partidos también serán castigados.
 Idealmente, entonces, debería apoyarse a una y sólo una de las fórmulas presidenciales, y los partidos no favorecidos por esta opción deberían hacer una fuerte campaña por el corte de boleta en favor de sus otros candidatos.
 Todo esto, claro, es más fácil de postular que de hacer, porque la misma desconfianza recíproca que impidió que hubiera uno o a lo sumo dos frentes opositores conspira contra ese objetivo.
 Pero la necesidad tiene cara de hereje. Acaso el peligro de hacer una pésima elección y de dar paso a un gobierno hegemónico que agudice rápidamente sus tendencias "bolivarianas" obre como un poderoso disuasivo.
 Un problema adicional lo plantea el hecho de que quien aparece, pese a haber salido cuarto, como quien más podría crecer el 23 de octubre, es Hermes Binner, quien, en rigor, no jugó seriamente a ganar esta elección sino a consolidarse con vistas al 2015. Las declaraciones de algunos dirigentes de este sector durante los últimos días apuntan a la preservación de cierta supuesta pureza ideológica. Y ya se sabe que los puros tienen escasa flexibilidad para los acuerdos. Además, el socialismo fue de los opositores más complacientes con el kirchnerismo, al que le votaron algunas leyes muy importantes, por caso este mamarracho de ley electoral.
 Pero no son momentos para andar pidiendo análisis de sangre. O lo hacen los partidos o debe hacerlo la sociedad: hay que conformar en los hechos una gran coalición opositora para el 23 de octubre, alrededor de quien aparezca mejor ubicado.
 Para eso, antes que nada hay que tener garra y voluntad de ganar, pese a todas las adversidades.
 No les vendría mal a nuestros políticos recordar los versos de Almafuerte: “No te des por vencido, ni aún vencido; no te sientas esclavo, ni aún esclavo”.


(*) El autor es abogado y periodista
                                                                 

martes, 23 de agosto de 2011

EL MISTERIO DE LOS SUEÑOS EROTICOS

Dime con qué sueñas y te diré qué fantasías escondes; aunque no siempre todo es lo que parece. Por Juan Yesnik.

Dime con qué sueñas y te diré qué fantasías escondes; aunque no siempre todo es lo que parece. Por Juan Yesnik 
 
Por Juan Yesnik
Especial para RevistaOHLALA.com


Los sueños eróticos son sensaciones o vivencias compuestas por imágenes de contenido sexual. Para Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, en todo sueño se anida un deseo reprimido. Sin embargo, en los sueños sexuales o eróticos también suelen disfrazarse otros aspectos relacionados con nuestros miedos y ansiedades; cuestiones que reprimimos por temor a enfrentarlas o asumirlas.

Es inevitable que se relacionen los sueños eróticos con las fantasías sexuales, pero no siempre son lo mismo.

Si bien pueden parecer irrealizables, las fantasías son deseos en los que hemos pensado o imaginado. Así los reprimamos, es algo que nos gustaría que ocurriera (al menos hemos pensado en ello). Los sueños, hablan de nuestro inconsciente. Son representaciones simbólicas, muchas veces impensadas como propias, que no siempre deben ser interpretadas en forma literal.

En definitiva, los sueños eróticos no siempre son fantasías sexuales reprimidas. Una mujer puede soñar, en forma esporádica o recurrente, que tiene sexo con otra mujer. Pero ese sueño lésbico, único o reiterado, no siempre significa que ese sea su verdadero deseo. Pueden estar librándose otras inquietudes o ansiedades, relacionadas, por ejemplo, con otros aspectos de la femineidad o de la relación con otra u otras mujeres, que eligen esta forma para expresarse. Sería un error pensar que todos los sueños similares tienen una misma interpretación.

Como en una película de ficción, en los sueños proyectamos muchos otros deseos y temores. Si bien en los sueños habla el inconsciente y podemos liberar fantasías ocultas, nuestra mente tiene la capacidad de crear y dirigir superproducciones merecedoras de un Oscar, que en nada pueden parecerse con nuestras fantasías más íntimas y auténticas. Como en las novelas, vale en estos casos también la idea de "cualquier similitud con realidad es pura coincidencia".

