Todo lo que se puede hacer para tratar la calvicie
Jueves 16 de junio de 2011 |Por Malu Pandolfo
La caída del pelo es la preocupación masculina por excelencia. Y tiene distintas soluciones según la etapa en la que se encuentre. Con un fuerte componente hereditario es aconsejable tomar el toro por las astas una vez que sea evidente que se instaló y que va a avanzar como en las generaciones anteriores.
Mix genético-hereditario. La calvicie androgenética, característica del hombre, mezcla componentes genéticos y hormonales. Es un problema masculino debido a la mayor sensibilidad del folículo pilosebáceo a la testosterona. Si bien se hereda, no significa que todo paciente pelado tenga un padre pelado. De hecho se puede dar que entre varios hermanos algunos sean pelados y otros no. O que un hijo de un padre sin problemas capilares herede la alopecía de un tío o abuelo. Eso sí, el que hereda la condición está condenado.
Primeras caídas. Los tratamientos dermatológicos, si bien son eficaces, son paliativos para cuando comienza el problema y para retardar la caída. Este es el momento ideal para recurrir al minoxidil al 5%, que se usa tópicamente una o dos veces por día. Al igual que el aminexil hace crecer y engrosar el pelo que está. Es el mismo efecto que logra 1 mg de finasteride por boca. Este inhibe la enzima responsable de la caída. Los dos tratamientos son exitosos, pero cuanto antes se empiece, mejor. Combinados son todavía más efectivos. El resultado es lento y paulatino, y por ende, natural. Son también efectivos los aminoácidos y las vitaminas del grupo B.
En discusión. La mesoterapia capilar introduce finasteride y minoxidil, aunque hay médicos que afirman que no está científicamente comprobado que estas drogas actúen mejor de este modo que tópicamente y por boca. Conviene pedir ver el frasquito de lo que se usó en el procedimiento porque no falta gente inescrupulosa que inyecta hormonas femeninas para que compitan con la testosterona, pudiendo causar ginecomastia.
Estudio. Se están haciendo estudios comparativos entre un nuevo medicamento, dutasteride, y finasteride, para ver cuál de los dos es más eficiente. En los dos casos los pacientes tienen que saber que dos de cada cien pacientes tienen inhibición de la libido como efecto secundario, que se revierte cuando se deja la medicación. Hay otra línea de investigación incipiente que se está desarrollando en Boston (en la Argentina no hay nada al respecto y cabe aclarar que es un estudio todavía sin aprobación). Se trata del láser de baja energía para hacer crecer el pelo mediante la estimulación de la célula madre.
En quirófano
Exitoso. El microtrasplante capilar sigue siendo la técnica más exitosa para tratar la calvicie androgenética. En el hombre la alopecía androgenética comienza por las entradas, que con el tiempo avanzan hacia atrás, y por la tonsura (región occipital), que avanza hacia adelante hasta que queda formado una especie de callejón. Nunca sucede en los laterales y en la nuca. Por eso, el pelo de esas zonas es apto para trasplantar. Se trata de una cirugía que consiste en sacar una lonja de piel de la nuca. De ella se aísla cada pelo para después colocar en pequeños orificios de la zona por tratar. Es un procedimiento artesanal que requiere de cuatro a cinco horas.
¿Ventajas? El pelo trasplantado prende siempre. No hay rechazo porque es del paciente. Pero hay que saber que el crecimiento del pelo no es inmediato, tarda tres meses en empezar a crecer y después lo hace un centímetro por mes. Su resultado es, entonces, natural siempre que esté bien hecho.
Cuidados. Se realiza en quirófano y requiere estudios prequirúrgicos. Debe descartarse diabetes, hipertensión y trastornos cardíacos debido a los medicamentos que deben tomarse. Es un procedimiento ambulatorio, sin internación.
Oportunidades quirúrgicas. No se aconseja hacer un microtrasplante capilar cuando la calvicie recién comienza y todavía hay pelo residual porque no hay espacio suficiente para realizar la práctica. Cuando hay más espacios, sin necesidad de que el paciente sea absolutamente pelado, pero se perdió ya densidad, es el momento ideal. Estéticamente en esta etapa el cambio no es grande.
