Santiago del Estero: el feudo se agrieta
por Roberto Azzareto
Cristina Fernández vino a Santiago del
Estero a darse el baño de "multitudes arreadas", con la combinación
de planes “descansar” y el apriete, junto a la pareja gobernante, los Zamora,
sucesores de los Juárez y vecinos de los Alperovich y, de paso, respaldar a la
candidata oficialista a la intendencia de La Banda en la inauguración de las
"Torres Gemelas", el complejo ministerial que costó cinco mil dólares
el metro cuadrado en una provincia donde el 68% de los niños son pobres y la
mitad, indigentes.
En los días previos a los
comicios municipales, difundieron encuestas en que el zamorismo triunfaba por
cincuenta puntos de diferencia, en la ciudad vecina a Santiago del
Estero.
Para completar el cuadro
mandaron a bloquear las estaciones de servicio en las que se surte la
Municipalidad de La Banda; amenazaban a los pobres con la pérdida de los planes
sociales y apostaban móviles policiales en las casas opositoras.
De esa ciudad es nativa la
actual gobernadora, que fue postulada al negar la Corte Suprema el atropello a
la Constitución, que habilitó la jueza Andrea Suárez cuando declaró
inconstitucional a la Constitución de la provincia que impedía un tercer
mandato, actitud sumisa premiada con su ascenso a camarista.
El jueves anterior a las
elecciones, a pesar del resultado de las encuestas, Sergio Massa llegó a la
provincia a respaldar al sector político de La Banda que lo apoya en el orden
nacional diciendo que era "hombre de coraje y no le asustaba el látigo ni
la billetera". En la noche del domingo regresó a festejar un contundente
triunfo que definió como la victoria de la libertad contra el poder y su
soberbia.
Por otro lado el Pro obtuvo un
inesperado tercer puesto en la ciudad de Santiago del Estero con dos concejales
a pesar del robo de boletas, la prohibición de colaborar en la fiscalización de
los comicios a ciudadanos de otras jurisdicciones, que vinieron a dar un apoyo
a sus amigos políticos y algunos de los cuales fueron demorados en las
comisarías.
El ex senador radical Emilio
Rached que, según el oficialismo y sus encuestadores, perdería por quince
puntos, retuvo la intendencia de Pinto, que resultó el premio a la dignidad
pues este político, que fuera vicegobernador de Zamora en el primer período de
su gobierno, votó en contra de la resolución 125/08 en el Senado, como lo
hiciera unos días antes su comprovinciana Marta Velarde en la Cámara de
Diputados.
El sistema de dominación del
zamorismo está basado, precisamente, en que sus diez legisladores nacionales
son simples levantamanos genuflexos al servicio de los caprichos de Cristina
Fernández. La contrapartida son programas de obras públicas en las que De Vido
decide qué se hace, a qué precio y con qué empresa.
Edificios públicos, hospitales
sin médicos, el aeropuerto de Termas a setenta kilómetros del existente en la
capital provincial y a ochenta del que sirve a Tucumán para dos vuelos
semanales, en una provincia que disputa con Formosa y el Chaco los peores
índices sociales y con una producción agroganadera estancada por las políticas nacionales. Por otro lado se percibe una
total indiferencia para el problema del narcotráfico, que utiliza las vastas
extensiones despobladas del territorio provincial para introducir las drogas en
el país por vía aérea.
Como referencia histórica cabe señalar que el Departamento de La Banda tuvo
siempre diferencias con otros lugares de Santiago del Estero. De familias de
agricultores de regadío, del mismo salieron los exponentes más señeros del
roquismo provincial como Absalón Rojas y Máximo Ruiz que modernizaron a la
provincia cuando llegaron a gobernarla.
Como centro ferroviario y
cierta industrialización de base agrícola, La Banda tuvo una población
trabajadora con autonomía de los gobi ernos de turno con buena cantidad de votos
socialistas. En 1958 cuando el frondicismo, gracias al aporte del peronismo,
arrasó en el país, en La Banda triunfó el radicalismo del pueblo y Carlos
Juárez, en sus mejores momentos, fue derrotado en esa ciudad.
Cabe agregar que los resabios del juarismo
peronista, liderados por el vicegobernador Emilio Neder, fueron derrotados en
sus municipios de Loreto, Frías y Ojo de Agua. En estos dos últimos se sucedían
en la Intendencia la misma familia, entre tíos y hermanos en Frías y entre
esposos en Ojo de Agua desde 1983, sobre la base del apriete, la prebenda y la
corrupción.
En 2005, cuando Gerardo Zamora
llegó al gobierno, algunos creyeron que la provincia, que hacía pensar que
Macondo era Manhattan, se alineaba con las de tradición republicana como Santa
Fe, Córdoba o Mendoza. Al poco tiempo la realidad provocó la decepción,
ampliada, con la sensación de que la Argentina toda se convertía en Macondo o
en Argenzuela, como la definió La Nación en sendos editoriales recientes.
Por eso, el domingo pasado, una
brisa de aire fresco se sintió en las tierras calientes del centro norte
argentino y se abrió una grieta en los regímenes feudales de la región. Ojalá
que la esperanza no se frustre.
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