sábado, 30 de julio de 2011

¿DEBEN REGULARSE HONORARIOS A DEFENSORES OFICIALES?

Causas penales
En un fallo dividido, la Cámara del Crimen confirmó una sentencia que estableció honorarios para un defensor oficial: 30% de lo pautado en la instancia de origen. La principal disputa fue si correspondía o no regular esas retribuciones al defensor en virtud la Ley Orgánica del Ministerio Público.
La sala VII de la Cámara del Crimen, integrada por Juan Esteban Cicciaro, Mauro Divito y Rodolfo Pociello Argerich, decidió por mayoría confirmar una resolución de grado para abonar en concepto de honorarios profesionales un 30 por ciento del importe regulado en la instancia de origen.
Según consta en la causa “B. E., V. s/honorarios-lesiones culposas”, esta se inicio luego de que la sala confirmara el auto por medio del cual se aplicaron las costas del proceso a la parte que resultó vencida. La defensa oficial solicitó regulación de los honorarios y el juez le otorgó la suma de 500 pesos.
Ante lo cual la querella “se agravió de la regulación en sí, en el entendimiento de que lo resuelto no contaba con base legal”. Ello en virtud de lo que establece el artículo 63 de la ley de ministerio público.
Sin embargo, la sala por mayoría –integrada por Divito y Pociello Argerich- confirmó la decisión de grado puesto que “las costas del proceso han sido impuestas a esa parte mediante una decisión que se encuentra firme”. Además las costas no se limitan al pago de la tasa de justicia sino que también abarcan “los honorarios devengados por abogados, procuradores y peritos”.
Asimismo, la mayoría destacó que “el dilema se suscita en relación a si corresponde regular honorarios a la Defensa Pública en aquellos casos en que su defendido resulte sobreseído (o en su caso absuelto)”. Es decir, “establecer si esta actuación debe presumirse como principio onerosa o gratuita”.
En este sentido explican que “la sanción de la ley 24.946 ha fijado en forma clara que la actuación de estos letrados no debe presumirse gratuita y por eso se conformó con aclarar que aún el condenado se podría ver obligado a cargar con el costo de esta labor profesional si no es eximido del pago expresamente por su condición de indigencia”.
“Sostener lo contrario implicaría concluir que si nadie debe pagar dicha actuación en caso de sobreseimiento o absolución, la imposición de dicha obligación en caso de condena vendría a conformar una pena adicional”, consignan y concluyen: “la presunción de onerosidad de la labor puede extraerse tanto del artículo 1871 del Código Civil” como del artículo 3 de la ley 21839.
“Nada dice la ley 24.946 en relación a conformar una excepción legal y por tanto alcanzó con sólo aclarar las consecuencias para un imputado en el caso en que resulte condenado”, finalizan.
En minoría votó Cicciaro, su argumentación se basaba en que la Ley Orgánica del Ministerio Público 24946 solo ha previsto en el capítulo titulado “Honorarios de los Defensores Públicos Oficiales”, el caso del imputado asistido por un defensor oficial que resulte condenado y que cuente con medios económicos suficientes, situación que difiere abiertamente con la situación tratada.
“El aserto queda confirmado con la previsión del segundo párrafo del art. 64 de la ley referenciada, según la cual ‘las sumas que se recauden por tal concepto, [caso del condenado solvente] así como los honorarios regulados a los defensores públicos en causas no penales, se incorporarán a los fondos propios del Ministerio Público de la Defensa’, de lo que se infiere que en las causas criminales sólo queda abarcado el caso de quien resulta condenado, pues los demás supuestos se vinculan con procesos extrapenales”, explica el camarista en disidencia.
“Paradojalmente”, sostiene el magistrado, “la querella aparecería obligada a hacer algo que la ley no manda –abonar honorarios a la defensa oficial-“.




ANTES ERA ACOSTARNOS Y COGER.


Por Daniel Waisbrot *
 “Antes de los chicos era acostarnos y coger. Ahora estamos cansados, los llevamos a la cama y vemos Gran Hermano o Tinelli”, cuenta un marido, en sesión de pareja. A partir de esa “escena frecuente” en parejas actuales, el autor de este ensayo procura vincular la cuestión del “lugar-hijo” con la crisis de la intimidad en la sociedad actual.


En la última sesión de pareja, Marina había podido pensar que no se trataba de que ella no deseaba a Francisco: lo que estaba en el horizonte de su negativa era el temor a un acercamiento frustrado como el de muchísimas veces. Así que, esa noche, ella también lo esperaba. Joaquín, el hijo de ambos, había cumplido cuatro años y, mientras los últimos invitados se iban, ella corrió al dormitorio matrimonial, con Joaquín y Johana, como todas las noches, a intentar que se durmieran. Acostada en la cama, con su panza incipiente que preanunciaba otro niño, prendió la tele; mientras escuchaba alguna absurda discusión de Gran Hermano, los chicos abrazados a ella se iban durmiendo. Francisco, después de llevar los vasos a la cocina, fue al dormitorio.


“Cuando entré, el espectáculo era tremendo”, contó en la siguiente sesión de pareja: “Ella mirando Gran Hermano con los pibes abrazados a ella durmiendo..., yo no tengo lugar, no hay lugar ahí para mí. Me enojé. ‘Otra vez sopa, andá a cagar’, dije, agarré mi almohada y me fui a dormir al sillón del living. Con ella, entre los pibes y Gran Hermano, no se puede.”


“¿Ves que sos un pelotudo? Los estaba durmiendo para estar con vos, tarado. Andate al living, qué carajo me importa, nunca entendiste nada ni vas a entender.”


“Yo quería encontrarme con vos, no con los pibes, siempre están los pibes y, ahora, la panza.”


“Los estaba durmiendo, solamente quedaba llevarlos a la cama de ellos. ¿Por qué no me ayudaste y los llevabas vos y listo? Yo también quería estar con vos, pero no, el señor se ofende y se va.”


“Si querías eso, ¿por qué no me lo dijiste? Cuando me fui para el living, ¿sabés lo que me dijo?”, se dirige al terapeuta: “Vino corriendo y me gritó que yo los había despertado, con lo que le costó dormirlos... Una mierda, todo es una mierda”.


La sesión siguió, el clima fue cambiando y algo pudieron decir de sus encuentros.


“Antes de los chicos era acostarnos y coger. Ahora terminamos muertos, estamos cansados, se duermen acá, los llevamos a la cama y nos quedamos viendo Gran Hermano o Tinelli. Nos decimos dos boludeces, qué lindos los nenes, te amo. Y nos vamos quedando dormidos.”


