Hoy comienzo otra página en el foro, referenciando el movimiento de la droga en Santiago del Estero. Esta provincia nunca fue "lugar de tránsito" como ingenuamente se creyó por años. El foro viene demostrando cronológicamente a través de la prensa lo que ocurre con el flagelo en nuestra provincia. Que sirva como referencia, al menos, si es que no se está tratando de erradicar esta mierda.
OPERATIVO - De la Policía Federal
Desbaratan una banda que distribuía droga en el barrio Juan F. Ibarra
En el lugar había pastillas que se habrían utilizado para “estirar” la droga antes de venderla, además se secuestró una gran cantidad de municiones de armas de grueso calibre.
Un certero golpe de la Policía Federal logró desarticular un centro de distribución de drogas en el barrio Juan Felipe Ibarra, desde donde se “cortaba”, se fraccionaba y se repartía entre “punteros” o “dealers”, marihuana y cocaína.
La investigación llevó varios meses de seguimiento. Los federales detectaron que varios vendedores al menudeo y varios compradores confluían en una misma zona. Así fue como comenzaron las averiguaciones.
Luego de varias semanas de trabajo de inteligencia, surgió el apodo de “Panda”, quien sería de apellido Aguilar, y comenzó el trabajo de inteligencia sobre el sospechoso.
“Panda”, supuestamente, trabajaba con una fachada; en su casa había una verdulería, para que nadie sospechara por la constante entrada y salida de personas. “Se manejaban con un código, así sabían quiénes eran los que venían a comprar drogas hasta la supuesta verdulería”, deslizó una fuente policial.
La Federal había tenido un par de semanas movidas con los allanamientos en El Vinalar y secuestros de mercadería de contrabando y todo parecía indicar que iban a tener una pausa en el trabajo. Pero hace una semana recibieron la noticia de que “Panda” había sido detenido, acusado de golpear a su mujer.
Los miembros de la fuerza de seguridad nacional se dieron cuenta de que era momento de dar el golpe, ante la posibilidad de que la esposa de Aguilar quisiera “descartarse” de la droga.
Ayer, a las 12, los miembros de la Brigada de la Policía Federal, irrumpieron en la casa de “Panda” en Magallanes y calle 228 prolongación.
La esposa de Aguilar opuso una leve resistencia, hasta que los oficiales le mostraron la orden firmada por el juez Guillermo Molinari. En ese momento, comenzaron a revisar la vivienda y descubrieron un trozo de marihuana que estaba al lado de una licuadora.
No fue necesario revisar en profundidad la vivienda, la droga estaba a simple vista. Decenas de envoltorios de cocaína, conocidos como “papeles”, podían verse en un armario además de una bolsa llena del estimulante ilegal.
Lo mismo ocurría con la picadura de marihuana, había dos bolsas llenas de la sustancia vegetal procesada y varios “bagullos” listos para ser vendidos.
Si bien no trascendió la cantidad exacta, fuentes de la Federal manifestaron que se trataría de alrededor de 1 kilogramo de marihuana y 450 gramos de cocaína.
Estirada
Lo que más sorprendió a los investigadores fue la gran cantidad de pastillas, la mayoría de ellas, medicamentos que contenían pseudoefedrina y derivados de anfetaminas, que había en la casa.
Todo hacía suponer que en la vivienda funcionaba un precario laboratorio donde se “estiraba” la cocaína pura, agregándole las pastillas pulverizadas.
Aparentemente, por las pruebas reunidas, en la casa de “Panda” se procesaba la droga y se la entregaba a los “punteros” barriales para que la vendieran. Prueba de ellos es que en el lugar se detuvo a dos jóvenes, que se sospechan eran vendedores de droga al menudeo.
También quedó detenida la esposa de Aguilar, cuyo nombre no trascendió. Dada la cantidad de drogas que se encontró en la casa, y los elementos para fraccionarla y comercializarla, los imputados enfrentan una pena de hasta 15 años de prisión.
OPERATIVO - De la Policía Federal
Desbaratan una banda que distribuía droga en el barrio Juan F. Ibarra
En el lugar había pastillas que se habrían utilizado para “estirar” la droga antes de venderla, además se secuestró una gran cantidad de municiones de armas de grueso calibre.
Un certero golpe de la Policía Federal logró desarticular un centro de distribución de drogas en el barrio Juan Felipe Ibarra, desde donde se “cortaba”, se fraccionaba y se repartía entre “punteros” o “dealers”, marihuana y cocaína.
La investigación llevó varios meses de seguimiento. Los federales detectaron que varios vendedores al menudeo y varios compradores confluían en una misma zona. Así fue como comenzaron las averiguaciones.
Luego de varias semanas de trabajo de inteligencia, surgió el apodo de “Panda”, quien sería de apellido Aguilar, y comenzó el trabajo de inteligencia sobre el sospechoso.
“Panda”, supuestamente, trabajaba con una fachada; en su casa había una verdulería, para que nadie sospechara por la constante entrada y salida de personas. “Se manejaban con un código, así sabían quiénes eran los que venían a comprar drogas hasta la supuesta verdulería”, deslizó una fuente policial.
La Federal había tenido un par de semanas movidas con los allanamientos en El Vinalar y secuestros de mercadería de contrabando y todo parecía indicar que iban a tener una pausa en el trabajo. Pero hace una semana recibieron la noticia de que “Panda” había sido detenido, acusado de golpear a su mujer.
Los miembros de la fuerza de seguridad nacional se dieron cuenta de que era momento de dar el golpe, ante la posibilidad de que la esposa de Aguilar quisiera “descartarse” de la droga.
Ayer, a las 12, los miembros de la Brigada de la Policía Federal, irrumpieron en la casa de “Panda” en Magallanes y calle 228 prolongación.
La esposa de Aguilar opuso una leve resistencia, hasta que los oficiales le mostraron la orden firmada por el juez Guillermo Molinari. En ese momento, comenzaron a revisar la vivienda y descubrieron un trozo de marihuana que estaba al lado de una licuadora.
No fue necesario revisar en profundidad la vivienda, la droga estaba a simple vista. Decenas de envoltorios de cocaína, conocidos como “papeles”, podían verse en un armario además de una bolsa llena del estimulante ilegal.
Lo mismo ocurría con la picadura de marihuana, había dos bolsas llenas de la sustancia vegetal procesada y varios “bagullos” listos para ser vendidos.
Si bien no trascendió la cantidad exacta, fuentes de la Federal manifestaron que se trataría de alrededor de 1 kilogramo de marihuana y 450 gramos de cocaína.
Estirada
Lo que más sorprendió a los investigadores fue la gran cantidad de pastillas, la mayoría de ellas, medicamentos que contenían pseudoefedrina y derivados de anfetaminas, que había en la casa.
Todo hacía suponer que en la vivienda funcionaba un precario laboratorio donde se “estiraba” la cocaína pura, agregándole las pastillas pulverizadas.
Aparentemente, por las pruebas reunidas, en la casa de “Panda” se procesaba la droga y se la entregaba a los “punteros” barriales para que la vendieran. Prueba de ellos es que en el lugar se detuvo a dos jóvenes, que se sospechan eran vendedores de droga al menudeo.
También quedó detenida la esposa de Aguilar, cuyo nombre no trascendió. Dada la cantidad de drogas que se encontró en la casa, y los elementos para fraccionarla y comercializarla, los imputados enfrentan una pena de hasta 15 años de prisión.
Fuente: http://foro.brevettarodriguez.com.ar/viewtopic.php?f=3&t=2644
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