lunes, 19 de octubre de 2020

 

LA NACION | EDITORIALES

Santiago del Estero, bajo un régimen policíaco

19 de octubre de 2020  

La pandemia le ha servido como excusa al gobernador Zamora para terminar de consolidar un Estado claramente despótico y opresor

En estas columnas hemos comentado reiteradamente la triste situación que atraviesa la provincia de Santiago del Estero, sometida a los designios del gobernador Gerardo Zamora, quien en pleno siglo XXI la gobierna cual señor feudal.

Zamora domina la Legislatura y el Poder Judicial provinciales, la Municipalidad de Santiago y la casi totalidad de los municipios del interior, además de los medios de comunicación: no hay ningún periódico, radio o canal de televisión que no responda espuriamente a la potestad del gobernador. Su poder solo puede compararse con el que tenía el caudillo Juan Felipe Ibarra en el siglo XIX, durante aquella terrible y violenta etapa de la historia anterior a la Constitución nacional de 1853, por cuanto supera en absolutismo también a Carlos Arturo Juárez.

La oposición está silenciada, maniatada y, lamentablemente, no existe nadie que asome como una alternativa política valedera.

Es sabido que un enorme porcentaje de la población provincial trabaja para el sector público o tiene algún pariente cercano que lo hace, o cuya actividad privada está regulada o directamente relacionada con el Estado, es decir, con una subsistencia dependiente del gobierno, que teme justificadamente las crueles represalias de Zamora, ya experimentadas por algunos rebeldes.

La llegada de la pandemia resultó el pretexto que Zamora necesitaba para terminar de conformar un verdadero Estado policial, sin ley ni derechos, en el que piquetes policiales, cual patotas, asuelan las calles y generan terror.

El gobierno estableció por decreto que la gente solo puede circular, con limitaciones, de lunes a viernes, de 7 a 21, y los sábados y domingos, de 7 a 18. Esta enorme restricción a la libertad funciona como un verdadero toque de queda ante un ejército de ocupación. Las sirenas policiales alarman a la gente, la policía detiene y encarcela a los que circulan en horarios prohibidos, con limitadísimas causas de excepción. Clara expresión de un régimen totalitario, nadie puede hacer una compra de cercanía ni mucho menos salir para pasear el perro.

Baste decir que, siendo Santiago del Estero una de las provincias comprobadamente más pobres de la Argentina, hay gente necesitada que no puede salir a trabajar porque entre las restricciones draconianas que estableció el gobierno está haber suprimido el transporte público.

Hay detalles que pintan muy bien el opresivo clima reinante: para consultar leyes o decretos en la página del Boletín Oficial provincial hay que dejar datos personales, una clara medida persecutoria, que traba el libre acceso a la información pública.

Todas estas prohibiciones vigentes no aplican a la terminación del llamado Estadio Único, un costoso recinto deportivo en la ribera del río Dulce, con capacidad para 29.000 personas, prioridad fundamental del gobernador. Otro claro ejemplo de la burda política de pan y circo.

Los escasos recursos provinciales se dilapidan en esa y otras obras faraónicas que resultan superfluas en una provincia que tiene los peores ratios de pobreza, desempleo, mortalidad infantil, desatención de la salud pública y déficit de educación.

El gobierno provincial asegura estar sanitariamente preparado para enfrentar la pandemia, por lo que no se alcanza a comprender por qué estableció un régimen tan riguroso con una cuarentena reforzada y enormes sanciones por violación de restricciones. Todo conduce a dudar de que la invocada preparación sea cierta, a juzgar por la inflexibilidad imperante.

So pretexto de la pandemia, proliferan los allanamientos sin orden judicial, detenciones ilegales, secuestros de vehículos, multas y otros abusos que siembran el terror y la frustración ante la imposibilidad de denunciar atropellos en un sistema judicial cooptado por el gobierno.

Nadie puede alzar la voz ante tanta arbitrariedad, ni siquiera privadamente, como en un chat de WhatsApp, pues los alfiles judiciales del gobierno iniciarán acciones penales y dictarán una prisión preventiva que mantendrá por meses en la cárcel a las víctimas de procesos armados falazmente.

Los santiagueños no tienen más salida que tolerar resignados estos despropósitos, aunque en la intimidad cundan el enojo, el cansancio y la desesperación, con algunas tímidas manifestaciones aisladas de protesta, que amenazan con multiplicarse.