Marina y Francisco reproducen una escena frecuente: parejas en las que la sexualidad parece haberse extinguido, y la noche va pasando entre los hijos y la tele. Algo ocurre en el pasaje de pareja a familia, que muchas veces deja afuera la sexualidad.


Para pensar qué sucede en ese pasaje, recordemos que históricamente pueden distinguirse tres espacios, con características diferenciales, en los que fluye la vida humana: lo íntimo se caracteriza por la opacidad; lo público concierne al orden de la trasparencia y en una zona de fronteras blandas, con poca consistencia, se halla lo privado, organizado alrededor de cierta discreción. Paula Sibilia (“Mutaciones de la subjetividad” en La intimidad. Un problema actual del psicoanálisis, ed. Psicolibro, Buenos Aires, 2010) sostiene que últimamente parecen haberse desdibujado los límites entre esos espacios y pareciera emerger “cierto modelo hegemónico de subjetividad: un ‘modo de ser’ que se autojustifica porque es perfectamente compatible con las exigencias y necesidades del mundo contemporáneo. En la sociedad del espectáculo, la soledad y el silencio se han vuelto inaguantables”. Sibilia propone que la subjetividad actual produce extimidad allí donde había intimidad.


Para esta autora la interioridad ha dejado de ser el núcleo de lo verdaderamente humano; lo que ayer se escribía en un diario íntimo se expone hoy, en la web, a la mirada obscena del conjunto. El modelo de la vida interior está en crisis: la supuesta verdad del ser se cifraba en ese contacto con la propia interioridad, donde el pudor y el secreto dominaban la escena, pero hoy el escenario es la pantalla donde se ofrece la vida a lo público, como espectáculo: resta entonces saber qué sucede con el que observa, consume y goza de esa exposición pública del otro; y, también, qué ocurre con esa trasmutación en la vida de las parejas.


¿Por qué Marina y Francisco forman parte de ese conjunto monumental que mira con pasión la extimidad de los personajes de Gran Hermano? ¿Qué ocurre en la vida de esta pareja que rehúsa a su propia intimidad y en las noches, terminadas las demandas de sus niños, se dedican, a veces hasta altas horas, a observar las vidas expuestas por otros en una pantalla?
                                                        
“Amor proyecto”


Me gustaría plantear la hipótesis que, en la experiencia amorosa, el rehusamiento a la intimidad reviste siempre un carácter sintomático. El amor es un espacio privilegiado de resistencia a la experiencia de la extimidad, a la transformación de la intimidad en espectáculo. Y lo es por cuanto el amor enlaza intimidad y otredad.
El encuentro amoroso es del orden del acontecimiento y supone una experiencia, un “hacer el amor”. Ese hacer los ubica a ambos en alguna relación con lo sexual. El amor, al poner en escena la diferencia (Alain Badiou, Elogio del amor, ed. Flammarion, Madrid, 2010), permite establecer un lazo entre uno y otro, y así declarar la existencia del Dos. La subjetividad de ambos se verá alterada en la experiencia de la otredad.
Pero no es una tarea que se produzca de una vez: exige un trabajo vincular que permita sostener la alteridad, más allá de la ilusión de espejamiento y completud que pudiera habitar a los sujetos de esa relación en los momentos del encuentro. Si el resultado de ese encuentro arma una pareja, se producirá seguramente un reordenamiento subjetivo y una cierta estabilización fantasmática, una suerte de equilibrio inestable que les otorga pertenencia a ese conjunto. Algo habrá armado comunidad entre ellos, fundamentalmente en lo que concierne a la diferencia sexual, pero también a todo aquello que tenga que ver con experiencia de la diferencia en todos sus niveles. Se habrá armado una intimidad especial, diferente, una intimidad del Dos.
Badiou propone pensar el amor como una construcción de verdad. Escribe: “El amor es un proyecto, que incluye por cierto el deseo sexual pero también mil otras cosas, o sea, cualquier cosa siempre y cuando se trate de vivir una experiencia desde el punto de vista de la diferencia”. El amor, entonces, como procedimiento de verdad, comienza con un acontecimiento, el encuentro, y continúa con las consecuencias de ese encuentro.
Pero, advierte Badiou, “el amor está amenazado por la sociedad contemporánea. Esa sociedad bien quisiera sustituir el amor por una suerte de régimen comercial de pura satisfacción sexual, erótica, etcétera. Hoy se busca domesticarlo con una mezcla de pornografía libre y contrato financiero. El amor debe ser reinventado para defenderlo, debe reafirmar su valor de ruptura, su valor de casi locura, su valor revolucionario como nunca lo hizo antes”.


De manera que el amor será una construcción de verdad, verdad que se experimenta a partir del Dos y no del Uno; la experiencia de la diferencia y no de la identidad. Si la sexualidad termina en una suerte de vacío, algo así como una experiencia del Uno, donde el otro estaría más en la posición de objeto que de sujeto, el amor, en cambio, sostendría la ilusión de que algo permanece en ese vacío, de que hay vínculo, más allá de esa relación sexual que no existe. Construcción de verdad acerca de la diferencia, construcción de una intimidad compartida, una interioridad del Dos.
Badiou no indaga sobre los problemas que se les presentan a las parejas para tramitar esa diferencia. Eso nos compete a nosotros. Y lo que nosotros, más o menos, sabemos, es que el problema es el otro. El otro, muchas veces ilusionado como idéntico pero, en verdad, semejante. El otro, que estalla en sus diferencias todo el tiempo y rara vez está donde uno lo espera. Y allí su condición de ajenidad, de irrepresentable, de inabarcable.
Habrá siempre un resto que no se deja representar. Su presencia incluye ese resto, impide su totalización, haciendo estallar las coordenadas del saber acerca del otro. Nunca hay presencia plena, porque siempre está atravesada por lo inapropiable, por su ajenidad radical.
                                                                     El hijo
Decíamos que ese acontecimiento, el encuentro, fue deviniendo en una intimidad compartida donde la sexualidad se fue explayando desde el Uno hacia el Dos. Esa experiencia de la sexualidad va por más, no sólo por el cuerpo del otro, sino por el ser del otro. Ahora nos preguntamos: ¿qué genera el deseo del hijo y cómo se combinan alianza y filiación para fundar familia?
En un trabajo anterior (Más de un otro, ed. Psicolibro, Buenos Aires, 2010) señalé que la decisión de habilitar la filiación pone a trabajar en el vínculo la sucesión de generaciones y con ello el tema de la deuda y de la muerte. También destaqué que la presencia del hijo “interpela como acontecimiento, tanto a la pareja de la alianza como al vínculo de filiación” (Gáspari, R., Rajnerman, G., Santos, G., “Estructura y acontecimiento. La pregunta por el origen en la familia adoptiva” en Revista de la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo, 1994).
Se trata de trabajar la posibilidad de la pareja de producir el lugar “hijo” como un espacio acontecimental, que les permita introducir un cambio en la cadena de repetición y transmitir ese giro en la cadena, ubicándose en una genealogía desde una posición diferente de la legada por sus familias de origen. Me interesa retomar esta cuestión a la luz de la enorme presencia clínica que tienen, en las consultas de pareja, las dificultades en ese tramo de la vida.
La presencia del hijo inaugura una nueva tarea intersubjetiva para la pareja. El trabajo del amor deberá sostener sin claudicar la tensión inédita entre amor sexual y amor filial.
Podríamos decir, nuevamente con Badiou, que el hijo forma parte del espacio amoroso en lo que ese autor denomina: un punto. “Un punto es un momento particular sobre el cual un acontecimiento se estrecha, donde, de alguna manera, debe volver a reinterpretarse el acontecimiento, como si volviera bajo una forma desplazada, modificada, pero obligándonos a redeclararlo. En suma, un punto es cuando las consecuencias de una construcción de verdad generalmente nos obligan a rehacer una elección radical.”
Ese punto inaugura la tensión. Será, a partir de allí, una parte del trabajo intersubjetivo del amor, “trabajo psíquico del otro o de más de un otro en la psique del sujeto del inconsciente” (René Kaës, Un singular plural, ed. Paidós, Buenos Aires, 2010). El deseo de hijo forma parte del deseo amoroso bajo esa interesante formulación de un punto para el amor. Vemos que en las parejas hay una suerte de prueba alrededor del nacimiento, y esa prueba resulta de cómo va a desplegarse la experiencia del Dos después de haberse confrontado con ese punto.