Hay sueños eróticos que, además de un alto contenido sexual, pueden rozar con el morbo, la perversión, la violencia o la marginalidad. Es muy probable que los sueños eróticos sean muy distintos a la conducta sexual y social que practicamos en la vida real. Muchas personas viven preocupadas creyendo que "eso" está escondido en su "mente" y cargan con la culpa y el temor por la "monstruosa pesadilla" que se despertó en ellos mientras dormían. Como estos, miles de ejemplos, tantos como sueños eróticos podamos recopilar. No nos alcanzarían ni mil y una noches para conocer tantos sueños eróticos posibles.

Se cree que el hombre tiene el doble de sueños eróticos que las mujeres. Los sueños eróticos masculinos suelen estar acompañados por erecciones y poluciones nocturnas. No hay demasiados registros de orgasmos femeninos en sueños. Ocurre que las mujeres son más reticentes a confiar los extremos eróticos que pueden alcanzar mientras duermen. Se supone que cuanto más inhibidas o temerosas sean esas mujeres, más extrañas, perversas o marginales pueden llegar a ser sus producciones oníricas.

Claro está que deberíamos consultar con un profesional cuando algo de nuestros sueños nos resulte disfuncional o nos despierte la más mínima preocupación. Muchas veces los sueños son los que despiertan cuadros de estrés y ansiedad incontrolable. Muchas veces los sueños también esconden la solución a muchos de nuestros problemas.

¿Te animás a confesar tus sueños eróticos?

domingo, 21 de agosto de 2011

BORGES ENTRE SEÑORAS.



Los magníficos textos del autor de El Aleph para la revista El Hogar
Por Mario Vargas Llosa | Para LA NACION


Entre 1936 y 1939 Borges tuvo a su cargo la sección de libros y autores extranjeros de El Hogar , un semanario bonaerense dedicado principalmente a las amas de casa y la familia. Emir Rodríguez Monegal y Enrique Sacerio-Garí reunieron una amplia antología de estos textos que publicó Tusquets en 1986 con el título Textos cautivos. Ensayos y reseñas en El Hogar (1936-1939) .

No conocía este libro y acabo de leerlo, en Mallorca, donde Borges, en cierto modo, hizo su vela de armas literarias poco después de terminar sus estudios escolares, en Ginebra. Aquí escribió versos vanguardistas, firmó manifiestos, se vinculó a un grupo de poetas y escritores jóvenes de la isla, en una actividad intelectual intensa, pero que poco dejaba adivinar de la trayectoria que tomaría su obra posterior. No sé por qué me había hecho la idea de que sus notas y artículos en El Hogar serían, como aquellos escritos mallorquinos de su juventud, testimonios de una prehistoria literaria sin mayor vuelo, meros antecedentes de la futura obra genial.

Me llevé una gran sorpresa. Son mucho más que eso. No sé si la selección, que parece haber sido hecha sobre todo por Sacerio-Garí -el libro apareció cuando Rodríguez Monegal había fallecido-, eliminó todos los textos de mera circunstancia y poca significación, pero la verdad es que esta antología es soberbia.

Revela a un escritor dueño de un estilo cuajado y propio, enormemente culto, con un punto de vista que le permite opinar sobre poesía, novela, filosofía, historia, religión, autores clásicos y modernos y libros escritos en diversos idiomas, con absoluta desenvoltura y, a menudo, notable originalidad. Un colaborador que semanalmente comentara la actualidad literaria mundial con la lucidez, el rigor, la información y la elegancia con que lo hacía Borges en El Hogar hubiera dado un gran prestigio a las más exigentes publicaciones intelectuales de los considerados entonces los ejes culturales de la época, como París, Londres y Nueva York. Que estos textos aparecieran en una revista porteña dedicada a las amas de casa dice mucho sobre la probidad con que su autor encaraba su vocación, y, también, desde luego, sobre los altos niveles culturales que lucía la Argentina de aquellos años.

Una de las rarezas de estos textos es que Borges se ha leído de principio a fin los textos que reseña, se trate de la voluminosa traducción de Las mil y una noches de sir Richard Burton, los ensayos sobre la mitología primitiva de sir James George Frazer o las novelas de Faulkner, Hemingway, Huxley, Wells y Virginia Woolf. Todo lo analiza y comenta con la seguridad que sólo confiere el conocimiento. Cuando la oscuridad del libro es más fuerte que él, como le ocurre con el Finnegans Wake de James Joyce, lo confiesa y explica las posibles razones de su fracaso de lector. No hay uno solo de estos comentarios que dé la impresión de haber sido elaborado de cualquier manera, para cumplir, sin dar mayor importancia a un trabajo que sabía pasajero, superficial y olvidable. Nada de eso. Incluso las pequeñas notitas de pocas frases que aparecían a veces al pie de su página bajo el rubro "De la vida literaria" son una delicia de leer, por su ironía, su gracia y su inteligencia.

