martes, 21 de enero de 2014

SIGUE EL DESENFRENO EN LA NOCHE SANTIAGUEÑA


LA VIOLENCIA SOCIAL SE OPONE A LIMITES Y AL ORDEN PUBLICO
por Pinguy Juárez

La noche peligrosa en Santiago por la falta de vigilancia policial
Santiago no está exento de sucesos que en el orden general del país ocurren y se difunden ampliamente a través de los medios de comunicación y que tienen que ver con episodios de violencia social de distinta índole.

El signo de la intolerancia y la agresión ya es un hecho común que se contrapone a los designios naturales de una comunidad organizada y respetuosa que aprecia con resignación cómo han desparecido esos valores y debe apelar en instancias críticas a la seguridad personal.

Indudablemente que los hábitos de vida de hoy cuentan con nuevos estímulos que predisponen en un determinado momento a que aflore un subyacente estado de agresividad, especialmente entre los jóvenes y que se expresan a muy temprana edad en el ámbito escolar con el llamado y muy difundido “bulling”.

Y esos estímulos son precisamente el generalizado consumo de alcohol y drogas que se intenta infructuosamente combatir en Santiago y que se muestra esencialmente en la juventud que no concibe una recreación sin que ello esté ausente.

Con todos estos condimentos, es cierta entonces la posibilidad de que en cualquier lugar público se generen incidentes y bataholas que estallan cuando alguna situación rozó un interés personal o de grupo por concebirse que la diversión supone un estado de libre albedrío sin medir abusos o porque ello conspira con las sanas normas del respeto, la buena convivencia y el derecho del otro.

 REBELDIA INCONTENIBLE

Lo acontecido la madrugada del domingo en la estación de servicios de Rivadavia y Roca, por caso, fue una mínima muestra de lo que sucede en esas horas de un fin de semana santiagueño y podría develar que los playeros de turno y hasta el mismo policía contratado para “seguridad” del sitio se vieron impotentes de evitar los abusos cometidos por casi un centenar de personas que coparon súbitamente esas instalaciones.

La lluvia torrencial que se abatía en esos momentos hizo encontrar allí, bajo un amplio techo, el amparo de quienes debieron abandonar los sitios de esparcimiento elegidos a la noche en la zona de Autopista y la Avenida Costanera. Las estaciones de servicio están autorizadas a la venta de bebidas frescas, pero no para ser consumidas en ese mismo lugar. Violar tal norma es exponencial a las multas establecidas por las ordenanzas municipales.

Pero lo que no está contemplado en ninguno de los casos es que quien ingresa su automóvil cuente con ellas y las consuma en el lugar. Eso se vio en algunos de los que  “coparon” el playón, lo que patentiza que el alcohol no está ausente bajo cualquier contingencia. A eso siguió la música que de un volumen discreto pasó a elevados niveles desde otro rodado lo que alteró por más de dos horas el descanso del indefenso vecindario. Por momentos el sitio se convirtió en un local de esparcimiento y hasta bailable.

El personal de la playa y el mismo policía, se interpretaría ahora, no pudieron imponerse a tamaño e inusual sorpresivo desborde donde hasta hubo insinuaciones patoteriles. Seguramente adoptaron la pasiva actitud por temor a incidentes de mayor tenor y ellos pagar incluso consecuencias físicas.

Lo que se imponía entonces era la convocatoria de un piquete policial que apele persuasivamente a la restauración del orden y que pese a la reiterada solicitud telefónica de algunos vecinos en ningún momento apareció.  Pero aquí también el círculo pernicioso tampoco cierra porque los representantes de la fuerza pública no solo son desoídos cuando intervienen en estos casos sino que además tienen expresas instrucciones de no actuar con más rigor en pro del amparo de los derechos humanos. Esta consigna a las fuerzas de seguridad se ha establecido en todo el país por instrucciones del gobierno de turno. Deben apelar al máximo la persuasión y solamente emplear sus elementos de choque cuando las circunstancias se agravan y responder por la integridad física de sus componentes.