Pareciera entonces que el recorrido de la experiencia amorosa se pliega en la experiencia del nacimiento, a la manera de un embudo. “Antes era acostarnos y coger”, decían Marina y Francisco. Algo habían desplegado en torno de su sexualidad amorosa que se replegó ante la experiencia del nacimiento y quedó atrapado allí, como atascado sin poder volver a desplegarse. La experiencia amorosa quedó subsumida en el amor parental, a costa del sacrificio del amor sexual. Esa doble vía, esa tensión necesaria entre los distintos espacios no pudo ser sostenida.
Si Marina está esperando que los niños se duerman para llevarlos a su cama, mientras Francisco supone que ella está en la cama con ellos para no encontrarse con él, el malentendido da cuenta de la negación de ese resto ajeno que les imposibilita algún nivel de encuentro. Sin embargo, allí, justamente allí, algo de otro orden, ligado con sus alianzas inconscientes, le dará formato a una intimidad que consiste en observar al Gran Hermano, dejando a la vista que el estar juntos y solos se les sintomatiza.
Ellos se duermen, como duermen a sus hijos. Los chicos no “se van a dormir”, sino que “se van durmiendo”. No están a solas en su cuarto, en ese encuentro con su propia interioridad posibilitadora del sueño. Y ellos, en lugar de recorrer el camino de su propia intimidad, o de la intimidad compartida alrededor de su sexualidad, se entregan a la pantalla de las vidas ajenas, mostradas en el gran reality televisivo.
El trabajo intersubjetivo se ha trabado. Los dos creen saber por qué el otro hace lo que hace. Habrá que ver qué posibilidad tienen de sustraerse a la oferta alienatoria de la pantalla y volver a desplegar algo de aquel amor sexual que quedó plegado en el punto de los nacimientos.

Nota: * Psicoanalista. Texto extractado de “El trabajo del amor. La tensión entre amor sexual y amor filial”, presentado en el Congreso de la Federación Latinoamericana de Psicoterapia Analítica de Grupos (Flapag), 2011.

Fuente: Página12.

SANTIAGUEÑOS DETESTABLES.

En Añatuya la tierra de Homero Manzi.-
Con apenas 16 años, la abusaron el padrastro, dos padrinos y su pareja habría asesinado a su hijo
Junto con dos hermanitos, la pequeña sufrió múltiples torturas. Ultraje sexual, castigos corporales y orfandad de padres. En 2009 debió callar el supuesto crimen de su hijo.
                                      CONTRACARA.  La policía cavó varias horas y finalmente encontró los restos del bebito. La Justicia atribuye al padre su asesinato. Éste dijo que lo hizo tras morir por causas naturales.
                 La policía cavó varias horas y finalmente encontró los restos del bebito.
La Justicia atribuye al padre su asesinato. Éste dijo que lo hizo tras morir por causas naturales.
Sofía (identidad ficticia) vivió todo tipo de calamidades. Entre los 8 y los 14 años la habrían violado, su padrastro, sus padrinos y luego pasó a manos de una pareja que también la vejó, torturó a golpes y conminó a silenciar el supuesto asesinato de su propio hijo, de cinco meses.

La niña hoy tiene 16 años y transita sus días en soledad. Según la Justicia, a mediados del 2006 su padrastro fue condenado por ultrajar a la menor, a quien solía ingresar en hoteles alojamiento de Añatuya dentro de bolsas. “Nunca nos pasó hechos similares. El hombre obligaba a la víctima a introducirse en bolsas. Así, él entraba en albergues transitorios y ultrajaba a la niña y luego la liberaba”, confió un instructor.

Tras la condena, una jueza añatuyense otorgó la guarda de Sofía, una hermanita y un hermanito a una pareja de padrinos. Sofía tenía 11 años, 9 su hermana y 7 el varoncito.

Lejos de protegerlos, los padrinos los habrían violado y entregado a amigos para que hicieran lo mismo, a cambio de dinero. No fue todo. Al varón lo castigaban diariamente, ahogándolo en tarros con agua, mantenían desnudo u obligaban a dormir con los perros.

En el 2007 el escándalo estalló en la Justicia y los padrinos terminaron enrejados.
Sofía pensó entonces que sus amarguras habían cesado. Tenía 13 años cuando conoció a Víctor Quiñones, de veinte y pico.

En apenas dos años, la adolescente se habría convertido en blanco de la ira y los vejámenes del sujeto, proclive a disciplinarla en base a trompadas y patadas, según lo delatan el Libro de Guardia de la Unidad Regional 3 de Añatuya.

Juntos tuvieron un hijo, en los albores del 2009. Según la Justicia, el bebé nació con problemas bronquiales por los cuales debió ser internado varias veces en el Hospital de Niños capitalino “Eva Perón”.

