sábado, 16 de julio de 2011

PATROCINIO DE LA VIRGEN DEL CARMEN



El General San Martín antes de iniciar la memorable Campaña de los Andes y conociendo la devoción del pueblo de Mendoza hacia la Virgen del Carmen, se propuso nombrarla Patrona del Ejército. Siguiendo las normas del caso, presentó su iniciativa a la Junta de Oficiales Generales quienes, de inmediato, suscribieron la propuesta y se la estableció por Orden del Día.

El 5 de enero de 1817, el Libertador dispuso que se jurase la Bandera y se proclamase a la Virgen como Patrona. El Gran Capitán con su Estado Mayor y la tropa, formaron en la Plaza Mayor en medio del entusiasmo del pueblo y las campanadas de los templos. La imagen de la Virgen salió del convento de San Francisco llevada en andas y acompañada por el clero regular y secular y los soldados que la custodiaban.

La procesión llegó a la Iglesia Matriz y en su interior, después de la bendición de la Bandera celeste y blanca, bordada por las damas mendocinas, San Martín puso su bastón de mando en la mano derecha de la imagen, como lo había hecho Belgrano con la Virgen de la Merced, después de triunfar en la Batalla de Tucumán. Luego, tomando la Bandera la hizo jurar, mientras una salva de 21 cañonazos saludaba a la Bandera y a la Patrona del Ejército de los Andes. Ella los acompañaría y protegería en la campaña libertadora de América.

La Iglesia Católica celebra el 16 de julio la fiesta de Nuestra Señora del Carmen, cuyo escapulario cubrió en pecho de nuestros soldados.

Así nació la Patria; así la soñaba y la sentía el Santo de la Espada; así la forjaron nuestros héroes que la condujeron a la gloria; así aquel ejército, aquellos soldados desconocidos para la historia, juraron defender la Bandera hasta perder la vida y lo hicieron, para darnos Libertad y consolidar la Fe. Esos valores, Fe y Libertad conformaron desde entonces la esencia misma de nuestra identidad nacional.
Fausto González

No hay comentarios:

Publicar un comentario