En los años en que colabora en El Hogar , Borges publica ya un libro importante, Historia universal de la infamia , pero todavía no ha escrito ninguno de sus grandes cuentos, poemas o ensayos a los que deberá luego su fama. Sin embargo, ya había en él un talento fuera de lo común para leer y opinar sobre lo que leía, y una visión del mundo, de la cultura, la condición humana, del arte de inventar ficciones y de escribirlas que dan a todos estos textos un denominador común, de partes de un todo compacto. Lo primero que resalta en ellos es la curiosidad universal que guía sus lecturas, la de un lector que es ciudadano del mundo, pues se mueve con la misma soltura leyendo a Paul Valéry en francés, a Benedetto Croce en italiano, a Alfred Döblin en alemán y a T. S. Eliot en inglés. Y, lo segundo, la claridad y la fuerza persuasiva de una prosa donde hay casi tantas ideas como palabras y un esfuerzo permanente para no decir nada que no sea absolutamente indispensable respecto a lo que se propone decir. Cuentan que Raimundo Lida, en sus clases de Harvard, recordaba siempre a sus alumnos: "Los adjetivos se han hecho para no usarlos". Borges es famoso por sus adverbios y adjetivos ("Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche"), pero, justamente, lo es porque nunca abusa de ellos, porque estallan de pronto en sus frases como una aparición insólita y espectacular, que redondea una idea, abre una inesperada dimensión a la anécdota, trastorna y desbarajusta lo que hasta entonces parecía la dirección de un argumento. La riqueza de estas reseñas, comentarios o microbiografías está en la precisión y concisión con que fueron escritas: nunca parece faltar ni sobrar nada en ellas, todas gozan de aquella autosuficiencia que tienen los buenos poemas y las mejores novelas.

A veces, un párrafo de pocas frases le basta a Borges para resumir el juicio que le merece toda la vasta obra de un autor, como Samuel Taylor Coleridge: "Más de quinientas apretadas páginas llenan su obra poética; de ese fárrago sólo es perdurable (pero gloriosamente) el casi milagroso «Ancient Mariner». Lo demás es intratable, ilegible. Algo similar acontece con los muchos volúmenes de su prosa. Forman un caos de intuiciones geniales, de platitudes, de sofismas, de moralidades ingenuas, de inepcias y de plagios". La opinión es muy severa y acaso injusta. Pero, no hay duda, quien la formula de ese modo sabe lo que dice y por qué lo dice.

A veces, en los perfiles biográficos, hay verdaderas maravillas descriptivas, como este boceto físico del historiador Lytton Strachey: "Era alto, demacrado, casi abstracto, con el fino rostro emboscado detrás de los atentos anteojos y de la rojiza barba rabínica. Para mayor recato, era afónico". No es raro que un elogio vaya acompañado de un mandoble letal, como en esta frase en la que, luego de alabar dos novelas de León Feuchtwagner ( El judío Suess y La duquesa fea ) añade: "Son novelas históricas, pero nada tienen que ver con el laborioso arcaísmo y con el opresivo bric-à-brac que hace intolerable ese género".

No hay en el Borges que escribe estos sueltos y artículos la menor concesión hacia el público de una revista que no era ni especializado en literatura ni, en su gran mayoría, lo suficientemente culto como para poder apreciar en todo su valor las opiniones y elogios o admoniciones de que estaban impregnados sus artículos.

Escribe como si se dirigiera a los más exquisitos y refinados lectores de la Tierra, dando por supuesto que todos lo entenderían y aprobarían o desaprobarían sus juicios de igual a igual. Y, pese a ello, no hay en estas páginas arrogancia ni pedantería, esos desplantes detrás de los cuales se disimulan casi siempre la ignorancia y la vanidad. Son textos en los que, a pesar de su brevedad, el autor se juega a fondo, desnudándose de cuerpo entero, mostrando sus manías, fobias, filias, anhelos íntimos. Los autores que frecuentará toda su vida con admiración y lealtad desfilan por sus páginas: Schopenhauer, Chesterton, Stevenson, Kipling, Poe, los cuentos de Las mil y una noches , así como su debilidad por el género policial, a muchos de cuyos cultores, Chesterton, Ellery Queen, Dorothy L. Sayers y Georges Simenon, dedica artículos. Temas recurrentes de sus ficciones y ensayos, como el tiempo y la eternidad, asoman en las observaciones que consagra a la obra de teatro de J.B. Priestley El tiempo y los Conways y a Un experimento con el tiempo, de J. W. Dunne, a quien dedicaría también en otra ocasión un largo ensayo. Y, por supuesto, la fascinación que ejerció siempre sobre él la literatura oriental está presente en los comentarios a libros chinos como Historia de la orilla del agua , una antología de cuentos fantásticos y folklóricos de ese país hecha por Wolfram Eberhard y la japonesa The Tale of Genji, de Shikibo Murasaki.