Sin que los médicos le dieran el alta, Sofía y su pareja habrían retirado al bebé y retornado a Añatuya. Una tarde, mientras Sofía se bañaba, Quiñones habría intentado silenciar su llanto tapándole la boca. Tanto se habría acentuado el ahogo que el bebé dejó de existir.

Meses después, ante la abuela del niño, Sofía confesó que su concubino habría dado muerte al niño, tras lo cual la policía irrumpió en la casa y con palas confirmó macabro suceso.

viernes, 29 de julio de 2011

ZAFFARONI: PROSTIBULARIO


La fundación La Alameda denunció al ministro de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, ante la Procuración General de la Nación y pidió su juicio político. Es por la presunta vinculación del magistrado con tres departamentos de su propiedad en los que estarían funcionando prostíbulos. La denuncia completa.
La fundación La Alameda denunció ante la Procuración General de la Nación a Eugenio Zaffaroni por su presunta vinculación con tres departamentos, cedidos en alquiler por el magistrado, y en los que funcionarían prostíbulos según revelaron Perfil.com y el diario Libre. Por ello solicitó se promueva juicio político contra el ministro de la Corte.
La presentación fue realizada por su presidente Gustavo Vera y los abogados Mario Ganora y Juan Grabois, donde sostienen que el hecho de que el tema circule por los medios de comunicación y no por la Justicia “genera un clima de escándalo y de alarma social que le otorga gravedad institucional al asunto en razón de las personas aludidas”.
Concretamente, la ONG amplió una denuncia que había presentado ante la Procuración General de la Corte en diciembre del 2009 y en la que se denunciaba la existencia de 613 prostíbulos. Dicha ampliación fue recibida por Laura Monti, procuradora ante la Corte, según sostuvieron fuentes de la Procuración.
Es que tal y como lo sostiene el artículo 33 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, la Procuración tiene la facultad de promover el enjuiciamiento de jueces cuando se “hallaren incursos en las causales que prevé el artículo 53 de la Constitución Nacional”.
“De los elementos de juicio que aquí se acompañan surgiría la sospecha de que se encontraría involucrado un prestigioso Juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni en relación con dos de los locales mencionados en la denuncia original. Existe además una denuncia periodística acerca de un tercer local que presuntamente pertenecería al Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que también estaría funcionando como prostíbulo” consigna la presentación.
Asimismo sostiene que “las publicaciones periodísticas mencionadas le están atribuyendo al señor Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación la autoría o la participación en el delito previsto y reprimido en el art. 17 de la ley 12.331, respecto de locales denunciados en 2009”.
“Demás esta señalar que esa conducta cuando concierne a la explotación de la prostitución de la mujer revestiría carácter discriminatorio en razón de lo dispuesto en el art. 6 de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (art. 75 inc. 22 C.N.)” consigna la ong y agrega que el artículo 17 de la ley 12.331 reprime a “Los que sostengan, administren o regenteen, ostensible o encubiertamente casas de tolerancia…”.
Hace pocos días Zaffaroni en un programa radial explicó: “Realmente no tengo explicación para esto. Francamente, lo único que sucede, según me informan mi apoderado y la inmobiliaria que me maneja esas cuestiones, es que hay un contrato de locación”, agregó que “Yo no firmo los contratos ni conozco a mis inquilinos; no puedo ocuparme de la administración de esto, de modo que, puede ser, aunque a mí no me consta, puede suceder. Si está sucediendo, agradezco el escándalo porque de esa manera me ahorrará un desalojo” y añadió “no tengo idea de cómo se convierte un problema de consorcio en un escándalo de esta naturaleza”.
Tras la presentación, la diputada Fernada Gil Lozano (CC), quien acompañó a los representantes de la ONG a la presentación, sostuvo que le “resulta difícil creer que Zaffaroni no sabía nada de esto”. Por su parte Grabois explicó que “hay un mecanismo institucional que está funcionando muy mal” y agregó que “no se puede tomar con ligereza”, ello por las expresiones del juez con respecto a que "es un problema de consorcio".
“No resulta muy claro ni comprensible que los apoderados y administradores del patrimonio del magistrado no lo hubieran puesto al magistrado al tanto de esa clase de quejas sabiendo que se arriesgan a una demanda y a las consecuencias de una gestión desacertada que los afectaría en lo profesional y comercial” sostiene en la denuncia.
Agregando: “Tampoco resulta creíble que un magistrado al que se le hubiera hecho llegar esa clase de quejas se hubiera desentendido de las mismas considerándolas meros problemas de consorcio atento el peligro que representaría para su honor cualquier tipo de sospecha acerca de una posible connivencia entre él y las personas que explotan o ejercen la prostitución”.
“Si efectivamente es ajeno a la comisión de ese delito, pesa, no obstante, sobre él la obligación inexcusable de denunciar establecida en el art. 177 inc. 1° del Código Procesal Penal de la Nación, bajo apercibimiento de incurrir en el delito de encubrimiento (art. 277 inc. 1, apartado a) y d) C.P.)” concluye la denuncia

SALARIOS SANTIAGUEÑOS AL ULTIMO DEL RANKING NACIONAL


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Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), los salarios santiagueños durante el primer trimestre de este año fueron los menos abultados, manteniéndose así en la última colocación del ranking nacional. El relevamiento realizado tiene en cuenta tanto al sector privado como al público.

Para los trabajadores santiagueños, el INDEC estimó el promedio de remuneración más bajo de la Argentina, al fijarlo en $2.638. De esa manera, los sueldos locales se ubican cerca de $200 por debajo de los retribuidos en las provincias de La Rioja y Formosa, jurisdicciones que ocupan los puestos más próximos a Santiago.

En contrapartida, los sueldos más opulentos se abonan en las provincias patagónicas, y están liderados por Santa Cruz, donde el promedio de remuneración por trabajador es de $7.595. Bastante por debajo, pero gozando también de altas remuneraciones están las provincias de Chubut y Tierra del Fuego, donde en promedio se abonan sueldos de 6.679 y 6.416 pesos respectivamente.

Al analizar el promedio de remuneración por rubro, sale a la luz el porque de la disparidad entre las provincias del norte y del sur: las actividades que propician una mayor retribución monetaria a sus trabajadores son las vinculadas a la minería de recursos energéticos (petróleo, gas, carbón, uranio, etc.) que promedia $20.514; y el refinado de petróleo, que retribuye $18.095. Éstas actividades se realizan casi con exclusividad en la Patagonia.

En cambio, las actividades que abonan en promedio los sueldos más bajos del país son muy comunes en las provincias del norte del país. Algunos ejemplos son el cultivo de hortalizas y flores, que promedia sueldos de $1702; y servicios agrícolas-ganaderos, que retribuye a quienes se desempeñan en esta actividad 1.897 pesos.