Como se apreciará entonces la noche, la diversión que se torna en jolgorios mezclada con mala educación, violencia desenfrenada, rebeldía y consumo de “estimulantes” que tiene cabida en cualquier parte. Cuidado, que la sociedad entró decididamente en un estado selvático.

domingo, 19 de enero de 2014

CUANDO LA JODA SE DESCONTROLA


NOCHE DE DESENFRENO EN SANTIAGO Y  QUE EL RESTO SE JODA
Por Pinguy Juárez

 

Joda viva a la madrugada en Santiago y la policía ocupándose de otra cosa, como siempre
El libre albedrío en las conductas sociales, se está contraponiendo fuertemente a los derechos y obligaciones que tenemos en el contexto de la convivencia en los últimos tiempos en Santiago.

Quienes observan comportamientos reñidos con una sociedad que ya dista de ser respetuosa olvidando parámetros básicos de educación y respeto al semejante, pareciera que nos ha  metido en una selva donde cada uno hace lo que quiere, sin límites en sus conductas para generar el famoso slogan de “sálvese quien pueda”. Nadie pone freno a nada, salvo los preceptos legales que se imponen cuando se quiebra el instituto de la buena convivencia.

La justicia de faltas municipal capitalina ha debido apelar a sus ordenanzas, al comprobar- queja vecinal de por medio- que en el marco de la diversión nocturna muchos bares y pubs violaron sus habilitaciones como tales para convertirse también en improvisados ámbitos bailables. Estos episodios movilizaron a un sector de habitantes de la Avenida Roca, víctimas de los desórdenes provocados por los concurrentes a esos sitios de esparcimiento, en desmedro de su descanso y tranquilidad.

La queja apuntó también a que sus veredas eran escenario de peleas entre gente en estado de ebriedad, daños y lo peor, que eran utilizadas hasta para necesidades fisiológicas. Este es el contexto generalizado que acontece en las acostumbradas noches-madrugadas de la diversión en Santiago. Lo grave es que hoy por hoy, cualquier ámbito público no queda exento de estas situaciones. La madrugada de este domingo 19 de enero tuvo su ejemplo en la estación de servicios de Avdas. Roca y Rivadavia.

Alrededor de las 3,30, la intensa precipitación pluvial que se abatió sobre la ciudad, fue determinante para que la gente entregada a la diversión en la zona de la Autopista y la Costanera buscara en ese asentamiento comercial un techo para protegerse del aguacero. Y ese sitio, con los ánimos de quienes hasta allí llegaron predispuestos a continuar el festejo de la frustrada noche, resultó muy propicio. Desde los mismos automóviles en que se conducían jóvenes parejas comenzó el consumo de bebidas alcohólicas que se advirtió estaban guardadas dentro de los vehículos con todos los “condimentos” correspondientes.

No faltó tampoco quien utilizó un potente sistema de audio dentro de su coche para “alegrar” a la concurrencia poniendo música a un volumen que hacia trepidar los vidrios de las ventanas del vecindario, que, obviamente, vio interrumpido ingrata e indefensamente su descanso. La “improvisada” reunión se extendió hasta pasadas las seis de la madrugada, observándose a algunas jovencitas y sus parejas incluso,  ensayar pasos de baile como si estuvieran en un boliche autorizado para ello.

Entretanto, el personal afectado a la atención de los clientes en la carga de combustible permaneció indiferente ante tamaño desorden, así como también el mismo agente de policía uniformado contratado a diario para “custodiar” el negocio. Lo lamentable y triste también fue que algunos vecinos hicieron el reclamo a la comisaria jurisdiccional. Pero en ese tiempo de “oportunista diversión ningún móvil con personal se hizo presente para restaurar el orden en el lugar.

Pareciera que el espíritu que acompaña a estas actitudes reñidas con la educación y el respeto al semejante, contagia a todos por igual, o más bien desemboca en una absoluta indiferencia. Una noche de furia y desenfreno se vivió anoche en las avenidas citadas, mientras que la policiva anoticiada de  la tremolina, miró para otra parte. Esto se esta convirtiendo en tierra de nadie.

viernes, 17 de enero de 2014

CRONICA DE LA RULETA RUSA

EL JUEGO DE LA RULETA RUSA
por Deyes Sosa

Pudo haberse evitado, solo queda saber en donde reside la culpa de una tragedia que pudo ser mayor

El trágico y conmovedor accidente que generó en La Banda el estallido del tubo de gas de un viejo automóvil, pudo haber tenido consecuencias más graves, no solo para quienes resultaron damnificados sino para aquellas personas que circunstancialmente se encontraban en ese momento en la misma estación de servicios donde ocurrió el hecho sino en las inmediaciones más próximas.