Textos cautivos constituye un magnífico panorama de lo que era la actualidad literaria de fines de los años treinta en el mundo occidental, época de una fulgurante creatividad en todos los géneros, la de Eliot, Joyce, Breton, Faulkner, Woolf, Mann, en la que la experimentación formal, la revisión del pasado reciente y clásico, las polémicas sociopolíticas y culturales trazaban una frontera entre dos épocas. Es fascinante que acaso nadie dejara un testimonio más agudo y sutil de toda la efervescencia de ideas, formas y creaciones literarias de aquellos años, que un (todavía) oscuro escribidor de los confines del mundo, en la página semanal que llenaba en una revista de amenidades concebida para hacer más llevadera la rutina de las amas de casa.
© La Nacion.
 

viernes, 19 de agosto de 2011

MONTANER Y SUS DERECHOS DE AUTOR


Montaner, el buen cantante argentino beneficiado por la justicia
La Cámara Civil condenó a la empresa Ford a indemnizar al cantante Ricardo Montaner por usar una canción de su autoría en una publicidad y una campaña por Internet sin su consentimiento.
Ricardo Montaner tiene más de una razón para cantar que es “feliz” y que “la vida es una fiesta”. Es que el cantante hizo “canciones de amor que nunca” se olvidó, y que, además, reconoció cuando vio una publicidad para Argentina de la empresa automotriz Ford.
Es que en un spot y una campaña por Internet de Ford utilizaron su tema “Déjame llorar” sin pedir autorización.
Por ese motivo, la Sala A de la Cámara Civil decidió condenar a la empresa a indemnizar a Montaner y a la editora musical de la canción por haber utilizado su obra musical sin su consentimiento.
Desde Ford aseguraron que la suspensión de la “difusión de la publicidad no importó una confesión extrajudicial de que estaba en infracción sino que ante la posibilidad de que el autor de la obra se viera perjudicado accedió a la intimación”, agregando que “de adoptarse ese criterio la demanda no debería prosperar ya que la actora al pedir el cese de la difusión indicó que en caso contrario accionaría judicialmente, por lo que ante el cumplimiento de la intimación no habría daño resarcible.
En primer lugar, los magistrados aseguraron que “se desprende de” una “carta documento que se intimó a Ford Argentina a cesar dentro de las 24 horas en la inclusión de la obra "Déjame llorar" como banda de sonido de un nuevo audiovisual comercial no autorizado para el producto Ford Fiesta y dejar inmediatamente sin efecto el concurso en "www.ford.com.ar/nuevofiesta/" donde se utilizaba también sin autorización dicha melodía, con daño patrimonial y moral a sus autores y editores”.
En tanto, los jueces aseveraron que los accionados, luego de recibir la carta documento procedieron a “levantar en forma inmediata la publicidad televisiva y el concurso de Internet del vehículo Ford Fiesta que incluye el tema "Déjame llorar" que estaba en infracción”. No efectuaron “reservas de ninguna especie ni” realizaron “más aclaraciones, sólo” añadieron “los datos de la agencia de publicidad”.
“El alcance que corresponde darle a esa respuesta es indudable a tenor de las palabras categóricas que contiene al reconocer expresamente que se encontraba en infracción. No hay necesidad de recurrir a otra interpretación que la literal. Y no existe otra posibilidad que valorarla en los términos del artículo 425 del Código Procesal como una verdadera confesión extrajudicial efectuada a la contraparte.”
Al respecto, los camaristas dijeron que “pretender que lo apuntado en la misiva importe una renuncia de la actora a reclamar los daños y perjuicios ocasionados no tiene sustento alguno. La renuncia, como toda manifestación de la voluntad, si bien puede ser tácita, no se presume sino que debe existir certidumbre de que ello es lo que pretendió exteriorizarse (artículo 918 del Código Civil), lo que no puede sostenerse en el caso de autos”.
Además, especificaron que el perito músico designado de oficio “descartó la defensa sustentada por los emplazados que se apoya en que no existió un segundo comercial sino que estaba incluido en el marco de la primera autorización otorgada por SADAIC con la venia de los reclamantes, como una reducción de la publicidad primigenia”.
“El experto señaló que el guión de los comerciales resulta notoriamente distinto. Si bien aparecería como el mismo protagonista, el muchacho de ambas historias presenta comportamientos e imágenes diferentes, incluso en escenarios distintos, con estética y concepto marcadamente diferenciados”, señalaron los magistrados.