C.F.K. ¿PRESIDENTA O EMPERADORA?


Mientras el común de los mortales tenemos que trabajar para ganar nuestro sustento con bastante esfuerzo y el Estado nos esquilma, CFK se mueve cual emperadora por el país. Mi experiencia en un viaje a Santiago del Estero
 Por Roberto Cachanosky

 El miércoles 20 de junio, por razones de trabajo tuve que viajar a Santiago de Estero. Mi vuelo era el AR 2494 operado por Austral y el horario de salida era a las 13.45 hs. Con tiempo suficiente llegue a Aeroparque, a las 12.20 hs. estaba en la ventanilla para hacer el check in. Grande fue mi sorpresa cuando al llegar al mostrador, la empleada me dijo que el vuelo ya estaba cerrado y a punto de partir. Le dije que no podía ser porque el vuelo salía a las 13.45 hs. y faltaba más de una hora y cuarto. Su respuesta fue que la partida se había adelantado a las 12.00 hs. Se comunicó con embarque, me entregó la tarjeta de embarque y corriendo y pidiendo permiso en la cola de control aeroportuario, corrí hasta la puerta 12 (justo en la otra punta del ingreso a embarque) para abordar el avión por la manga. Subí y cerraron la puerta para despegar.
Estoy acostumbrado a que los vuelos de Aerolíneas y Austral no salgan a hora, ¡pero que anticipen la salida más de una hora sin avisar a los pasajeros es delirante! Pero lo más delirante es que adelantaron la hora de salida y no le avisaron al pasaje. Al menos yo no fui avisado por la empresa.
Sentado en mi butaca le entregué mi documento al personal de cabina y le pedí que el comandante del avión diera una explicación de la salida anticipada del vuelo sin que la compañía avisara. Quiero destacar que la máquina era un Embraer 190 que solo tenía cubierto la mitad de los asientos.
Una vez alcanzada la velocidad de crucero, el comandante tuvo la gentileza de informarnos que el vuelo había sido reprogramado para salir antes porque la autoridad aeroportuaria cerraba el aeropuerto de Santiago del Estero a partir de las 15.00 hs.
Pregunta: ¿cuál fue la causa por la cual de casualidad pude subir al avión y la mitad del pasaje que volaba pudo hacerlo? Porque doña Cristina Fernández iba al aeropuerto de Santiago del Estero a inaugurar un radar. Supongo que son de esos que hace rato que tienen que instalar para combatir los vuelos que llegan cargados de droga. Como la dama iba al mismo aeropuerto a la tarde, se cerraba la terminal y todos los que trabajamos nos embromamos para que doña Cristina, que en vez de trabajar vive haciendo campañas inaugurando un maxi quisco, una alcantarilla o hasta obras no terminadas, llegue con su avión, que pagamos todos, para hacer su discurso de rigor. Es decir, con tal de hacer sus acostumbrados discursos de fuerte y vacío contenido político, le importa nada los problemas que puede ocasionarle al resto de la gente. Este solo comportamiento refleja el desprecio que una empleada pública como Cristina Fernández tiene respecto a sus semejantes.
A ver si nos entendemos de una vez por todas. Cristina Fernández no es la reina o dueña de la Argentina. Es una simple empleada, transitoria, de los ciudadanos cuyo Estado nos mata con impuestos. Esos impuestos que le pagan el sueldo a ella, a los de La Cámpora y el mantenimiento del avión para inaugurar un simple radar. Si CFK tiene que viajar para inaugurar un radar, eso muestra lo mal que estamos en Argentina.
Insisto, Cristina Fernández no tiene más derechos que el resto de los ciudadanos que trabajamos todos los días para sostener a un Estado ineficiente. El mismo Estado que, encima de meternos brutalmente la mano en el bolsillo, nos complica la vida en el trabajo para que la señora Cristina Fernández, empleada de los argentinos, llegue al aeropuerto de Santiago del Estero complicando la vida de los que trabajamos, como si fuera una suerte de emperador romano que se baja de su carroza mientras los súbditos le tiran la alfombra roja y la aplauden a rabiar en sus reiterativos discursos.
Evidentemente el kirchnerismo es irrecuperable. No le interesa la gente, solo le interesa que Cristina dé sus consabidos discursos por cadena y mientras su ego la lleva a tener un grupo de aplaudidores, diría casi un trabajo denigrante para un ser humano.
Terminada de escribir esta nota en pleno vuelo, prendo la pequeña pantalla que tengo delante de mi asiento y veo qué programación ofrece. Aprieto videos y aparece TV Pública (canal 7), Encuentro y Pakapaka. Ya es demasiado. Apago la pantalla. Cierro la notebook y me pongo a leer mi libro por una cuestión de higiene mental.

PD: Desde la pista, mientras el avión carretea a las 14.50 hs. hacia la plataforma veo los carteles y la escenografía montada para el discurso de CFK. Ya está preparado todo el circo para mostrar a Cristina Fernández rodeada de sus “afectos”. Por lo que veo desde la plataforma, una vez que bajé del avión, en el circo que montaron no deben caber más de 200 personas. Máximo 300 personas, pero seguramente, entre los carteles ya colgados y el juego de cámaras, la televisión mostrará una multitud vitoreando a la emperadora Cristina.

LA ACTIVIDAD LEVE PROTEJE EL CEREBRO.

Envejecimiento / Según los últimos estudios publicados

Tareas cotidianas, como arreglar el jardín o limpiar la casa, permiten retrasar el deterioro cognitivo natural

 
Jueves 28 de julio de 2011 La actividad leve protege el cerebro
Todas las actividades son buenas para preservar el cerebro.  / 
Gretchen Reynolds
The New York Times