Como se sabe, el estallido seccionó las piernas a Mónica Valoy, quien permanece en grave estado en terapia intensiva en el Policlínico Regional, donde, al ser ingresada se temió por su vida a raíz de la importante pérdida de sangre que le ocasionó el accidente. Se pudo saber de fuentes hospitalarias responsables, de que a la mujer debieron completarle la amputación de ambos miembros a la altura de sus muslos. En tanto, su marido, Jorge Marcos Barraza habría perdido un ojo por la deflagración de los vidrios del coche producidos por la explosión.
Quien se salvó de milagro - resultó absolutamente ileso- fue la bebita de la pareja que estaba en brazos de su madre cuando ocurrió el episodio.

La profusa crónica del conmovedor hecho cuenta en sus detalles que la pareja había adquirido a un particular el pasado domingo el Dodge 1500 siniestrado. Y según las verificaciones técnicas tras el estallido, el viejo automóvil llevaba el tubo de gas adulterado con una  última verificación de carga habilitante el año 2009.
La fiscalía de turno de la justicia de La Banda, tomó intervención de oficio para investigar el episodio. Esto amerita, y en base a las pericias técnicas del accidente, tomar declaración indagatoria a quien vendió en tales condiciones el automóvil - se cita a un tal Fabián Montero con verdulería en la calle Deán Fumes de La Banda-  a fin de establecer su grado de responsabilidad criminal ¡porque negoció una bomba de tiempo!
El reglamento para el uso de gas comprimido en los automóviles, estipulado por Enargas, señala que esas unidades deben ser periódicamente revisadas en los talleres oficializados por la empresa para la correspondiente habilitación de carga del GNC. Anualmente se verifica el sistema y se coloca la oblea que autoriza la carga. Cada cinco, se controla el tubo. Se admite eventualmente una reparación correcta de éste si ha sufrido algún deterioro por cinco años más. Luego se lo debe indefectiblemente reemplazar.

¿SE VERIFICAN LAS OBLEAS?
La carga de GNC en las estaciones de servicio ya se ha convertido en una práctica rutinaria pero existen criterios de contralor disímiles.

Usuarios del sistema revelan que cuando la oblea está vencida no en todos los establecimientos del rubro se admite la recarga del fluido por razones de seguridad. En otras se cumple con el despacho en un acto de mero contexto comercial.

PAUTAS DE SEGURIDAD
Expertos en el tema enfatizan de que las medidas preventivas de seguridad resultan clave para evitar accidentes como el acontecido ya en Buenos Aires donde dos personas murieron por mantener un cilindro rechazado por el centro de reprueba y al que lo reemparchó con una soldadura. Entonces, cuando cargó gas, explotó”. El mismo caso de La Banda.

El uso del gas en los automóviles exige los controles establecidos porque si hay pérdida de fluido pueden generarse siniestros si algún caño está cerca de la batería o el roce de algún cable conductor de electricidad. Señalan que al aire libre es más difícil un percance de explosión o incendio del sistema. Pero es mucho más factible dentro de una cochera cerrada.

Recomiendan asimismo que las personas cuando se bajan del automóvil como se exige en el momento de la carga, deben tomar una distancia prudencial de la unidad y nunca colocarse detrás del baúl
 

miércoles, 15 de enero de 2014

MATARA QUIERE AGUA...

El blog Arena Política publica en la víspera el levantamiento del pueblo de Matará ante la permanente falta de agua potable, una constante en los pueblos del interior. Cuidado que así se empieza y se termina muy mal.



Enojo de los vecinos de Matará, departamento Ibarra, por la falta de gestión del comisionado municipal ante la carencia del agua potable.