Los No. Hoy se ven pacientes en los que es notoria la intervención para disimular la caída de pelo. Más de un político es reconocido por la especie de gato que tienen en la cabeza. En ese caso lo que se han hecho son colgajos de cuero cabelludo. Con este procedimiento que se hacía hace treinta años se saca una tira completa de la parte lateral de la cabeza y se rota hacia la frente. El resultado es una lonja en la frente muy tupida y artificial. En ese entonces no se hacían todavía los microtrasplantes capilares y los pacientes que se lo hicieron hoy no pueden sacárselo.
Falacias. Los masajes capilares son una mentira que no sirven para nada, aseguran. La irrigación que persigue el masaje no es necesaria, dado que el cuero cabelludo es una de las zonas más irrigadas del cuerpo. Además, poco tiene que ver la irrigación con las hormonas y con la herencia, componentes clave del problema.
TESTIMONIOS
"Cuando tenía 40 años perdía pelo a paso acelerado. Los encontraba todas las mañanas en la almohada y al ducharme. Me hice entonces microtrasplante capilar. La operación se realizó con un sedante y anestesia local. No sentí nada ni me di cuenta de que había durado casi tres horas. A los tres meses comenzó a crecer el pelo y creo que viví los días más felices de mi vida en esa etapa. Hoy disfruto de abundante pelo y nadie se da cuenta de lo realizado." (Carlos)
"Hace quince años, cuando estaba cerca de los 50, me estaba quedando pelado como mi padre y mi abuelo. Comencé a informarme sobre los implantes y un par de meses después me sometí al trasplante. No sentí dolor, sólo una ligera molestia por la anestesia. Al tiempo empecé a ver que mi cabeza lucía de otra forma y cambió mi ánimo. Sin embargo, no me contenté con lo hecho ya que ambicionaba tener bastante pelo. Por eso reincidí y me hice un nuevo implante dos años después. Hoy tengo un aspecto que me gusta." (Eduardo)
Asesoramiento. Horacio García Igarza, médico cirujano plástico miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica; Ezequiel Chouela, médico dermatólogo miembro de la Sociedad Argentina de dermatología; Alejandro Cordero, médico dermatólogo jefe de la Sección de Cosmiatría del Hospital de Clínicas.
Jueves 16 de junio de 2011 |Por Malu Pandolfo
La caída del pelo es la preocupación masculina por excelencia. Y tiene distintas soluciones según la etapa en la que se encuentre. Con un fuerte componente hereditario es aconsejable tomar el toro por las astas una vez que sea evidente que se instaló y que va a avanzar como en las generaciones anteriores.
Mix genético-hereditario. La calvicie androgenética, característica del hombre, mezcla componentes genéticos y hormonales. Es un problema masculino debido a la mayor sensibilidad del folículo pilosebáceo a la testosterona. Si bien se hereda, no significa que todo paciente pelado tenga un padre pelado. De hecho se puede dar que entre varios hermanos algunos sean pelados y otros no. O que un hijo de un padre sin problemas capilares herede la alopecía de un tío o abuelo. Eso sí, el que hereda la condición está condenado.
Primeras caídas. Los tratamientos dermatológicos, si bien son eficaces, son paliativos para cuando comienza el problema y para retardar la caída. Este es el momento ideal para recurrir al minoxidil al 5%, que se usa tópicamente una o dos veces por día. Al igual que el aminexil hace crecer y engrosar el pelo que está. Es el mismo efecto que logra 1 mg de finasteride por boca. Este inhibe la enzima responsable de la caída. Los dos tratamientos son exitosos, pero cuanto antes se empiece, mejor. Combinados son todavía más efectivos. El resultado es lento y paulatino, y por ende, natural. Son también efectivos los aminoácidos y las vitaminas del grupo B.
En discusión. La mesoterapia capilar introduce finasteride y minoxidil, aunque hay médicos que afirman que no está científicamente comprobado que estas drogas actúen mejor de este modo que tópicamente y por boca. Conviene pedir ver el frasquito de lo que se usó en el procedimiento porque no falta gente inescrupulosa que inyecta hormonas femeninas para que compitan con la testosterona, pudiendo causar ginecomastia.