NUEVA YORK.- Para aquellos que deseamos mantener el cerebro en forma y saludable en la mediana edad y más allá, últimos descubrimientos científicos ofrecen algo de tranquilidad. La actividad física es clave, aunque los científicos aún no probaron que el ejercicio proteja de ciertas enfermedades, como el Alzheimer. Pero ¿qué sucede con la pérdida de memoria más mundana, que comienza a partir de los 30, y cuando las llaves del automóvil y los nombres empiezan a desvanecerse? No es Alzheimer, pero preocupa.
Varios estudios que acaban de publicarse se ocuparon de esas preguntas. En el más alentador de todos, un equipo de Canadá midió el gasto de energía y funcionamiento cognitivo de un grupo grande de adultos mayores entre 2 y 5 años. La mayoría de los voluntarios no hacía ejercicio y casi ninguno tenía un trabajo muy exigente físicamente. Sus actividades consistían en "caminar alrededor de la cuadra, cocinar, arreglar el jardín, limpiar y ese tipo de tareas", dijo Laura Middleton, profesora asociada de la Universidad de Waterloo, Ontario, y autora principal del estudio, publicado la semana pasada en Archives of Internal Medicine .
Aun así, para Middleton, los efectos de esas actividades en el cerebro fueron sorprendentes. Mientras los voluntarios sedentarios obtenían resultados cada vez más bajos en los tests anuales de función cognitiva, el grupo más activo sufrió poco deterioro. El 90% de los que más energía gastaban a diario podía razonar y recordar casi igual año tras año.
"Nuestros resultados indican que el ejercicio vigoroso no es necesario" para proteger la mente, dijo Middleton. "Pienso que eso es alentador. Debería inspirar a aquellos a los que les preocupa la sola idea de tener que hacer ejercicio o levantarse y moverse."
El mismo mensaje surgió de otro estudio publicado la semana pasada en la misma revista. Durante 5 años, se hicieron tests cognitivos y entrevistas sobre las actividades diarias a un grupo de mujeres de 70 años con enfermedad vascular o factores de riesgo de desarrollarla. De nuevo, entre ellas no había maratonistas: la participante más activa caminaba. Pero los investigadores detectaron "una reducción de la velocidad del deterioro cognitivo" en las más activas. La capacidad de recordar y razonar seguía disminuyendo, pero no tan rápido como en las sedentarias.
"Si una persona inactiva de 70 años avanza hacia la demencia a 80 km/h, cuando tenga 75 o 76 lo hará a 120 km/h", dijo Jae H. Kang, profesor asistente de medicina del Hospital de Brigham y las Mujeres de la Escuela de Medicina de Harvard, y autor principal del estudio. "Pero las mujeres activas de 76 años en nuestro estudio avanzaron hacia la demencia a unos 80 km/h." Caminar y otras actividades suaves les aseguró 5 años de mejor capacidad cognitiva.
"Si pudiéramos alejar la aparición de la demencia 5, 10 o más años, cambiaríamos la dinámica del envejecimiento", sostuvo el doctor Eric Larson, vicepresidente de investigación del Group Health Research Institute, de Seattle, y autor de un artículo editorial sobre los dos estudios. "Nadie quiere perder su capacidad mental", agregó. De modo que el creciente cuerpo de pruebas científicas de la relación entre la actividad física y una mejor función cognitiva "es una llamada de atención. Tenemos que encontrar la forma de que todos se muevan".
Eso es justamente lo que hace tan atractivo un estudio publicado este mes en Neurobiology of Aging . Para aquellos a los que no los enloquece la idea de caminar o arreglar el jardín, un equipo de la Universidad de Columbia Británica y de otras instituciones demostró por primera vez que el entrenamiento suave con pesas mejoró la capacidad de razonar y el flujo sanguíneo de un grupo de mujeres.
Tras 12 meses de levantar pesas dos veces por semana, las participantes rendían significativamente mejor en las pruebas de capacidad de procesamiento mental que un grupo (control) de mujeres que habían realizado un programa para mejorar el equilibrio y el tono muscular. Imágenes por resonancia magnética funcional revelaron que las zonas del cerebro que controlan el pensamiento permanecían más activas en el grupo que había hecho pesas.
"No estamos tratando demostrar que levantar pesas es mejor que la actividad aeróbica" para retrasar el deterioro cognitivo, indicó Teresa Liu-Ambrose, autora principal del estudio. "Pero sí que existe una opción viable. Si las personas la disfrutan, como lo hicieron nuestras participantes, entonces muchos más podríamos, potencialmente, retrasar el deterioro mental hasta mucho más avanzada la vida."

miércoles, 27 de julio de 2011

CARTA ABIERTA A LA PRESIDENTA.

El ex jefe de Gabinete de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner refuta aquí declaraciones de la presidenta de la Nación sobre la ley de medios y la embestida política contra el Grupo Clarín.

Miércoles 27 de julio de 2011
El ex jefe de Gabinete de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner refuta aquí declaraciones de la presidenta de la Nación sobre la ley de medios y la embestida política contra el Grupo Clarín.
Cristina Kirchner y el entonces jefe de Gabinete Alberto Fernández, durante un acto en la Casa Rosada en marzo de 2008

por Alberto Fernández
Para LA NACION

Señora Presidenta: con más pesar que placer he leído el adelanto de la entrevista que la periodista Sandra Russo ha convertido en el libro La Presidenta. Entre los dichos que se adelantan periodísticamente sostiene usted que el Grupo Clarín ejerció, hace cuatro años, una enorme presión para impedir que usted fuera  candidata a Presidente , y que yo era, hacia dentro del Gobierno, el "vocero" de esa corporación empresaria.


Ha sostenido también que cuando usted se decidió a promover cambios en el sistema regulatorio de la radiodifusión yo preguntaba con "insistencia" qué era lo que se pretendía hacer al respecto, tratando de obtener información. Según sostiene, en una de las "tensas" conversaciones que, presuntamente, mantuvimos, usted me habría dicho: "Y si al Grupo [Clarín] no le interesa, ¿para qué te hacés problemas vos?". Como dije, leí sus expresiones con pesar. Se trata exactamente del pesar que provoca descubrir la mentira en boca de una persona con quien se ha compartido una etapa central de la vida del país, y también de la propia, y por la que aún se guarda consideración.


Aunque nunca creí que fuera necesario hacerlo, déjeme informarle que no tuve ni tengo vínculos políticos, profesionales o económicos con el Grupo Clarín. De buena fe, usted lo sabe. También sabe, por la relación que alguna vez tuvimos, que jamás me ocupé de defender los intereses de ese grupo económico. Por lo tanto, decir que fui "vocero" de esa empresa en el Gobierno no sólo afecta mi integridad ética, sino que ensucia mucho su propia credibilidad.


Yo ya acompañaba a Néstor Kirchner cuando en el país sólo un escueto 2% de argentinos sabían de él. Confié en sus ideas y en su conducta. Lo ayudé a alcanzar la presidencia de la Nación con toda honestidad y lealtad. Lo hice cuando muchos creían que todo nuestro esfuerzo era en vano. Usted misma, a veces, se reía de nuestra obcecación diciendo que nos habíamos embarcado en una "loca aventura".


