jueves, 3 de diciembre de 2015

EL OCASO DE UN LADRON

Cristina “regañó” a Fellner y lo mandó al "rincón" castigado... por inutil.

 
Eduerdo Fellner se hizo millonario saqueando los fondos de Santiago del Estero, desde allí que no cesa de "cargar las alforjas".  Esta vez parece que irá en cana.
Fue la reacción de un fracasado gobernador, que hace cuatro años atrás pudo haberse ido a casa por la puerta grande, siendo presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, cargo que ningún otro político jujeño ostentó, pero eligió seguir gobernando la provincia sin tener el consenso del voto legal, sabiendo que el Justicialismo ya venía en caída libre desde el 2007 y era poco probable que se recuperara si no había un cambio rotundo en el pensamiento político del gobernador.
Lo que iba a ser un “almuerzo de camaradería” y “agradecimientos” de la presidenta a los gobernadores, por la tremenda y larga campaña electoral, terminó siendo un reprimenda al estilo “kirchnerista”.
Según cuenta el Cronista Comercial, “Cristina, terminó a los gritos con los gobernadores” y el primero en recibir el cimbronazo K fue Eduardo Fellner.
El relato del matutino es el siguiente: “La Presidenta había invitado a los gobernadores peronistas a una comida de “camaradería” pero poco antes del final del encuentro el ambiente cambió y la mandataria comenzó con los reproches”, dice el matutino porteño, dando muestra de la ira que tiene la presidenta con los gobernadores que no hicieron bien sus deberes desde las PASO”.
“El almuerzo arrancó tranquilo -a puertas cerradas- en el comedor presidencial de la Casa Rosada. La presidenta Cristina Kirchner había invitado a los gobernadores peronistas a una comida de “camaradería” para agradecerles el apoyo en estos 12 años de gobierno kirchnerista y analizar el nuevo rol del peronismo a partir del 10 de diciembre como principal partido de la oposición. Pero a los postres, el ambiente se puso espeso y la cordialidad inicial quedó sepultada por el estallido de “La Jefa”.
A los gritos, y ante la mirada atónita de los comensales, comenzaron los pases de factura por parte de CFK. Primero, al jujeño Eduardo Fellner, a quien le reprochó a viva voz haber sido derrotado en su tierra por el radical y aliado de Cambiemos, Gerardo Morales.
Y luego, le tocó el turno al sanjuanino José Luis Gioja, que tenía la pretensión de conducir el bloque del PJ en Diputados a partir del 10 de diciembre y contaba, además, con el visto bueno de sus pares. Cristina le cortó en seco su aspiración. De hecho, según pudo saber El Cronista -que logró reconstruir detalles del encuentro- el supuesto consenso alcanzado por Cristina y los mandatarios provinciales para dos cargos clave, Ricardo Echegaray, en la Auditoría General de la Nación (AGN) y Héctor Recalde, frente a la bancada de diputados del FpV fue, en rigor, una “imposición” de CFK, que se mostró en la reunión “más Cristina que nunca” y no como una presidenta en retirada que se encuentra a apenas ocho días de dejar el poder.
“La reunión fue durísima”, dijo una fuente que tuvo acceso a los participantes”.
Otros que dieron la nota durante el almuerzo fueron los gobernadores de Entre Ríos, Sergio Uribarri, y Jorge Capitanich, de Chaco, intentando calmar alguna que otra tibia reacción de sus pares ante los gritos de Cristina: “es la Jefa, es la Jefa...” susurraban por lo bajo para aplacar cualquier atisbo de rebelión o intento de contradecirla. A decir verdad, no lo hubo. Ninguno de los presentes se atrevió siquiera a insinuarle a Cristina Kirchner que la derrota en el ballottage del 22 de noviembre tiene también su sello indiscutido. De eso, claro, no se habló. ¿O no fue la Presidenta acaso la que ordenó la interna bonaerense y cuando Aníbal Fernández le ganó en las PASO a Julián Domínguez ella lo respaldó, aún después de la denuncia en el programa de Jorge Lanata que vinculó al jefe de Gabinete con el narcotráfico y repercutió en su performance electoral al punto de perder la Provincia?. Y también fue Cristina quien eligió a Carlos Zannini, el candidato a vice de Daniel Scioli, que claramente no ayudó al exmotonauta a sumar el voto de los independientes en la competencia con Mauricio Macri.
Fellner quizás nunca reconozca lo sucedido, ni mucho menos brinde detalles de ese “reto presidencial”, y seguramente será uno de los tantos secretos que se lleve a su descanso político al cual fue obligado tras la decisión de la presidenta Cristina Fernández de llevar a Echagaray a la AGN

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