causa: Montaner, Héctor Eduardo Reglero y otro c/Ford Argentina s/Cobro de Sumas de Dinero








ELECCIONES EN SANTIAGO: ALGO HUELE MAL


                           Números que no cierran en pueblos de Santiago del Estero
Los telegramas que enviaron los presidentes de mesa presentan numerosas inconsistencias y datos cruzados.
19/08/11  Por Ignacio Miri
El departamento de Silípica es un distrito situado pocos kilómetros al sur de la capital de Santiago del Estero. Allí viven 7.688 personas, según el censo 2010. Es una zona de monte bajo, convertida en agrícola a fuerza de trabajo.
También es un muestrario de las debilidades del sistema de recuento de votos de las elecciones argentinas.
Clarín eligió ayer esos casi despoblados parajes como una muestra aleatoria para cotejar los datos de las elecciones primarias nacionales del último domingo. Se hizo el escrutinio completo de ese pequeño departamento, en base a los telegramas de las mesas que llegaron a la Justicia Electoral.
El resultado es preocupante.
De las 20 mesas electorales que tiene el departamento, sólo tres enviaron sus telegramas a la Justicia Electoral sin datos contradictorios. El resto, la información de las otras 17 urnas montadas en los diferentes pueblos de Silípica, presenta inconsistencias varias. La más frecuente es la diferencia entre los votos que -según declara el presidente de mesa- encontró en la urna y la suma de los votos que recibió cada candidato, más los sufragios en blanco, nulos, recurridos o con identidad impugnada. Cualquier ciudadano puede cotejar cada uno de esos telegramas en el sitio oficial
http://www.primarias2011.gob.ar/paginas/paginaspdf/itelegramas.htm. Según el Ministerio del Interior, allí Cristina Kirchner recibió 3.731 sufragios, Ricardo Alfonsín 163 y Eduardo Duhalde 150. Los perdedores no tendrán forma de corroborar si esa cifra es cierta, porque, además de las inconsistencias de datos comprobables a simple vista, uno de los telegramas publicados en el sitio oficial pertenece a otra localidad: Frías, en el departamento de Choya.
Por lo que pudo corroborar Clarín con la mera revisación de algunos de los 1.849 telegramas que se emitieron en la provincia, surge que el de Silípica no es un caso aislado. En otro pequeño departamento santiagueño, el de Quebrachos, en el sur provincial, en el límite con Córdoba, se puede ver una situación similar. Cuatro de los 28 telegramas salidos de allí directamente no corresponden a esas comunas o están repetidos con otros.
En la provincia, la Presidenta obtuvo un 80,15% de los votos y dejó a sus rivales sin posibilidad siquiera de patalear. Alfonsín consiguió el 6,5% y Duhalde el 6,29%. Un recorrido por los telegramas de la provincia muestra otras curiosidades, como las mesas en la que la única precandidata votada fue Cristina Kirchner que publicó ayer Clarín.
Por esas y otras irregularidades, la oposición procurará invalidar los comicios. Ayer al mediodía, el apoderado de una de las líneas dos líneas internas del duhaldismo en la provincia, presentó un escrito ante la Justicia Electoral santiagueña para pedir la nulidad de los comicios. Allí, el apoderado Carlos René Medina citó la “falta del número de votantes” en los telegramas.


