Luego del escándalo, el impacto y la desazón que produjo en la sociedad la caída de la empresa “Meldorek” allá por mayo de 2010, que era la compañía a través de la cual “Sueños Compartidos” bajaba fondos para la construcción de viviendas sociales cuyos ideólogos eran los hermanos parricidas, Sergio y Pablo Schoklender, llegó el desmembramiento de sus sucursales en todos los territorios donde la firma construía casas y tenía fuertes vínculos o mejor dicho socios.
El alboroto se desató en Santiago del Estero, cuando el banco en el que tenían su cuenta percibió un movimiento sospechoso del retiro de casi $ 6.000.000 (seis millones), en una sola mañana, por intermedio de unas 55 personas con cheques, emitidos de manera sucesiva, hasta dejarla absolutamente vacía. Según pudimos saber en aquel momento el parricida había realizado 28 vuelos privados a Santiago del Estero, y tenía estrechos vínculos con un altísimo funcionario del gobierno provincial, con quien se dice mantiene hasta la fecha una sociedad, en la que compartirían bienes en común a nombre de un tal Romano (pronto informe documentado).
Pero además hubo sesiones de tierras por parte del Ejecutivo capitalino, ya a cargo del actual Intendente Infante, a la fundación, para un hospital en el barrio “Campo Contreras” que nunca se llevó a cabo, y otras operaciones que podríamos enumerar como la adjudicación del plan 58 viviendas, entregadas sin techo debiendo ser terminadas gracias a una empresa local, y ni que hablar de las 616 viviendas comprendidas en tres etapas “Bosco I, II y III, que son motivo de esta nota. De más está decir que todos los acuerdos fueron pérdidas para el erario y ganancias para unos pocos, el lazo del asesino de sus padres con el Gobierno provincial eran cuasi carnales.
Luis Gasulla, docente y periodista, escribe para Perfil y conoce al dedillo la historia, escribió un libro sobre este particular y la verdad parece no tener desperdicios.
¿Por qué retomamos el tema?
Cuando se comenzó la investigación a nivel nacional, los empleados corrieron diversa suerte, algunos fueron despedidos, otros absorbidos por la Provincia con contrato de locación y los últimos, cobrarían un sueldo, pero ni siquiera estarían contratados, habitan una especie de dimensión paralela, para decirlo más sencillo, estarían absolutamente en negro, ni siquiera un papel que justifique la relación laboral para con la Provincia.
Pero descubrimos además, en el Boletín Oficial Nº 19.981 de fecha 24 de junio de 2013, una solicitud de prórroga de una licitación que lleva el Nº 61/12, esto suele suceder cuando: Se declara desierta una licitación, o cuando los oferentes no cumplen con alguno de los requisitos de especificaciones técnicas y legales de los pliegos. A continuación plasmamos como prueba de lo que decimos el boletín, para respaldar nuestros dichos.
Lo que en conclusión es, 616 viviendas no concluidas, dinero cobrado una vez, pruebas de que los fondos terminaron en bolsillos de una banda y que en la actualidad se sigue erogando para esa misma obra o sea nuevamente dinero para algo que ya se pagó, que en este caso parecería ser la ampliación de un negocio al que ya casi no le quedan aristas, pero que estamos seguros que van a exprimirlo hasta la última gota, en esta ocasión $ 2.951.696,12.
Este pequeño descubrimiento parece un déjà vu, un viaje en el tiempo, un, sueño repetido.-
Fuente. Periódico Ultima Hora.
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