sábado, 25 de junio de 2011

CON EL “KARMA” DEL ÉXITO…Y FUIMOS CAMPEONES!!!



Por Desiderio Sosa Farías
 Ante todos los pronósticos, y aún sin ese fervor que le acompañó y otorgó  crédito en otras épocas, Santiago del Estero se consagró en Jujuy Campeón Argentino de Basquetbol sumando así su sexto lauro en la historia del certamen.
La conquista fue ante quien a través de 77 ediciones, es a las claras estadísticamente su más enconado y difícil adversario, Santa Fe. Resultó ésta, justamente, la sexta final de un campeonato que puso cara a cara a santiagueños y santafecinos.
La primera  aconteció en 1936, en San Juan, cuando el equipo litoraleño que venía perfilándose como uno de los más poderosos en estas confrontaciones ganó cómodamente por  30 a 16. Santiago ya se perfilaba como entre los grandes del baloncesto nacional en estas lides ya que a esa hora recién participaba  por tercera vez.
Y en el torneo siguiente, lo que acaba de darse ahora como coincidencia en el tiempo y la historia, Santiago obtuvo en Jujuy el primer título nacional ante los santafecinos al ganar la final por 15 a 14 en 1937. Ese campeonato marcó su revelación.
Volvieron a verse las caras otra vez en la misma  instancia decisoria en Mar del Plata, en 1942, cuando originalmente el torneo se jugó primera vez en un ámbito cerrado al ocupar un salón del casino marplatense y debutaron los tableros de cristal. Ganó Santa Fe 40 a 35.
Al año siguiente en 1943 se repitió la porfía en San Luis y se impusieron los santafecinos nuevamente por 28 a 24.
En 1949 el choque ocurrirá en La Rioja, y Santa Fe fue campeón en una final donde no tuvo mucha oposición de los nuestros para  imponerse por 53 a  32.
La ultima se jugó en La Pampa en 1962, en accidentado partido, toda vez que debió  ser suspendido para que concluya emergencialmente y de madrugada en una cancha auxiliar con techado a raíz de la lluvia. Ganó Santa Fe  64 a 56.
Como se aprecia, el duelo Santiago- Santa Fe es una tradición en los campeonatos argentinos, casi un clásico aparte. De un total de 41 cotejos librados en 77 ediciones, los santafecinos ganaron 27 y Santiago 14. Pero  esta vez los nuestros alcanzaron en la final de Jujuy un triunfo consagratorio, en un partido que le fue favorable durante todo su desarrollo pero que sobre los minutos finales alcanzó la vibración de una autentica definición por un título.
Con capacidad en todas sus líneas, y  un manejo táctico acorde con las circunstancias, esta vez lo ganó Santiago con autenticidad y méritos de campeón porque a lo largo del certamen solamente perdió un solo partido como resultado de la estrategia plasmada de regular las energías de sus mejores exponentes.
Un título que recupera muchas sonrisas y recobra la mística del sentir provinciano en estas competencias que nos dio, junto con el folclore, una marcada y muy respetada personalidad en el concierto nacional del baloncesto.
Un triunfo que acaso, desde el mas allá  esté haciendo sonreír al Benja Arce, a Chiquito Villalba, al Inqui Ríos, a Quebracho Torres, al Chafa LLedó, a Tito Saad y a otros tantos memorables basquetbolistas que a su hora cincharon por la casaca santiagueña cimentando su tradicional prestigio en aquellos inolvidables campeonatos argentinos.

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