Tanta espera. Tanta mansedumbre.
En Matará, se terminaron y su pueblo salió a la calle a protestar.
El enojo y reclamo fueron en contra del intendente Fabián Coria, y los exaltados vecinos concurrieron a la sede comunal exigiendo que el funcionario “de la cara” y se comprometa “a solucionar prontamente el problema serio de la escasez de agua potable”, porque “hace bastante tiempo que venimos padeciendo”.
La gente quemó cubiertas de automotores enfrente a la casa municipal, del domicilio de Coria y en la entrada principal del pueblo.

Los cesanteados

Luego salieron a sumarse a la protesta los trabajadores comunales que fueron cesanteados recientemente “por razones políticas”, según sus declaraciones.
“Venimos a protestas porque fuimos cesanteados después de las elecciones del 27 de octubre, y en contra de la corrupción desmedida tanto del comisionado municipal como de su hermano Edgardo Coria, junto a un grupito de pícaros de la ciudad capital”, expresaron los trabajadores dejados en la calle.
El comisionado municipal no apareció, y sólo habló con la policía del lugar, que dispersó a los manifestantes, quienes se retiraron pacíficamente.

miércoles, 8 de enero de 2014

PIEDAD PARA LA CULTURA PROVINCIAL



PARECE QUE SE VIENE MAS DE LO MISMO: SON INCORREGIBLES
por Vivi Lopinto
 
 
Condesa posa consternada ante los impresentables de derecha e izquirda
 Eugenia de Chikoff (29 de agosto de 1919- 5 de enero de 2014 ) conocida popularmente como la Condesa de Chikoff. Se murió en Buenos Aires sin que trascendieran mayores  detalles, fue una Maestra de Protocolo, Cultura Social y Buenos Modales y figura mediática argentina, hija del célebre conde Chikoff.  Se hizo conocida a través de sus apariciones en radio y televisión con columnas de consejos sobre Protocolo y Ceremonial  Fue la Miss Manners de Argentina.


La otra cara de la moneda se ubica a 1200 Km de distancia en una provincia llamada Santiago del Estero en donde se desconocen las reglas más elementales del protocolo oficial, que se evidencian con la sola presencia de los funcionarios que desde hace una década recorren los pasillos de los tres ámbitos del poder.

El fallecimiento del protocolo y el nacimiento de una nueva gestión de gobierno, pone la nota de color en el ámbito de las ironías periodísticas, precisamente cuando no se encuentran en la provincia quienes ejercen el poder en la máxima dimensión, tras haber delegado funciones en uno de sus colaboradores más impresentable que se conozca desde la asunción del Frente Cívico en la provincia.  

Desde el tan cuestionado Jede de Gabinete, al último de los Directores de todas las aéreas, pasando por los diputados provinciales y nacionales y por el elenco en pleno del Poder Judicial, la informalidad, el mal gusto, el escaso nivel intelectual y el pobre nivel de lo realizado hasta entonces, da cuenta de que no estamos mintiendo, cuando afirmamos que –al margen de las obras edilicias realizadas- este gobierno resulto ser un fiasco, que en nada se diferencia de la gestión Juárez y sus socios de las décadas pasadas.

El ejemplo más patético de lo que aquí se relata es la asunción en el día de ayer del Lic. Jorge Rozemberg  (conocido como Rosenbar) en la Subsecretaria de cultura, en donde se presentó ataviado de un ropaje demodé en completa sintonía con el funcionario que le tomaba juramento y el que lo observaba a cargo del patrimonio cultural.

Aquí no se está realizando crítica alguna a las figuras desagradables de los funcionarios, ni a la pobre presentación estética de los mismos. Estamos en crítica a la ineptitud demostrada en los cargos que ocuparon y ocupan en la actualidad, ya que aun no superaron la calificación de inútiles, muy a pesar que se viene advirtiendo desde todos los medios independientes.

¿Dónde vamos? ¿Otra vez la misma sopa y el gatopardismo de siempre en el recambio de figuritas? Por ahora creemos que la gobernadora no está ejerciendo y que esta designación, no es cosas suya. No se toca mas el tema hasta un tiempo prudencial en que nuestra verdad rebase la indiferencia con que se esta administrando el valor cultura.

En verdad, con la confirmación de todo el gabinete y lo que dicen que se viene. Se nos van a cagar de la risa. Extrañamos a la condesa  Eugenia de Chikoff