Cuando Kirchner me confió la Jefatura de Gabinete , sólo respondí a sus órdenes y no defendí ningún otro interés que no tuviera que ver con sus decisiones y, por supuesto, con el bien común. Si de alguien oficié de "vocero" en ese lapso, fue del gobierno que condujo ese gran presidente que fue su marido. Usted era también protagonista principal de esa etapa. Sabe, por lo tanto, que esto fue así y de ello dieron cuenta todos, absolutamente todos los comunicadores en esa época.


Precisamente, en cumplimiento del rol que me fuera encomendado, y al depender de mí la Secretaría de Medios, tuve que vincularme con todos los medios de comunicación. He tenido así las relaciones tensas que habitualmente se establecen entre el poder y la prensa. Guardo la íntima tranquilidad de haber actuado siempre preservando los intereses que debía representar: los del gobierno que eligieron los argentinos.


Permítame recordarle algunos de esos momentos de tensión, por si los hubiera olvidado. Fui yo el único funcionario que imputó públicamente al diario Clarín el haber llevado adelante una operación periodística contra una secretaría de Estado. Y también fui el único director de Papel Prensa que -sin guantes de boxeo- logró que los socios privados invirtieran más de ocho millones de dólares para combatir la contaminación que la planta fabril causaba en su proceso productivo. Vale la pena recordar que, siendo un abogado recién recibido, yo ya denunciaba la complicidad intelectual de ciertos medios con la dictadura militar que asaltó el poder el 24 de marzo de 1976 y que a algunos de esos personeros los llevé con pruebas ante los estrados judiciales sin otra intencionalidad que no fuera la búsqueda de la verdad.


Su conciencia conoce que con el Grupo Clarín no tuve más relacion  que la que Néstor Kirchner dispuso que tuviera. Con sus directivos almorcé tantas veces como lo hizo usted y en ninguna de esas ocasiones observé algo impropio. Debe saberlo bien, porque todas las comidas fueron en la residencia presidencial de Olivos y siempre contaron con su presencia. Supe además que, habiendo dejado yo mi cargo en el gobierno nacional, usted siguió frecuentándolos en más de una oportunidad, con lo cual es evidente que nunca necesitó de mí para mantener ese vínculo.


Según dice usted, los directivos del Grupo Clarín le transmitieron directamente a Nestor Kirchner su oposición a la idea de que usted fuera la candidata presidencial. Si así fue, yo ni me enteré. Queda claro, según evidencian sus propias palabras, que en semejantes conversaciones no era necesaria mi presencia.


Pese a todo, sí me asombra descubrir que usted no supiera lo que era conocido por todo el Partido Justicialista y la mayoría de los argentinos: que fui yo un sincero impulsor de su candidatura. Miles de testigos e incontables registros gráficos y televisivos confirman esa obviedad. Yo sé que no necesita chequearlos simplemente porque le consta.


Permítame recordarle algo más. La denominada ley de medios fue hecha pública ocho meses después de mi renuncia; fue elevada al Congreso Nacional un año después de mi alejamiento del Gobierno (tras la elección de 2009) y promulgada tres meses más tarde. Hasta donde yo recuerdo, la última vez que cruzamos palabras usted y yo fue justamente el día en que mi sucesor asumió en mi reemplazo. No es verdad que yo estuviera preocupado por esa ley, sencillamente porque en esa época ese tema no estaba en la agenda suya como presidenta y porque tampoco usted mostraba interés en cambiar esa norma. Nunca hablamos sobre la modificación de la ley de medios, simplemente porque usted no la tenía en carpeta.


Los argentinos sabemos de sus cruzadas. Algunos, incluso, la hemos acompañado en muchas de ellas. Créame que no hace falta fabular batallas para parecer heroica.


La novela de George Orwell 1984 transcurre en un Estado en el que existe un "Ministerio de la Verdad" dedicado a manipular o destruir los documentos históricos, para que las evidencias del pasado coincidan con la versión que de la historia quiere imponer el gobierno en cada coyuntura. Tal vez sus aseveraciones pueden entenderse como un intento de trastocar lo ya sucedido y construir una historia que, acomodada a sus actuales conveniencias, le haga más llevadero aquello que le resulta difícil de explicar.


Yo sé bien que usted cree en la necesidad de construir un relato propio sobre la realidad que ampare el mundo dual en el que vive. Seguramente por eso trate de emularlo a Orwell. Pero a mí difícilmente me convenza. He sido un testigo privilegiado de ese tiempo y no voy a poder dar por cierta la historia novelada que nos propone como verdad absoluta.


A diferencia de usted, suelo observar el pasado con la mayor asepsia. Sólo de esa manera logro hacer fructíferas las experiencias que ofrece la historia, aun cuando parezcan muy dolorosas.
Hubiera preferido no leer sus quimeras y hubiera preferido no tener que hacer públicas estas aclaraciones.


Pero un viejo adagio popular enseña que el que calla otorga, y yo no quiero dar pie a que mi silencio haga parecer consentidas sus ficciones.


Además, también es necesario advertirle a usted sobre sus desaciertos, aunque no le guste que así se haga. No es bueno estigmatizar a ciudadanos con falsedades. Mejor es hacer frente a la verdad, con las buenas y malas cosas que ella nos ha deparado. Siempre la verdad es mejor para ejercer el gobierno y también para la calidad de nuestra democracia.
© La Nacion

martes, 26 de julio de 2011

DESDE ADENTRO NO SE ESCUCHA.

por Miguel A. Brevetta Rodriguez. 
Hablá más fuerte que no te escuchooooooooo
                                              

                                       Lo dije muchas veces, en algunos escritos y en rueda de amigos. El Poder es mutante, rota, se va, aunque a veces suele volver. Y el recinto en donde habita el Poder, es como el aparato del televisor, ni más ni menos que una caja boba, hermética para que adentro no se escuchen ruidos extraños.

A medida que se aproxima la fecha en que se elegirán autoridades nacionales, se suceden una serie de hechos que no pueden ser controlados, ni por quienes ejercen el poder –por mas que se crean dioses- ni por el sequito de cortesanos que los rodea.

Los amanuenses, que no son más que ágrafos, los aduladores que siempre rodean al mandamás y ahora los que pertenecen a la nueva clase de súbditos, que prestan servicios como “encuestadores”, no confundir con los cuestores del derecho romano. Es que nadie puede detener los efectos de la verdad, ni opacar la salida del sol con las manos.

