Los obreros manifestaron que escuchan, ven y sienten "cosas raras" desde que comenzaron a trabajar en la edificación de las viviendas.
Cinco albañiles capitalinos que trabajaban en un barrio nuevo, en Pinto (Aguirre), el fin de semana retornaron aturdidos, horas después que un supuesto espanto sumiera en un profundo ataque de pánico a uno de ellos, forzando a su traslado y derivación hospitalaria.
Así lo revelaron voceros policiales, explicando que el suceso sobrevino entre el jueves a la noche y viernes a la madrugada, en un complejo habitacional en construcción.
De acuerdo con los antiguos pobladores de la zona, décadas atrás el lugar obraba como improvisado cementerio, característica que tornan especial y sugestivo al sector.
Allí, a mitad de la semana pasada habrían arribado cinco albañiles y electricistas. Debido a la soledad y obvia oscuridad, sumadas al frío, uno de ellos habría bajado energía para dos casas.
Tras el trabajo, el cansancio se habría apoderado del grupo. En esas circunstancias, en plena madrugada uno de los obreros habría despertado casi asfixiado.
Sus amigos lo conocen como “El Negro”. Reside en el barrio Campo Contreras. Según su relato, “desperté y vi la silueta de un hombre que intentaba ahorcarme. Me apretaba y se reía, se reía”, afirmó el albañil.
“Yo le peleaba, pero no me soltaba. Me volteó (tiró) de la cama y me llevaba afuera arrastrándome”, ahondó.
“Como pude me solté y salí disparando (corriendo) hacia la pieza de mi compañero”, agregó el joven a sus compañeros. Con la respiración entrecortada, aturdido por el miedo, el albañil le habría pedido a su compañero dormir a su lado.
“Lo abrazaba y lloraba de miedo”, confiaron los otros trabajadores.
A tanto se acentuó la desesperación, que los santiagueños pidieron ayuda a los vecinos que residen en frente del barrio. Éstos, a su vez, hicieron lo propio a la policía local. Veinte minutos después se presentó una ambulancia del hospital local. Luego de ser revisado, el asustado albañil habría sido derivado al hospital Regional.
En el nosocomio capitalino el trabajador habría recibido asistencia y luego -junto a su familia- abandonado el hospital, rumbo a su hogar.
Así lo revelaron voceros policiales, explicando que el suceso sobrevino entre el jueves a la noche y viernes a la madrugada, en un complejo habitacional en construcción.
De acuerdo con los antiguos pobladores de la zona, décadas atrás el lugar obraba como improvisado cementerio, característica que tornan especial y sugestivo al sector.
Allí, a mitad de la semana pasada habrían arribado cinco albañiles y electricistas. Debido a la soledad y obvia oscuridad, sumadas al frío, uno de ellos habría bajado energía para dos casas.
Tras el trabajo, el cansancio se habría apoderado del grupo. En esas circunstancias, en plena madrugada uno de los obreros habría despertado casi asfixiado.
Sus amigos lo conocen como “El Negro”. Reside en el barrio Campo Contreras. Según su relato, “desperté y vi la silueta de un hombre que intentaba ahorcarme. Me apretaba y se reía, se reía”, afirmó el albañil.
“Yo le peleaba, pero no me soltaba. Me volteó (tiró) de la cama y me llevaba afuera arrastrándome”, ahondó.
“Como pude me solté y salí disparando (corriendo) hacia la pieza de mi compañero”, agregó el joven a sus compañeros. Con la respiración entrecortada, aturdido por el miedo, el albañil le habría pedido a su compañero dormir a su lado.
“Lo abrazaba y lloraba de miedo”, confiaron los otros trabajadores.
A tanto se acentuó la desesperación, que los santiagueños pidieron ayuda a los vecinos que residen en frente del barrio. Éstos, a su vez, hicieron lo propio a la policía local. Veinte minutos después se presentó una ambulancia del hospital local. Luego de ser revisado, el asustado albañil habría sido derivado al hospital Regional.
En el nosocomio capitalino el trabajador habría recibido asistencia y luego -junto a su familia- abandonado el hospital, rumbo a su hogar.
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