Estudio. Se están haciendo estudios comparativos entre un nuevo medicamento, dutasteride, y finasteride, para ver cuál de los dos es más eficiente. En los dos casos los pacientes tienen que saber que dos de cada cien pacientes tienen inhibición de la libido como efecto secundario, que se revierte cuando se deja la medicación. Hay otra línea de investigación incipiente que se está desarrollando en Boston (en la Argentina no hay nada al respecto y cabe aclarar que es un estudio todavía sin aprobación). Se trata del láser de baja energía para hacer crecer el pelo mediante la estimulación de la célula madre.
En quirófano
Exitoso. El microtrasplante capilar sigue siendo la técnica más exitosa para tratar la calvicie androgenética. En el hombre la alopecía androgenética comienza por las entradas, que con el tiempo avanzan hacia atrás, y por la tonsura (región occipital), que avanza hacia adelante hasta que queda formado una especie de callejón. Nunca sucede en los laterales y en la nuca. Por eso, el pelo de esas zonas es apto para trasplantar. Se trata de una cirugía que consiste en sacar una lonja de piel de la nuca. De ella se aísla cada pelo para después colocar en pequeños orificios de la zona por tratar. Es un procedimiento artesanal que requiere de cuatro a cinco horas.
¿Ventajas? El pelo trasplantado prende siempre. No hay rechazo porque es del paciente. Pero hay que saber que el crecimiento del pelo no es inmediato, tarda tres meses en empezar a crecer y después lo hace un centímetro por mes. Su resultado es, entonces, natural siempre que esté bien hecho.
Cuidados. Se realiza en quirófano y requiere estudios prequirúrgicos. Debe descartarse diabetes, hipertensión y trastornos cardíacos debido a los medicamentos que deben tomarse. Es un procedimiento ambulatorio, sin internación.
Oportunidades quirúrgicas. No se aconseja hacer un microtrasplante capilar cuando la calvicie recién comienza y todavía hay pelo residual porque no hay espacio suficiente para realizar la práctica. Cuando hay más espacios, sin necesidad de que el paciente sea absolutamente pelado, pero se perdió ya densidad, es el momento ideal. Estéticamente en esta etapa el cambio no es grande.
Los No. Hoy se ven pacientes en los que es notoria la intervención para disimular la caída de pelo. Más de un político es reconocido por la especie de gato que tienen en la cabeza. En ese caso lo que se han hecho son colgajos de cuero cabelludo. Con este procedimiento que se hacía hace treinta años se saca una tira completa de la parte lateral de la cabeza y se rota hacia la frente. El resultado es una lonja en la frente muy tupida y artificial. En ese entonces no se hacían todavía los microtrasplantes capilares y los pacientes que se lo hicieron hoy no pueden sacárselo.
Falacias. Los masajes capilares son una mentira que no sirven para nada, aseguran. La irrigación que persigue el masaje no es necesaria, dado que el cuero cabelludo es una de las zonas más irrigadas del cuerpo. Además, poco tiene que ver la irrigación con las hormonas y con la herencia, componentes clave del problema.
TESTIMONIOS
"Cuando tenía 40 años perdía pelo a paso acelerado. Los encontraba todas las mañanas en la almohada y al ducharme. Me hice entonces microtrasplante capilar. La operación se realizó con un sedante y anestesia local. No sentí nada ni me di cuenta de que había durado casi tres horas. A los tres meses comenzó a crecer el pelo y creo que viví los días más felices de mi vida en esa etapa. Hoy disfruto de abundante pelo y nadie se da cuenta de lo realizado." (Carlos)
"Hace quince años, cuando estaba cerca de los 50, me estaba quedando pelado como mi padre y mi abuelo. Comencé a informarme sobre los implantes y un par de meses después me sometí al trasplante. No sentí dolor, sólo una ligera molestia por la anestesia. Al tiempo empecé a ver que mi cabeza lucía de otra forma y cambió mi ánimo. Sin embargo, no me contenté con lo hecho ya que ambicionaba tener bastante pelo. Por eso reincidí y me hice un nuevo implante dos años después. Hoy tengo un aspecto que me gusta." (Eduardo)
Asesoramiento. Horacio García Igarza, médico cirujano plástico miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica; Ezequiel Chouela, médico dermatólogo miembro de la Sociedad Argentina de dermatología; Alejandro Cordero, médico dermatólogo jefe de la Sección de Cosmiatría del Hospital de Clínicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario