El periodista Roman Lejtman publicó una nota en el diario de moda El Cronista Comercial con el titulo ¿Gabinete Nacional? Allí se refiere a una
serie de paradojas que acontecen en el contexto nacional que debieran ser
resueltas por funcionarios designados al efecto, pero que en base a situaciones
diversas estos no se encuentran a la altura de los acontecimientos, dejando a
la Presidenta mascullando en voz baja, ante la impotencia que producen sus
seudos funcionarios.
“Raúl Alfonsín –dice- gobernaba, estaba a cargo,
y asumía sus propias decisiones políticas. Tenía
un gabinete que funcionaba y podía mantener a solas, en la intimidad de la
quinta de Olivos, encuentros secretos con la oposición para encontrar una
salida a la presión que ejercían los facciosos sobre todos nosotros.” Como
contrapartida de lo acontecido en ese tiempo y mirando la realidad que nos
circunda, el autor de la nota deduce que “Cristina Fernández de Kirchner conoce
el poder como Alfonsín. Entiende las reglas de juego, y sabe administrar sus
presencias y sus silencios. Pero exhibe un problema grave, que complica sus
decisiones políticas: no tiene Gabinete.
En Santiago del Estero, salvando las distancias,
se observa un panorama bastante similar a lo que ocurre en el escenario nacional.
Se observa a un gobernador que está a punto de terminar su segundo mandato –aspirando
a un tercero- sin que supiera llamar a conferencias de prensa y cambiar su
gabinete ante los insistentes clamores de corrupción generalizada.
Mantiene en su puesto a un Jefe de Gabinete, sin preparación académica que lo coloque a la
altura de sus funciones, sospechado hasta el hartazgo de más de un hecho
delictivo, incompetente y taimado de escasos recursos discursivos.
Lo mismo ocurre con el Ministro de Gobierno, sin pergaminos para exhibir, pero hoy uno de
los hombres más ricos de la provincia, designado en oposición a las leyes de la
materia, inhabilitado, buchón de la dictadura e informante del tenebroso Musa
Azar, felpudo confeso y permeable a la corruptela que armó “una caja”
suficiente para aspirar a la gobernación con o sin la venia de nadie.
Del mismo modo un Ministro de Justicia, que carga consigo las muertes de docenas de
personas del penal, registro de la propiedad, rentas, administración, etc. Hoy
propietario de casi todo el departamento Rio Hondo de donde es oriundo a través
de la apropiación indebida de tierras fiscales, negociados y entuertos de todo
tipo que le reporte dinero a sus bolsillos.
Un Ministro
de Salud foráneo, que no sabe cuántos muertos trajo la gripe, ni el chagas,
ni el dengue. Que mira absorto como se evaden las partidas nacionales y deja
vencer vacunas y medicamentos a causa de una impericia que no tiene parangones
en el área. Y para no extendernos más de lo debido, alguien tiene que reparar
en la ineptitud del Jefe de la Policía, que
nunca descubre nada, del Fiscal de
Estado que piensa que emulando a Indiana Jones se ocultan sus atropellos y
las pingues ganancias por mirar para otro lado cuando hay causas gordas que
resolver. Los ladrones de Obras Publicas
y Arquitectura que nadie quiere investigar. Los dos gorditos inútiles de Cultura que todavía no saben donde están
parados y que andan buscando un manual de funciones después de siete años en el
cargo. Y así de nunca acabar. ¿Cómo hace
Zamora para gobernar con ese gabinete?
¿O es como se anda diciendo que gobierna solo?
“Pero si no hay gabinete, no hay ejecución
táctica de la estrategia presidencial. Este es el problema de fondo Ahora, y en
el futuro” señala Lejman.
Lo mismo que ocurre por estos pagos, todos lo
saben y pocos se atreven a denunciar.
“Ese es un fantasma del Gabinete para esconder
su propia mediocridad.
No hace falta mirar la televisión pública, - ni leer el Liberal, Nuevo diario o Canal 7 -para saber que los fantasmas no existen.”
No hace falta mirar la televisión pública, - ni leer el Liberal, Nuevo diario o Canal 7 -para saber que los fantasmas no existen.”
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