Pero, sucede que el hombre es imperfecto, tiene fallas, y cuando ejerce el poder, es mas imperfecto todavía, porque hace lo que piensa y mal piensan quienes pretenden que el Poder es perpetuo, que se hereda por medio de un proceso sucesorio o lo que es peor, cuando pretenden adjudicarlo o transmitirlo con el dedo o a fuerza de decreto. Lo que está sucediendo en las grandes urbes en materia electoral, no es más que la respuesta acertada a los interrogantes que se plantean los politólogos rentados, que no quieren entender que el hombre es un ser mutante, lo que resulta lógico, pues de no ser así, pertenecería a otra especie, que no sería precisamente la humana. ¿Será por eso que se lo subestima?

La realidad es lo que se ve y puede palparse, no es un sentimiento abstracto, ni lo que cada uno pretende que sea, según sus intereses o su conveniencia. Lo real, es lo cierto, lo verdadero, pues así se manifiesta. Y cuando las sociedades salen a expresarse, no lo hacen influenciadas en los dichos de terceros, (encuestas) ni en las promesas de quienes no podrán cumplirlas. Se pronuncian por medio de sus sentimientos, que son quienes guían el obrar.

A nadie le atrae la impunidad, ni los jueces dependientes y obedientes, ni los funcionarios enriquecidos de la noche a la mañana. Al electorado, no le gustan los gobernantes autistas, ni cómplices encubiertos del mal obrar de su gabinete. Se detesta la mentira, la canonjía, la confrontación estéril, y la tremolina de quienes pretenden hacernos creer que el blanco, es negro.

El voto también muta. Se cansa de la “arriada” tediosa e innecesaria. Detesta subir a los colectivos alquilados que los conducen a la intemperie, para escuchar lo que no quieren oír a cambio de un mendrugo. El voto ya no lee los diarios de Irigoyen, ni los suplementos especiales que exaltan la petulancia y la megalomanía que producen los servidores del poder de turno. Ya no escucha paparruchadas.

Es así, los que mandan son reacios a escuchar los “ruidos” que provienen de afuera, y los que producen esos “ruidos”, solo escuchan la voz de su conciencia, esa que surge de adentro.




sábado, 23 de julio de 2011

JUEZ DE LA CORTE CON PROSTIBULO PROPIO

Hacer la ley y violar la ley, moneda corriente en la Argentiana
Juez de la Corte Suprema lo había comprado en 2000 y luego lo declaró ante el Congreso. Hoy es atendido por tres chicas. Las quejas de los vecinos.
Por Facundo Falduto | 22.07.2011
 El juez de la Corte Suprema de la Nación Eugenio Raúl Zaffaroni vive en un lujoso caserón del barrio porteño de Caballito. Pero además en el 2000 compró un mono ambiente en la exclusiva zona de Recoleta, que hoy está rentado a unos inquilinos que no pasan desapercibidos: allí trabajan tres mujeres que se dedican a la prostitución.

El negocio funciona, según pudo comprobar Perfil.com, en Vicente López 2217, frente al cementerio de Recoleta. El departamento 19 del piso 5º, que
figura a nombre de Zaffaroni en el prorrateo de expensas, tiene unos 25 metros cuadrados divididos en tres habitáculos.
Zaffaroni reconoció ante el Congreso que había adquirido ese departamento en octubre del 2000, según indican una resolución de la Cámara de Diputados y el diario de sesiones del Senado del 2003. 
Allí "trabajan", por turnos, dos o tres chicas que cobran 120 pesos la hora por sus servicios. El rubro 59 fue prohibido por un reciente decreto presidencial, pero las prostitutas se promocionan de otra forma: sus "volanteros" reparten anuncios de "caramelitos y masajes 24 horas" en la zona y en los mismos departamentos del edificio.

Perfil.com se comunicó telefónicamente para comprobar las "ofertas" disponibles y se acercó hasta el edificio. "Zaffaroni tiene este departamento hace unos 10 años, pero él no aparece nunca", contó un vecino que pidió mantener su nombre en reserva. "Hace cuatro años que trabajan prostitutas, pero en los últimos dos meses llegaron éstas que traen problemas", agregó.

La profesión más antigua del mundo provoca quejas de los vecinos: los clientes entran y salen a cualquier hora, hacen ruidos molestos y dejan inseguros al resto de los residentes. "Puede entrar cualquier persona, el otro día vi cómo ayudaban a entrar a un lisiado en silla de ruedas", comentó a Perfil.com otro vecino que también pidió anonimato. "A veces se confunden y quieren entrar a otros departamentos", sostuvo.

"Una vez llamamos al 911, vino la Policía y dijeron que las chicas tenían permiso del gobierno porteño, cualquier cosa", afirmó el vecino. Si bien Zaffaroni no visita el edificio, los residentes cuentan que le reclamaron a una de sus abogadas, que prometió desalojarlas en varias ocasiones. Pero el negocio sigue funcionando.
Perfil.com intentó comunicarse en siete ocasiones con el juez de la Corte Suprema, por vía telefónica y por correo electrónico, sin obtener respuesta.
(*) De la redacción de Perfil.com.

viernes, 22 de julio de 2011

EL DULCE SABOR DE UNA MUJER EXQUISITA


Si aún no ha pasado el bisturí por tu piel,
si no tienes implantes de silicona en alguna parte de tu cuerpo,
si los rollitos no te generan trauma,
si nunca has sufrido de anorexia,
si tu estatura no afecta tu desarrollo personal,
si cuando vas a la playa prefieres divertirte en el mar,
y no estar sobre una toalla durante horas,
si crees que la fidelidad sí es posible y la practicas,
si sabes cómo se prepara un arroz,
si puedes preparar un almuerzo completo,
si tu prioridad no es estar divina a como dé lugar,
si no te levantas a las 4:00 am para llegar primera al gimnasio,
si puedes salir con ropa de gimnasia tranquila a la calle un domingo
sin una gota de maquillaje en el rostro...
 
ESTÁS EN VÍA DE EXTINCIÓN...
 Una mujer exquisita no es aquella que más hombres tiene a sus pies, sino aquella que tiene uno solo que la hace realmente feliz.
Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca, ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo, es aquella que con tan sólo una franca y abierta sonrisa y un buen consejo puede alegrarte la vida.
Una mujer valiosa no es aquella que tiene más títulos, ni más cargos académicos, es aquella que sacrifica su sueño temporalmente por hacer felices a los demás.
Una mujer interesante no es aquella que se siente halagada al ser admirada por su belleza y elegancia, es aquella mujer firme de carácter que puede decir NO.
Y un HOMBRE... UN HOMBRE EXQUISITO es aquel que valora a una mujer así...
Que se siente orgulloso de tenerla
Que sabe tocarla como un músico virtuosísimo toca su amado instrumento...
¡Qué tontos hemos sido -y somos- cuando valoramos el regalo solamente por la vistosidad de su empaque...!

Gabriel García Márquez