TONTO DE TODA TONTEDAD
por Domingo Schiavoni
El jefe de Gabinete del Gobierno de la Provincia, el ex golosinero Elías "Sugus" Suárez, se vanaglorió ayer por un extraño mecanismo de ósmosis emcional con el ex gobernador y actual senador de la Nación, Gerardo Zamora, por el logro sorprendente inesperado de que haya sido designado finalmente como Presidente Provisional del Senado de la Nación.
El jefe de Gabinete del Gobierno de la Provincia, el ex golosinero Elías "Sugus" Suárez, se vanaglorió ayer por un extraño mecanismo de ósmosis emcional con el ex gobernador y actual senador de la Nación, Gerardo Zamora, por el logro sorprendente inesperado de que haya sido designado finalmente como Presidente Provisional del Senado de la Nación.
Los dichos fueron públicos en un conocido programa de
televisión, que se emite en vivo todas las semanas. Tanta
alcahuetería no extraña si se considera que en los últimos años fue el
propio "Sugus" el que manejó personalmente y con absoluta discreción los
asuntos más privados e íntimos del ex gobernador, como por ejemplo sus
finanzas e inversiones.
El desmesurado elogio al ex dirigente radical,
ahora expulsado de la UCR y alineado entre los privilegiados más
selectos de la cohorte cristinista, sonó entonces a una
contraprestación, a una necesidad imperiosa de agradecer de algún modo
la casi década de confianza tan integral que recibió de su mandante, que
hasta lo exculpó hace dos años en un grave hecho de corrupción, cuando
metió la mano en la lata pública para construir con el concurso de un
subordinado un hotel en la costa atlántica.
Aunque lea los diarios
nacionales bien temprano y se solace despotricando contra los escribas
criticastros del gobierno kirchnerista, el funcionario de lamentable
estampa no alcanza a comprender todavía que Zamora no fue electo por su
superlativa capacidad política (al fin de cuentas hay gobernadores mucho
más preparados de él), sino porque la inteligente jugada de la señora
Presidenta fue bloquear absolutamente el acceso a ese cargo a ningún
peronista (cualesquiera sea su corriente y alineación actual), porque es
sabido que suelen ser muy "traviesos" para las travesuras, las
traiciones y los sorpresivos cambios de bando.
Además, la señora
Cristina reclamaba imperiosamente sacársela de encima y de su vecindad a
la figura más desprestigiada y corrupta de esta administración: el
señor Vicepresidente de la Nación.
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