jueves, 18 de agosto de 2011

CARTA DE CONDOLEEZZA RICE A HUGO CHAVEZ



 Sr. Presidente Chávez:
Había estado esperando mi salida del gobierno, a que transcurriese un tiempo prudencial para enviarle esta misiva. Aunque desde el punto de vista geopolítico sus expresiones desconsideradas contra mi persona fueron deleznables, por lo cual no fueron respondidas oficialmente, no puedo negar que me produjeron malestar. Ningún ser humano puede dejar de molestarse cuando alguien se refiere a él o ella en términos procaces y desconsiderados. En el caso que nos ocupa ello estaba magnificado por el hecho de que: 1) usted era el presidente de un país con el cual mi país tiene relaciones diplomáticas; 2, usted violó el viejo dicho español que reza: “a la mujer, ni con el pétalo de una rosa” y, 3), sus comentarios tenían un componente racista que en mi país es ya definido como “políticamente incorrecto”, pero que usted aún practica con entera impunidad en el suyo.
Se refirió usted a mi escasa cultura y a una pretendida atracción que yo sentiría por usted. En primer lugar, debo decirle que anoche tuve el honor de tocar con la Orquesta Sinfónica de Filadelfia, como solista, el concierto número 20 para piano de Wolfang Amadeus Mozart, K.466 (sabe usted el significado de K.?  No lo creo). Soy una de las más destacadas concertistas no-profesionales de los Estados Unidos. Estudié piano al mismo tiempo que me graduaba de politóloga en la Universidad de Denver. Y usted, Sr. Chávez? Me dicen que aparte de haber sido un estudiante mediocre de la Escuela Militar de Venezuela, aparentemente el refugio de quienes no dan la talla en la universidad, usted no tuvo otra educación formal. Parece ser que ello es la razón por la cual insiste en que 8x7=52 y que el hombre llegó al planeta Tierra hace 2000 años. Sin olvidar que su ortografía parece dejar bastante que desear. Sus pomposas citas son cursilonas y con frecuencia inexactas. Fíjese que solo es ahora que le digo esto, ya que jamás le hubiera echado a usted en cara su incultura y patanería, a no haber mediado su agresión a mi persona.
En segundo lugar, no creo que sentiría atracción por alguien como usted. No me refiero a su aspecto físico, el cual ciertamente no es de concurso sino, digamos, simplemente sub-estándar. Me refiero a sus maneras, a la pobre calidad de su lenguaje y a la agresividad que muestra hacia el sexo femenino. Estoy informada de su manera de tratar a su ex-esposa, hasta en público, de sus ofertas machistas por televisión acerca de ‘darle lo suyo” y de la violencia que usted utilizó contra las mujeres con quienes tuvo relación en el pasado. Afortunadamente hoy no se le conoce relación con fémina alguna, excepto alguna que otra zalamería ocasional hecha a algún travestís brasileño. Por ello no podría sentir atractivo alguno por alguien que, más bien, me causa repulsión. Tampoco me sentiría muy a gusto con alguno de sus acólitos, llámese Cabello o Istúriz, apenas marginalmente más aceptables.
Usted se mofó de mi nombre, Condoleezza, relacionándolo con condolencias y tristeza. No es tal cosa, Sr. Chávez. Mi nombre es derivado de la expresión musical italiana “con dolcezza”, es decir, con dulzura. Se lo explico porque es evidente que sin esa explicación usted no tendría la menor idea de su verdadero significado. Los idiomas no son su fuerte, como lo recuerdo bien de su intento de insultar al Presidente Bush en una curiosa versión del idioma Inglés, algo que sonaba como “iu ar a donki”.
He tenido la suerte de llegar a los más altos niveles del gobierno de mi país debido a mi formación intelectual. No me hice notoria liderando un golpe de estado sangriento que dejó más de 200 venezolanos muertos, algo de lo cual usted se ha jactado, al decir “yo si estuve en un golpe, echando plomo de verdad”. En mi país generalmente (hay excepciones) la gente intelectualmente sólida entra al gobierno buscando reconocimiento y no tiene necesidad de robar. Entiendo que en regímenes como el suyo, ustedes llegan al poder sin muchas credenciales intelectuales y lo usan para enriquecerse o, como dicen algunos, “para comer completo”. Fíjese que no compartimos filosofías de la vida y que mientras yo toco a Mozart con la Orquesta Sinfónica de Filadelfia usted canta rancheras mexicanas a capella, es decir, a palo seco. Mientras yo doy conferencias en las universidades usted cuenta sus peripecias peristálticas, sus retortijones en un túnel.
Bien, creo haber puesto las cosas en su sitio. Usted ha elegido su camino, junto a los estados forajidos y grupos terroristas y narcotraficantes del planeta. Esa ha sido su decisión. Pero ella lleva consigo responsabilidad indelegable. Usted ha podido ser un discípulo de Mandela y eligió ser un discípulo de Mugabe. Ha podido sentirse orgulloso de José María Vargas y decidió sentirse orgulloso de Ezequiél Zamora. Usted eligió su camino. Su régimen terminará, como decía T.S. Eliot (un poeta de mi país, Sr. Chávez) acerca del fin del universo: “no con una conmoción sino con un susurro”. No tendrá donde esconderse. 