El autoritario gobierno provincial debe escuchar los reclamos, de los cuales también debería hacerse eco el gobierno nacional.

Urge cambiar las prioridades en atención a la penosa situación de miles de santiagueños, víctimas de las pretensiones personalistas cada vez más abusivas de un gobierno tan anacrónico como despótico.

viernes, 16 de octubre de 2020

PELIGRO DE INTERVENCIÓN FEDERAL

 Peligro de intervención federal

CUANDO EL SISTEMA VA EN DECADENCIA Y SE ESTA ACABANDO

La justicia santiagueña es el grano doloroso que tiene enquistado el Poder Ejecutivo provincial, entre otros forúnculos molestos. Pero poco le importa, porque cree que es y será inamovible.

Esta vez se pasó de la raya y los justiciables lo miran con desagrado pensando que está faltando poco para que se hagan sentir con el voto racional.

Esta vez el fallo de un Camarista, exacerbó la tranquilla cuarentena santiagueña, porque el Jefe de los fiscales –que no goza para nada, ni de reconocimiento, ni de popularidad-  salió con los tapones de punta en oposición a la sentencia de cámara.

Como dijimos, fue  mediante un fallo dictado en una causa de violencia de género, que podría extenderse a las detenciones indiscriminadas que impulsa el Ministerio Público Fiscal por violación a la cuarentena. Desde el escuchado programa matutino de FM Exclusiva, el Fiscal General, Luis de la Rúa, se mostró con los pelos de punta y vociferando desde la estridencia amenazó con denunciar al juez Storniolo  y de paso a los abogados que intervinieron en la causa.

La sentencia dictada por el juez Juan Carlos Storniolo declara la inconstitucionalidad de los artículos del nuevo Código Procesal Penal que regulan la eximición de prisión, según explicó uno de los letrados que trabajó en el recurso que da lugar al fallo.

Por la reforma del código procesal

La última reforma del Código de Procedimiento Penal de la provincia había derogado de hecho el instituto de la eximición de prisión, que es aquel remedio judicial que tiene a mano quien se encuentra investigado en una causa y pretenda defender su derecho a la libertad hasta tanto exista una condena firme en su contra.

El pedido de eximición de prisión se fundamenta en que la detención y privación de la libertad de una persona antes de una condena, sólo debe proceder en los casos en que verifique la existencia de “peligro procesal”  ello es que  exista peligro de fuga o de entorpecimiento en la investigación, todo de acuerdo a la Constitución Nacional y Tratados Internacionales.

Esto no está sucediendo en nuestra provincia, según expresaron los letrados. “Aquí no se analiza nada, de manera irreflexiva. Se procede a la detención en todos los casos” manifestó el Dr. Francisco Palau. Por su parte, el Dr. Pablo Brizuela aclaró que esta declaración de inconstitucionalidad se aplica para el caso concreto sobre el que falló Storniolo, aunque sí puede ser traído como jurisprudencia en casos similares.

“Hemos recibido muchas consultas de personas que, por la aplicación del 205 del Código Procesal Penal, son detenidas, sus domicilios son allanados. Ingresaban y los detenían adentro. Eso es inconstitucional, eso no se puede hacer. En estos casos no había nunca orden de detención ni allanamiento” dijo el abogado que interpuso el recurso y que ayer, se manifestó por FM Exclusiva.

Esto puede traer una intervención al Poder Judicial

La reacción del Fiscal General de la provincia, Luis De La Rúa, principal impulsor de las detenciones masivas e indiscriminadas durante la cuarentena, no se hizo esperar. En una entrevista realizada en el mismo medio, el funcionario, evidentemente fuera de sí, calificó de “aberración jurídica” a la sentencia del Juez Storniolo y amenazó con denunciar al magistrado -e increíblemente- también a los abogados defensores que intervinieron en la causa.

“Este juez ya ha sido denunciado por el que habla, y ahora vamos a hacer otra denuncia, también vamos a ver si los denunciamos a los abogados” manifestó este alto funcionario que representa a la justicia santiagueña.

Este atropello de parte del mandamás de los fiscales en contra de un Camarista y de los abogados del foro local, colocan a ese poder en gravedad institucional y atento a que causo repercusión nacional se estaría en condiciones de que se solicite en las altas esferas la intervención de ese poder, sobre la base de la peligrosa incertidumbre que suscitó este conflicto en la credibilidad pública

¿Y que dijo el Poder Ejecutivo sobre el exabrupto del Fiscal General? Todo bien, gracias por preguntar.