martes, 13 de septiembre de 2011

SEXO CASUAL... SI O NO?

¿Qué nos lleva a vivir una experiencia sexual inesperada? ¿Te animás a un touch and go con alguien que casi no conocés?

¿Qué nos lleva a vivir una experiencia sexual inesperada? ¿Te animás a un touch and go con alguien que casi no conocés? -
Por Juan Yesnik
Especial para RevistaOHLALA.com


Sobran los anuncios en Internet: "Me llamo Diego, soy morocho, mido 1.80, peso 87, tengo 43 años, vivo en San Isidro. Me gustaría conocer a una mujer casada para pasar momentos íntimos en absoluta confidencialidad..."; "Hola, soy una morocha de 25 años que tiene ganas de tener sexo casual y tener amigos para experimentar de todo. Si querés conocerme y tener sexo sólo por amor al sexo, escribime"...

Si bien los tablones de anuncios vía Internet y las salas chat (para heteros, bi, gays; para todas las edades y demás preferencias) son hoy la forma más habitual de "encuentro", desde siempre, el sexo casual tuvo más de un escenario propicio: un boliche, un bar, una reunión de trabajo, una fiesta... Hubo y hay mucha gente que termina "a los besos" o en la cama a las pocas horas de conocerse, incluso, en el colectivo o en la calle.

Se entiende por sexo casual, esporádico, ocasional (o como quieran llamarlo) al hecho de tener relaciones sexuales en forma inesperada con personas conocidas o desconocidas.

Según los estudios realizados, son más los hombres que las mujeres quienes participan de estas prácticas. Aunque, en verdad, no suelen tenerse demasiados registros de las experiencias femeninas porque ellas suelen ser más reservadas o pudorosas a la hora de aceptar o reconocer que han sido protagonistas de una "aventura sexual" como esta o similar.

Otras de las diferencias entre unos y otros es que las mujeres limitan o reprimen más ciertas experiencias sexuales por prejuicios, moralidad o porque suelen implicar mucho más su emocionalidad.

En las investigaciones realizadas en 2009 en la Universidad de Minnesota, los profesionales esperaban encontrar indicios de depresión o baja autoestima entre quienes tuvieron experiencias de sexo casual. Sin embargo, la mayoría de "quienes practicaron sexo casual no presentaron rasgos de daño emocional como suelen manifestar quienes sólo tienen sexo con su pareja estable".

Los trastornos emocionales o del ánimo, seguramente, aparecerán en quienes basan sus relaciones exclusivamente en esta modalidad de encuentro. Sobradas son las pruebas de que no podemos vivir sin amor o, al menos, sin sentirnos incluidos, valorados, tenidos en cuenta.

Cada quien maneja o aprenderá a manejar sus niveles de posibilidades y "permitidos". Eso sí, hay dos aspectos que nunca deben dejar de tenerse en cuenta: por un lado, la prevención de la salud: usar preservativos para evitar el contagio y transmisión de enfermedades sexuales; por el otro, ser sumamente precavidos a al tomar contacto con alguien desconocido. Así como los anuncios y ofertas de sexo, sobran los casos e historias de robos, acoso, abusos y violaciones.

¿Te pasó alguna vez? ¿Alguien te lo propuso? ¿Por qué no te lo permitiste? ¿Lo harías? ¿Qué seduce más: lo que despierta quien te lo propone o la situación promiscua en sí misma? ¿Vale todo? ¿Y después, qué?... Contanos tu experiencia.

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