                                                                                                          Condoleezza Rice

miércoles, 17 de agosto de 2011

PARA SER ABOGADO HAY QUE PAGAR LA MATRICULA

17.08.11
La Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal confirmó la exclusión de un abogado de la matrícula. El letrado había sido suspendido por el Colegio Público de Abogados porteño por no pagar los aranceles y además tenía seis condenas firmes de suspensión del ejercicio de la abogacía. Igual siguió activo. "Esta conducta grave afecta la ética y el decoro profesional", señalaron los camaristas.
Los jueces de la Sala II de la Cámara, José Luis Lopez Castiñeira y Luis María Márquez, consideraron que el abogado tuvo una “actitud negligente respecto de sus obligaciones profesionales” lo que comporta “una conducta grave, que afecta seriamente la ética y el decoro profesional”.
M.R.S, por las iniciales del abogado cuya identidad este medio mantiene en reserva, había sido suspendido por el CPACF porque no había pagado las tres cuotas anuales de la matrícula.
 
Sin embargo, el letrado siguió con su trabajo por lo que el Tribunal de Disciplina de la institución le inició una causa y lo excluyó por “el permanente incumplimiento por parte del denunciado a la prohibición de ejercer la profesión encontrándose suspendido para hacerlo, y además, porque posee seis condenas firmes de suspensión en el ejercicio profesional”.

El tribunal consideró que violó los artículo 2 inciso C; 3 inc. B; 6 inc. E; y 44 incs. G y h de la ley 23.187 de abogacía y el artículo 10 inc. A del Código de Ética.
 
El abogado apeló la decisión a la Justicia Contencioso. Dijo que nunca fue notificado de la causa disciplinaria porque el domicilio al que fue notificado era falso y denunció que en marzo de 2003 algún cliente o socio se lo modificó en los registros del Colegio para dejarlo “en total situación de indefensión” y que se trata de una vivienda abandonada y que no le pertenece y que seguía manteniendo las dos direcciones que había registrado.

Así, sostuvo que no tuvo derecho a defensa y que la exclusión le significa una “verdadera muerte laboral”. Pero los argumentos fueron descartados por los jueces.
 
Los magistrados explicaron que el Reglamento Interno del Colegio “establece como deber del matriculado mantener permanentemente actualizado el domicilio real y profesional”. “Es así que todas las comunicaciones y notificaciones que cualquiera de los órganos del Colegio Público de Abogados cursen al matriculado al domicilio profesional especialmente constituido, tendrán todos los efectos legales hasta tanto el matriculado comunique fehacientemente su cambio”, afirmaron los camaristas.
 
Tampoco hicieron lugar al planteo de falta de defensa y el desconocimiento de la suspensión por no pagar la matrícula. Sobre lo primero los magistrados señalaron que cuando se inicia una causa disciplinaria el Tribunal designa un defensor de oficio en caso que el acusado no compareciera, “hecho que fue cumplido por la Institución en cada una de las actuaciones promovidas contra el Dr. M.R.S”.
 
En tanto, sobre la suspensión los jueces señalaron que la ley de Abogacía establece que la falta de pago de tres cuotas anuales se interpreta como el abandono de la profesión sin que se requiera la notificación al letrado de esa situación.

Con esos argumentos, la conclusión de la Cámara fue tajante: “Finalmente este Tribunal no advierte que se hubiera llevado a cabo un ejercicio ilegal o arbitrario de la potestad disciplinaria, por cuanto la actitud negligente del abogado respecto de sus obligaciones profesionales (permanente incumplimiento del matriculado denunciado a la prohibición de ejercer la profesión estando suspendido en la matrícula) comporta una conducta grave, que afecta seriamente la ética y el decoro profesional, considerándose la graduación de la pena en perfecta proporción y consonancia con la magnitud de la falta y los bienes jurídicos afectados por ello”.

Martín Angulo
Especial para Diariojudicial.com